POLÉMICA

El multitudinario entierro de un motorista que ha causado indignación en Tenerife

Los asistentes, que no todos llevaban mascarilla, superaron el aforo permitido a los entierros en la Fase 2 de la desescalada

Javier Alonso Gutiérrez

El pasado viernes fallecía en un accidente de tráfico Marcos Gutiérrez Rosillo , un tinerfeño de 36 años, impactar contra un bordillo de la vía y salir despedido. Sin embargo, el impacto que generó su pérdida en su pueblo, Guía de Isora, provocó que su entierro, celebrado este lunes, haya sido el centro de una gran preocupación en la isla, así como la indignación de aquellos que no han podido velar o despedirse de sus seres queridos como les hubiera gustado por «culpa» de la pandemia.

Más allá de superar el aforo permitido para estos actos, los asistentes no cumplieron con las indicaciones sanitarias como mantener la distancia de seguridad de los 2 metros ni llevar puesta la mascarilla. En lugar de ello, los presentes decidieron acercarse al féretro, bailando y cantando un rap que el propio Marcos había compuesto.

El trágico accidente

Según informó el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del 1-1-2, Marcos Gutiérrez -«un apasionado del motor», según sus amigos- perdía la vida el pasado viernes 22 al impactar con su moto en un bordillo de la autopista TF-1 a la altura de Candelaria. El incidente provocó que la víctima saliera despedida del vehículo y recibió un golpe fatal, que impidió que el Servicio de Urgencias Canario pudiera reanimarle cuando allí se presentó.

Un entierro autorizado que se «desbordó de

Una vez se dio a conocer el fallecimiento, Moteros Unión Sur, una asociación de motoristas -con la que Marcos tenía vinculación- del sur de Tenerife, propuso al Ayuntamiento de Guía de Isora rendirle un homenaje durante su despedida. El consistorio, puesto que «era un vecino muy querido en el municipio» , aceptó y permitió el acompañamiento de féretro «exigiendo siempre el cumplimiento de la nueva normativa» sanitaria.

Una vez autorizado, el ayuntamiento sureño encargó un dispositivo de seguridad para los dos entierros que tenían previsto, y un equipo de la Policía Local, con apoyo de efectivos de Ayuda en Emergencias Anaga, fueron quienes acudieron e informaron a los asistentes de la importancia de cumplir con las normas. No obstante, fuentes cercanas del propio consistorio reconocen a ABC que, «de un momento a otro, la situación se desbordó de manera imprevista » y que «nunca se imaginó que tuviera tanta repercusión» como para atraer a tantos vecinos.

Los más de cien presentes que se congregaron en el sepelio (muy superior a los 15 permitidos en estos actos) ni guardaron la distancia de seguridad y apenas la mitad cumplía con la normativa de llevar puesta la mascarilla. Mientras los operarios de la funeraria comenzaron a desmontar las coronas del coche, comenzaron a rugir varias motocicletas mientras sonaba una de las canciones que había escrito el jove n Marcos, al tiempo que los presentes llevaban el ritmo con las palmas.

Cuando los operarios, ayudados de familia y amigos de la víctima, sacaron el féretro del vehículo, varios asistentes se acercaron al féretro para «tocarlo y besarlo» antes de entrar al cementerio con gritos de «¡bravo!» y «¡arriba, Marcos!» . «Lo echaremos mucho de menos», añadía emocionado Miguel, un representante de Moteros Unión Sur. Desde el Ayuntamiento de Guía de Isora, han «lamentado profundamente» lo sucedido , así como el «malestar» generado en la isla ante el riesgo de un posible rebrote del virus.

El Gobierno de Canarias investiga lo sucedido

Ante lo sucedido y el elevado riesgo de repunte de contagios que hay ahora en el sur de la isla de Tenerife, el Gobierno de Canarias ha pedido a la Policía autonómica que se abra una investigación sobre el entierro requiriendo que «se depuren responsabilidades» por la concentración de personas.

La Consejería de Sanidad ha mostrado su «preocupación e inquietud» ante estos hechos, y ha recordado lo que puede ocurrir ante una «relajación del confinamiento», como le ocurrió a una familia tinerfeña que convivía en un mismo edificio y se ha saldado con 9 de sus 14 miembros contagiados por coronavirus. Por ello, desde la consejería se ha insistido en esclarecer los hechos y, si fuera necesario, «establecer las sanciones pertinentes» .

Un «fanático» del motor y del rap

Marcos Gutiérrez, de 36 años, era un tinerfeño «fanático del motor» y de la música, «sobre todo del rap», género de varias canciones que escribió con sello propio. Padre de una hija de siete años, su pasión por las dos ruedas marcó su vida, hasta tal punto que ni el fallecimiento de su padre, hace varios años, en otro accidente de moto le quitó las ganas de «sentir el viento en la cara» como tanto le gustaba.

El tinerfeño, natural de Guía de Isora, era muy querido en su pueblo, aunque residiera en Candelaria. «Nunca he conocido a una persona tan buena como él» , informaron a este periódico un grupo de amigos que se mostraron muy afectados por la pérdida, pues «era un chico que siempre tenía detalles con todo el mundo ».

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