Caso Yeremi Vargas: claves y preguntas que quedan por responder

Tras 14 años, la Guardia Civil reabre el caso por la desaparición de Yeremi Vargas

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La madre de Yeremi Vargas, Ithaisa Sánchez, con un retrato de su hijo

ABC

Han pasado más de 14 años desde que el pequeño Yeremi Vargas desapareciera en Vecindario, Gran Canaria, mientras jugaba en un descampado cercano a la vivienda familiar. Ahora, la Guardia Civil trata de recabar más pruebas sobre el caso y se centra en un único sospechoso: Antonio Ojeda , alias ' El Rubio '. El juez ha reabierto diligencias por petición de la familia, que ha aportado nuevos indicios.

El pequeño desapareció el 10 de marzo de 2007 y, desde aquel fatídico día, nada se sabe sobre su paradero. Ahora, la familia vuelve a ver algo de luz y espera que, con todo, el caso pueda resolverse finalmente. «Estamos muy contentos», aseguraba en un vídeo colgado en sus redes Ithaisa Suárez , madre del niño. En él pedía conocer la verdad sobre lo ocurrido y recuperar los restos de su hijo para darles sepultura, pues la esperanza de que Yeremi siga vivo es prácticamente nula.

La desaparición

Yeremi Vargas , como señaló su tía, Milagros Suárez, era un niño «tímido y asustadizo» que no se habría ido por su cuenta. Por ello, cuando el sábado 10 de marzo de 2007 desapareció mientras jugaba con sus primos, de 9 y 5 años por aquel entoces, en el solar contiguo a la casa de la abuela materna, Herminia Santana, en el barrio de Los Llanos, en Vecindario (Gran Canaria), las primeras investigaciones se centraron en la familia, las amistades, los profesores del pequeño y sus vecinos.

Un operativo de más de 400 personas rastreó durante días la isla, por tierra y mar, para encontrar a Yeremi. Se rastrearon pozos, solares, invernaderos, obras, y diferentes zonas costeras y marítimas, pero todo fue en vano.

Nueve días después de la desaparición, la Guardia Civil detuvo a un joven de 27 años , vecino de Agüimes, acusado de un supuesto delito de extorsión a la familia. El hombre había llamado a la vivienda de Yeremi Vargas para pedir 6.000 euros a cambio de la liberación del pequeño. Sin embargo, pronto se descartó la posibilidad de que el chantajista estuviera relacionado con el secuestro del niño. Solo había fingido ser el secuestrador para lucrarse.

Investigaciones de pederastia

Otra de las líneas principales de investigación que se trató durante los primeros años fue que el pequeño hubiera sido secuestrado por algún pederasta y subido a un vehículo. De hecho, en 2007 se detuvo a un hombre acusado de tratar de raptar a una niña de 11 años cuando se encontraba cerca de su casa, en el mismo pueblo en el que Yeremi desapareció . El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Telde, en Gran Canaria, decretó su inmediato ingreso en prisión sin fianza. La Audiencia Provincial de Las Palmas condenó al acusado a seis años de cárcel, pero no pudo probarse que el individuo hubiera participado también en el secuestro de Yeremi.

En el año 2010 se destapa el conocido como ' caso kárate '. Fernando Torres Banea , excampeón nacional de kárate, figura de este deporte y responsable de una academia de artes marciales de Gran Canaria en funcionamiento desde 1981, fue condenado a 302 años de cárcel por el mayor proceso por pederastia juzgado hasta la fecha en España. La Policía Nacional registró la casa del karateca para encontrar algún indicio que pudiera ayudar a conocer el destino que había sufrido Yeremi, pero no hallaron en la vivienda nada que pudiera relacionar al criminal con la desaparición.

En 2012 las autoridades trabajaron en diferentes hipótesis y llegaron a investigar a 195 personas acusadas de pederastia , menores de 65 años y con delitos a menores de 15 años, así como a 15 presos de las mismas características y a varias personas de la isla con antecedentes similares o relacionados con este tipo de delitos.

Antonio Ojeda, 'El Rubio'

En 2016 se localizó a un nuevo sospechoso, Antonio Ojeda , conocido como ' El Rubio ', que se encontraba preso en la cárcel de Algeciras, en Cádiz, tras haber sido condenado en 2012 por abusar sexualmente de un menor. El hombre, que cuando desapareció Yeremi vivía a escasos 50 metros de la casa familiar del pequeño, fue trasladado a la cárcel de Juan Grande, al sur de Gran Canaria, para que compareciera ante un juez en el mes de julio. Sin embargo, se negó a ofrecer muestras de ADN y a prestar declaración.

Unos meses más tarde, un compañero de celda de Ojeda aseguró que el acusado había dicho que el responsable de la desaparición del niño era un vecino suyo, llamado 'El Tani'.

«Están muy equivocados. Lo que pasa es que tuve la mala suerte de ver lo que ocurrió. Lo hizo otro, un vecino mío, un desgraciado que se llama ' El Tani '», relató en su día a los investigadores el compañero de celda de 'El Rubio'.

Otro compañero de celda de Ojeda aseguró que el sospechoso había dicho que el caso de Yeremi se le había ido de las manos y que por eso tuvo que hacerlo desaparecer . No obstante, el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana, encargado del caso desde que el niño desapareció, no vio pruebas ni indicios sólidos que incriminasen a Antonio Ojeda, y archivó las diligencias abiertas contra él. En 2018 la Audiencia de Las Palmas ratificó la decisión.

El caso se reabre

García Montes , abogado de la familia del menor, presentó ante el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana una solicitud de reapertura del caso en el mes de julio. En este documento, de 45 páginas, al que ha tenido acceso ABC, se apunta nuevamente a Antonio Ojeda como principal sospechoso.

Entre los indicios apuntados destaca un detalle. 'El Rubio' le dijo a su compañero de celda que Yeremi «estaba azul» por lo que «lo tuvo que desaparecer». Esta declaración apunta a que se pudo usar algún tipo de producto o disolvente para adormecer al niño que le causó la muerte, y es que Yeremi sufría de insuficiencia respiratoria desde su nacimiento, un dato que solo conocía la familia cercana y no había sido comentado.

Por otro lado, en el escrito también se incluyen las declaraciones de la la expareja de «El Rubio», quien recuerda que este le dijo el color de las gafas del pequeño , unas gafas diferentes a las que llevaba en las fotos que se difundieron para encontrar al menor y cuyo color y modelo no habían sido revelados.

Ojeda se sitúa a sí mismo como testigo de los hechos, tal y como aseguró en una entrevista del programa Espejo Público , la cual no se añadió al procedimiento porque por aquel entonces no se le investigaba como sospechoso.

'El Rubio' poseía por aquel entonces además un coche blanco con una pegatina con iconos de palmeras en la parte posterior y llevaba siempre una gorra como parte de su indumentaria. Uno de los testigos, un niño de 11 años de edad, identificó al conductor de un coche sospechoso que se encontraba por la zona cuando desapareció Yeremi como un varón con gorra y recordaba una pegatina con palmeras en la parte posterior del vehículo.

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