Coronavirus

El Gobierno aragonés interviene la residencia de Teruel que denunció estar abandonada por las autoridades

Frente a la denuncia lanzada por los trabajadores, el Ejecutivo aragonés niega que les faltara material

Trabajadores del Asilo San José de Teruel recibiendo instrucciones de personal del Gobierno aragonés

R. P.

El Gobierno aragonés ha intervenido y tomado el control total de tres residencias de ancianos de la región desbordadas por el coronavirus. Una de esas tres residencias es el Asilo San José de Teruel cuyos trabajadores grabaron el viernes un video en el que denunciaban estar abandonados por las autoridades y sin medios de protección para hacer frente al Covid-19. En este centro hay un grave foco de contagio de coronavirus, han muerto siete ancianos y hay un elevado número de contagios.

La denuncia de los trabajadores, que corrió por las redes sociales, fue contestada por el Gobierno aragonés. Desde la Consejería de Ciudadanía y Derechos sociales se negó que hubiera problemas asistenciales y, en contra del testimonio de los empleados afectados, aseguró que el geriátrico estaba funcionando «con normalidad».

Sin embargo, pese a esa «normalidad», ha decidido intervenir esa residencia para garantizar su funcionamiento en adecuadas condiciones sociosanitarias.

Hay que tener en cuenta que la Consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno aragonés es la responsable de garantizar la calidad asistencial de las residencias de ancianos, sean públicas o privadas. Esa tarea recae específicamente en el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, organismo dependiente de esa Consejería.

Este sábado, la responsable del Departamento de Ciudadanía, la socialista María Victoria Broto, volvió a negar que hubiera problemas asistenciales graves en ese geriátrico de Teruel, pese al llamamiento de auxilio que ayer lanzaron en video sus trabajadores. Broto también afirmó que, ayer mismo, personal de la Administración autonómica se desplazó a esa residencia y asegura que disponen de medios de protección suficientes.

Pese a eso, el Gobierno de Aragón ha intervenido por completo esa residencia que depende de una congregación de religiosas. No solo ha tomado el control desde el punto de vista de la gestión asistencial, sino también sanitaria.

Broto ha explicado que lo mismo han hecho con la residencia Los Olivos de Huesca y con el geriátrico de Épila (Zaragoza), cuyo alcalde lanzó hace días un bando en el que también criticaba la falta de ayuda recibida para que en el centro pudieran hacer frente a la grave situación que sufrían por el coronavirus.

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