Un invierno algo más cálido que la media en Castilla-La Mancha (pese a «Filomena»)

Enero fue un mes «loco y energético», en el que Molina de Aragón llegó a registrar una temperatura de -25,2 y Tobarra 25,2, es decir, más de 50 grados de contraste

Los molinos de Campo de Criptana, cubiertos por la nieve EP

ABC

La primavera comenzará con tiempo invernal en Castilla- La Mancha y el fin de semana será frío, aunque nada que ver con el temporal «Filomena» que asoló la región en enero. Así lo aseguró este jueves la delegada de la Aemet en Castilla-La Mancha, Paloma Castro Lobera, en una rueda de prensa en la que ofreció las previsiones de la primavera y los datos de un invierno que ya es historia.

Castro avanzó que en los próximos días se esperan precipitaciones fuertes en la parte de Albacete cercana a Valencia. Mientras, la siguiente semana (del 22 al 28 de marzo) no habrá lluvias, pero hará frío. La previsión es que la primavera sea normal en lo climatológico , que lloverá lo que suele llover en este tiempo y que las temperaturas serán ligeramente más cálidas.

También el invierno ha sido ligeramente más cálido y húmedo que la media. La temperatura media de la región fue de 6,4 grados, un valor por encima de lo previsto en la media del período 1931-2010. Según la delegada de Aemet, se vivió un «enero loco y energético» en el que, después de «Filomena», se registró una ola de frío que dejó -25,2 grados bajo cero en Molina de Aragón y -13,4 en Toledo capital el día 12.

Luego, hacia el día 20 llegó una «catarata de borrascas» («Gaetán», «Hortensia», «Ignacio» y «Justina») y el mes acabó con calor. El día 29 se registró la máxima en Tobarra con 25,2 grados. Es decir, en pocas semanas hubo un contraste de más de 50 grados en Castilla-La Mancha.

Respecto a «Filomena», la delegada de Aemet dijo que hubo mucho impacto, las estructuras no estaban preparadas para tres días de nieve seguidos, las carreteras cortadas, cañerías estropeadas y, sobre todo, una enorme cantidad de árboles destrozados. La única parte positiva es que aumentó la cantidad de agua embalsada . Mientras, febrero fue un mes muy cálido, el segundo con las temperaturas más altas del siglo XXI.

Por otro lado, el invierno fue húmedo en cuanto a precipitaciones (y muy húmedo en Toledo), con 145 litros de media en Castilla-La Mancha. El 8 de enero se registraron 36,6 litros por metro cuadrado en forma de nieve. Asimismo, la media en Castilla-La Mancha en el año hidrológico es algo mejor que otros años: de 250 a 300 litros por metro cuadrado en la zona este de la región y de 150 y 120 litros por metro cuadrado en Toledo y Albacete. Guadalajara, con 165 litros, ha sido donde más se ha recogido.

Por meses, la precipitación en diciembre fue un 61 por ciento superior a lo normal y destacó Fuencaliente con 30,4 litros. En enero sobresalió Toledo con 55,4 litros y Albacete con 38,4. Por último, febrero fue un mes húmedo en Toledo y Guadalajara, y muy seco en Albacete.

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