Corpo sustituye los diez guerreros de Miquel Navarro por una escultura de Juan Garaizábal

La rotación de obras escultóricas en la entrada del Museo de Roberto Polo es una iniciativa proyectada para dar a conocer públicamente la obra de nuestros mayores artistas

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El Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (Corpo) instalará a las puertas de su sede en Toledo la obra de Juan Garaizábal «Piedra sobre piedra», situando a la ciudad en la estela de las grandes capitales internacionales como C hicago, Berlín, Washington, Miami, Venecia o Seúl, próximamente París y Pekín, que cuentan con una escultura pública del artista, uno de los creadores españoles más internacionales en la actualidad.

Según ha informado el museo en nota de prensa esta se ubicará en la fachada principal del museo, la del paseo del Miradero, espacio dedicado a la exposición temporal de grandes escultores de Corpo que hasta este mismo lunes han ocupado las Figuras para la batalla de Miquel Navarro.

La pieza con la que Garaizábal quiere generar debate artístico en Toledo es una instalación interactiva en cuyo centro se alza un templo romano. Se trata de que el público la rodee y siga el rastro cruzado de las tres culturas que confluyen esta ciudad única en el mundo, donde, como sucede en la obra, se escuchan los ecos murmurados del cristiano antiguo, el árabe y el hebreo. Para ello incorpora la escultura el elemento acústico, además de la luz, que es elemento habitual en la obra del artista.

Juan Garaizábal (Madrid, 1971) forma parte de la nómina de artistas cuya creación está presente en los fondos de la Colección Roberto Polo cedidos a la Junta de Castilla-La Mancha, ya que en el claustro del museo se expone su Puerta occidental de la Iglesia Bohemia de Berlín, nervio de acero, un arco que reproduce la memoria del original, realizado en hierro desde su taller berlinés en 2011. «Piedra sobre piedra alude a cómo se han ido solapando las culturas en el mundo. Concibo el planeta como una piedra, sobre la cual la humanidad ha ido colocando piedritas, que es lo que queda del paso de una civilización sobre un lugar concreto, como el caso de Toledo que además es en sí misma una enorme roca. Paradójicamente yo siempre pienso en piedra, porque recreo edificios, construcciones de la memoria, y es precisamente la piedra el único material que no utilizo», ha manifestado el artista.

La intervención del escultor para Corpo coincidirá con la instalación de un gran mural de acero y cristal en el Grand Palais de París, durante la feria Art Paris, y otra monumental pieza en Pekín, que son los proyectos que actualmente ultima el artista. Esta misma semana saldrán hacia Shanghái los elementos de la escultura paisajística que quedará ubicada en el parque de Jing an, Ever Time Gate, una enorme puerta de 12,5 metros de alto que recrea las formas ancestrales y aún vigentes de la arquitectura china. Para generar el debate necesario en el país asiático, el escultor ha dedicado estos tres meses de cuarentena a estudiar el idioma cantonés, del mismo modo que aprendió alemán para instalar en Berlín su segundo taller, en el año 2008.

Garaizabal, en palabras del director artístico de Corpo, Rafael Sierra, busca siempre «monumentalizar la memoria de un pasado herido, utilizando el menos monumental de los lenguajes artísticos, el lenguaje del dibujo». El autor ha encontrado en Toledo el lugar perfecto para sus evocaciones.

En este sentido, Sierra ha adelantado que no será esta la única obra suya que se vea próximamente en la ciudad, donde proyectará otras intervenciones públicas. Lo ha confirmado el artista mientras desgrana los proyectos inminentes que les esperan estos meses venideros en L eeds, Buenos Aires y Nueva York . Las instalaciones de Juan Garaizábal en Toledo estarán patrocinadas por La Nave Va.

Desmontando a los «guardianes»

Para que el reemplazo sea posible, en la noche de este lunes el grupo compuesto por las 10 esculturas de Miquel Navarro será levantado para emprender camino de vuelta al estudio del artista en Valencia, y poder así reunirse con el resto de Figuras para la batalla, otras 14 piezas en aluminio marino, de unas tres toneladas de peso cada una, que completan la monumental obra que estos 15 meses se ha convertido en el icono de bienvenida a la ciudad en la rinconada del Miradero. Han sido como guardianes de un templo a las puertas de Corpo, durante casi un año y medio, y telón de fondo de miles de fotos donde turistas y visitantes inmortalizaron su entrada en Toledo. Este lunes una enorme grúa pluma introducirá las esculturas en los trailers que las devolverán a casa.

«Quiero que estén todas juntas, pero no para comercializarlas, lo que nunca sucederá, sino para el día en que ocupen su lugar en la futura fundación que albergue mi obra en Mislata, donde he nacido y donde vivo muy felizmente, a las afueras de Valencia», ha declarado el artista. Su obra seguirá presente en la colección con la instalación 'Sombras lunares', ubicada en la sala -1, «un lugar muy bonito en los restos arqueológicos del palacio califal que fue este museo entre los siglos IX y XI, y que según los expertos corresponde a las habitaciones privadas de Abderramán III», ha añadido Navarro. «Mi experiencia como artista en Corpo es altamente satisfactoria, no solo por los bellos espacios que ha ocupado y seguirá ocupando mi obra, sino por los compañeros de viaje que tengo en la Colección Roberto Polo , todos ellos grandes artistas», ha declarado.

La rotación de obras escultóricas en el espacio abierto de Corpo es una iniciativa proyectada para dar a conocer públicamente la obra de nuestros mayores artistas, como la alternancia de estas dos primeras exposiciones temporales demuestra.

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