El pulso jurídico de Loro Parque en Canarias
La empresa turística, liada en la apertura del Siam Park de Maspalomas por presiones cruzadas de los reguladores del suelo, afirma que Nueva Canarias no ha bloqueado el proyecto sino las autoridades municipales (PP)
El tobogán a la inversión de Loro Parque en el sur de Gran Canaria sigue sin tener agua para que circule la liquidez. La empresa mantiene un conflicto de intereses con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana (PP) a fin de ejecutar sus compromisos financieros. Es por problemas de formas y de base urbanística.
Las autoridades municipales afirman que no mueven ni un papel en favor de la obra si antes no cumple de forma estricta con el procedimiento. Y la empresa sostiene, por su parte, que hay un exceso de celo local.
Así, Loro Parque ha manifestado también su sorpresa porque se le acuse de no haber pagado el importe de la licencia de obra y del aprovechamiento urbanístico, ya que solo puede hacerse una vez que se le conceda la licencia de obra.
El turrón del suelo
Este fin de semana Loro Parque ha vuelto a apuntar que «en todo momento ha cumplido con las obligaciones urbanísticas recogidas en el Plan de Modernización de El Veril», en relación al proyecto del parque acuático Siam Park en el sur de Gran Canaria.
Desde octubre de 2017, Loro Parque ha presentado en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana «todos los documentos y proyectos necesarios para el otorgamiento de las licencias para la ejecución de dicho proyecto».
Afirma qie los trámites administrativos dependen exclusivamente del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, por lo que, si no se han iniciado las obras, se debe a que la corporación municipal no ha concedido la licencia para ello.
