Rebaño de cabras
Rebaño de cabras - REUTERS

El PP grancanario cuestiona una «matanza de cabras» que autorizó cuando gobernaba

Acabar con las cabras ha costado a los grancanarios un total de 17.090 euros según una respuesta ofrecida por la Consejería de Medio Ambiente que gestiona Podemos

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Actualizado: Guardar
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La «matanza a tiros» ejecutada por el Cabildo de Gran Canaria para acabar con las cabras ha costado a los grancanarios un total de 17.090 euros, según una respuesta ofrecida por la Consejería de Medio Ambiente, que gestiona Podemos, al Partido Popular (PP) en esta institución. Los populares se han referido a «matanza de cabras» a parte de un proyecto Life de la UE que fue aprobado y planificado siendo la titular de este departamento María del Mar Arévalo (PP), en el periodo 2011-2015.

El proyecto Life Guguy tiene como finalidad reforzar la vegetación en las áreas de Inagua, Guguy y Tamadaba. Parte de este proyecto va destinado a liquidar a las cabras salvajes que hay en esa parte de la Isla.

Para ello, el programa comunitario autoriza al Cabildo de Gran Canaria en acabar con dichos animales a través de una empresa especializada de francotiradores en la Isla.

Con cargo a la ficha financiera de la UE, Podemos, que desde 2015 controla Medio Ambiente, ha matado a 73 animales por importe de 7.490 euros. En abril pasado, esta medida duspuso un gasto de 9.600 euros. El Partido Popular ha criticado que «los tiradores profesionales» de la Península contratados por Podemos, PSOE y Nueva Canarias para erradicar las poblaciones de ganado guanil en la Isla «dieron muerte mediante disparos con armas de fuego a 213 ejemplares».

Felipe Afonso El Jaber es el portavoz grancanario del PP. Este miércoles ha afirmado: «La matanza indiscriminada de estos animales, además de herir la sensibilidad de miles de personas, ha supuesto un elevado gasto de dinero público que bien podría haberse destinado a atender otras necesidades más urgentes de los ciudadanos».

En la parte de Gran Canaria donde se están matando las cabras se recuperará la sabina, el almácigo, el pino, el brezo o el cedro canario. 43.000 árboles serán plantados. Por eso, antes de plantar, los expertos, con la bendición de Bruselas, quieren acabar con las cabras. Porque, de lo contrario, no nace nada. La inversión en este proyecto es de 852.808 euros, de los que la UE aporta el 50%, el Cabildo de Gran Canaria el 43% y Gobierno de Canarias el restante 7%. La memoria técnica del proyecto, con fecha de 2013, a la que ha tenido acceso ABC, dice: «Las cabras se eliminarán del interior de la reserva y se introducirán políticas para minimizar el impacto de nuevas especies herbívoras» porque «de esta manera se eliminará un factor clave de amenaza en la recuperación del hábitat».

El Cabildo de Gran Canaria, formado por una coalición donde Podemos tiene la Consejería de Medio Ambiente, cuyo titular, José Manuel Brito, tomó posesión suspendido de militancia en junio de 2015, al igual que en 2014 planteó el PP, ha meditado trasladar esas cabras a otras zonas de la Isla. El problema es el control de estos animales y su complejo acceso para ser ubicarlos en otros escenarios.

Un grupo de interés liderado por el sacedote Fernando Báez defiende la teoría de ser entregada a ganaderos para su explotación y defensa de la raza caprina canaria. De acuerdo con el Gobierno de Canarias, la ganadería basada en nuestras razas autóctonas ha constituido tradicionalmente una producción de «incalculable riqueza». En materia de cabras, las razas autóctonas canarias son, de acuerdo con el Catálogo Oficial de razas de España, la cabra tinerfeña (hay dos tipos), la cabra palmera y la cabra majorera.

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