Queridas Majestades

Queridos Reyes Magos: en este año que se acaba me he portado especialmente bien. He trabajado duro para poder sobrevivir con lo que me ha quedado después de pagar mis impuestos, no he vivido por encima de mis posibilidades y he puesto todo mi esfuerzo para satisfacer las demandas del mercado, es decir, a las distintas personas que viven en mi sociedad. Por esta razón, me gustaría que el día 6 de enero me trajeran un regalo especial. Mi tierra, las Islas Canarias, tiene una extraordinaria localización, un clima envidiable y está colmada de personas emprendedoras y trabajadoras. Sin embargo, lleva años inmersa en la desgracia, con más del 25% de paro y con unas tasas de pobreza que han incrementado considerablemente, por culpa de los políticos que detentan el poder.

Estos políticos, queridas majestades, nos quitan cada vez más dinero que sale de nuestros esfuerzos para dilapidarlo en empresas públicas, ineficientes y propagandísticas como la televisión pública canaria. El próximo año, por ejemplo, nos pretenden arrebatar casi 300 millones de euros más que en 2015 y 1.800 millones más que hace 15 años, para recaudar de esta forma más de 5.449 millones. Además, tienen la desvergüenza, de pelearse públicamente en ver quién de ellos se gasta el dinero que les sobra, como sucedió recientemente con el Impuesto General sobre el Tráfico de las Empresas (ITE).

Además, muchos de ellos, no todos, pues en bastantes casos carecen de formación, saben que nuestras vidas y economía mejorarían si no nos quitaran esas ingentes cantidades de dinero. Recientemente, por ejemplo, hemos vivido un acto bochornoso. Los mismos políticos nacional socialistas, es decir, nacionalistas de Coalición Canaria, que son los que más han metido la mano en nuestros bolsillos durante los últimos 30 años, han llegado a afirmar que sería bueno bajar los impuestos sobre la renta para que de esa forma nuestra economía mejore. Como pueden ver sus queridas Majestades, la hipocresía de estos señores no tiene límite.

No obstante, a los políticos que sufrimos, no les parece suficiente con quitarnos aproximadamente el 50% de los que ganamos con infinidad de tasas e impuestos y, por esta razón, han creado una multitud de regulaciones y trabas como moratorias y ridículas normas urbanísticas o ambientales para que no podamos hacer lo que queramos con el otro 50% que nos queda. Para cualquier cosa que queramos hacer, tenemos que pedirles permiso a ellos.

Por lo expuesto, les pido que me traigan políticos radicalmente distintos a los que sufrimos. Unos que no nos metan las manos en los bolsillos para usar nuestro dinero en beneficio de sus intereses políticos, que eliminen las excesivas regulaciones con las que convivimos, como la moratoria, pero muy especialmente, unos que defiendan la libertad económica y social en Canarias, para así poder convertirnos pronto en una región rica y próspera.