Imagen de los jardines de la residencia real de La Mareta, en Lanzarote
Imagen de los jardines de la residencia real de La Mareta, en Lanzarote - ABC

El Rey comparte La Mareta

Don Felipe ha querido poner la residencia real de Lanzarote al servicio de los intereses de España y la ha ofrecido para invitar a personalidades y celebrar actos que ayuden a promocionar el turismo

Madrid Actualizado: Guardar
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El Rey quiere poner la residencia real de La Mareta, en Lanzarote, al servicio de los intereses de España y ha pedido que se utilice para promocionar el turismo. La Mareta es una casa que el Rey Hussein de Jordania regaló a Don Juan Carlos en 1989 y que el entonces Monarca cedió ese mismo año a Patrimonio Nacional. Desde entonces, la Familia Real ha utilizado ocasionalmente esta residencia para pasar unos días de vacaciones y se la ha ofrecido a determinados mandatarios extranjeros para cortas estancias.

El deseo de Don Felipe se plasmó el pasado miércoles en un convenio que firmaron en los mismos jardines de La Mareta el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y el presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán y de la Serna.

Ese convenio de colaboración permitirá la utilización de las instalaciones de la residencia real para la promoción y defensa de los intereses turísticos.

Por un lado, se invitará a mandatarios, representantes de instituciones internacionales o figuras del mundo de la cultura a hospedarse en La Mareta, con el fin de que contribuyan a promocionar la Marca España. Y, por otro lado, se podrán celebrar actos relacionados con el turismo y la cultura en sus instalaciones. Pero La Mareta continuará siendo residencia real.

2.500 euros al día

El convenio establece que la Secretaría de Estado de Turismo compensará a Patrimonio Nacional con 2.500 euros por cada día de actividad, aparte de los gastos que genere la limpieza de las zonas que se utilicen y la reposición de los posibles desperfectos.

La Mareta, que ocupa una parcela de 15.500 metros cuadrados, fue diseñada y decorada por el artista lanzaroteño César Manrique. En el recinto se encuentra un bungalow principal al borde del mar, con dos dormitorios, salón comedor, piscina independiente y terrazas. Esta zona tiene un acceso directo al mar. En el resto del recinto hay nueve bungalows más, cada uno con dos dormitorios y office. Además, dispone de un gran jardín y una piscina central que dan paso a la zona deportiva en la que se incluyen una pista de tenis, una cancha de baloncesto, un gimnasio y una segunda piscina mucho más pequeña.

En esta residencia real se han hospedado con anterioridad los cancilleres alemanes Helmut Kohl y Gerhard Schoreder, el expresidente de la URSS, Mijail Gorbachov y su esposa Raisa, el presidente checo Václav Havel, los presidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, con sus respectivas familias, y el presidente de Kazajstán, Nusurtan Nazarabayev. En La Mareta falleció Doña María de las Mercedes, la abuela paterna del Rey, durante las vacaciones de Navidad de 1999-2000.