María Jesús López Iniesta - Opinión
Cuando la economía no importa: las inversiones generan desigualdades
Sobre el cierre al tráfico durante 4 años de la línea convencional, Albacete, Murcia Cartagena, para las obras del AVE en Murcia
El número 55 de La revista de Economía Aplicada se publicaba el artículo «Cuando la Economía no importa: auge y esplendor de la Alta Velocidad en España», del que extraemos el título, en el que se indicaba que las inversiones del AVE no se realizaron con criterios económicos sino políticos, sometiendo la política de infraestructuras de España a la oferta y demanda políticas, olvidando con ello que el principal valor de las inversiones en infraestructuras es el desarrollo económico y particularmente el desarrollo económico de los territorios más desfavorecidos.
Si finalmente las inversiones no son motor de desarrollo lo serán de subdesarrollo , incrementando la brecha entre territorios e impidiendo con ello la amortización de estas.
La red de Alta Velocidad Española es la más extensa de la OCDE y la segunda del mundo por detrás de China, países como Japón y Francia pioneros en este tipo de infraestructuras ferroviarias están por detrás de España.
También esto es parte de la política, la política exterior para demostrar que nuestro País tiene una capacidad tecnológica equiparable a los mejores, lo que nos permite competir en los grandes proyectos internacionales de Alta Velocidad.
Las infraestructuras del AVE en España es un gran escaparate, para que unas pocas empresas puedan obtener grandes contratos internacionales.Estas decisiones que indudablemente son buenas para la imagen exterior de España y para unas pocas Empresas se convierte en una fuente constante de desigualdad.
Y esa desigualdad se puede observar claramente en el enlace Madrid Murcia Cartagena, enlace sobre el que estaban planificados proyectos de modernización para garantizar un trasporte eficiente tanto de personas como de mercancías y que se «abandonaron» una vez tomada la decisión de la construcción del AVE entre Albacete y Cuenca para enlazar todas las capitales de Castilla la Mancha.
La Variante de Camarillas fue uno de los proyectos que se abandonó en 2006, en el comunicado se dijo de manera eufemística «se posterga para un próximo estudio», posteriormente se recuperó por decisión de la Autoridad Portuaria de Cartagena que, con buen criterio económico, pensó que era mejor invertir en un enlace directo y de bajo coste con Madrid, en vez de usar las carísimas infraestructuras del AVE.
Si algo es bueno para el Puerto de Cartagena ¿por qué no lo es para el conjunto de los usuarios de esas vías?. La decisión política de no usar la vía directa para conectar Madrid y Murcia genera no solo retrasos injustificables sino también desigualdades manifiestas.
Si miramos las conexiones con Madrid de las grandes ciudades de la línea, Albacete con 172.000 Habitantes dispone de 20, Murcia con 441.000 habitantes dispone de 5 y Cartagena con 214.759 habitantes dispone de 4. Albacete dispone de 20 porque está incluida en el enlace de Alta Velocidad junto con Cuenca que con solo 57.000 habitantes dispone de 16 enlaces y Alicante con 330.500 habitantes dispone de 13 enlaces.
Desigualdad palpable entre las grandes ciudades, pero mucho más si bajamos de nivel, Cieza con 35.000 Habitantes y Hellín con 30.400 solo disponen de 2 enlaces diarios con Madrid, en contraposición encontramos Almansa que con solo 24.800 habitantes dispone de 6 enlaces con Madrid, uno más que Murcia y dos más que Cartagena.
Los números, las evidencias muestran que las inversiones en infraestructuras de Alta Velocidad solo han servido para remarcar mucho más las diferencias entre los territorios, perdiendo la oportunidad histórica de un desarrollo armónico que igualase en vez de incrementar las diferencias.
Ahora se plantea incluso cerrar el trafico durante 4 años la línea convencional Albacete, Murcia, Cartagena. Cuatro años cerrado en el momento más critico donde se tienen que invertir los fondos de reconstrucción y resiliencia, los famosos NGEU.
En 2021 estamos en un momento histórico donde hemos de decidir si seguir invirtiendo en desigualdad o empezar de una vez por todas a invertir en desarrollo, desarrollo que nos permita finalmente pagar todas las infraestructuras, tanto las hechas con sentido de estado como las hechas con criterios claramente partidistas.
María Jesús López Iniesta es concejala de Industria Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Hellín. Master en Gobierno, Administración y Políticas Publicas por la Universidad de Murcia. Politóloga Colegiada en el Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid.
