General Motors España vuelve a los beneficios tras disparar sus ventas un 19% en un año

Pese a las pérdidas que arrastra el grupo a nivel europeo, España ha vuelto a ser rentable para la estadounidense General Motors (GM). Su división española, con epicentro en la factoría de Figueruelas (Zaragoza), cerró el último ejercicio con unos beneficios contables de 291,6 millones de euros, que contrastan con los 40,16 millones de pérdidas que se anotó en 2014.

Las cuentas de 2015 acaban de ser presentadas por la dirección de la compañía a los representantes sindicales del comité de empresa de Figueruelas. En ellas aparecen importantes inyecciones extra por operaciones ajenas al negocio, caso de ingresos atípicos por ajustes de contabilidad. Pero lo más significativo, y lo que apuntala el regreso a la senda de los beneficios, es el fuerte aumento de las ventas registradas por el gigante estodunidense GM en España y su capacidad para meter en cintura los gastos de explotación.

Esto último a pesar de que el ajuste en absoluto se ha producido en el apartado de salarios, que -otro dato destacable- aumentaron durante el último ejercicio.

Así, los gastos de personal aumentaron el año pasado en alrededor de 5 millones de euros. La plantilla ha salido reforzada con el aumento del negocio de GM España.

Donde se ha concentrado el ajuste de costes es en el apartado de «otros gastos de explotación», que se redujo en casi 180 millones de euros el año pasado en comparación con 2014.

Por su parte, las ventas de GM España se dispararon durante el último ejercicio un 19%, hasta alcanzar los 4.523 millones de euros, 724 millones de euros más que en 2014.

El año pasado GM produjo en su factoría aragonesa unos 360.000 vehículos, un 12% más que en 2014. La capacidad máxima de producción de esta planta ronda las 480.000 unidades.

La compañía se encuentra inmersa en un plan de rejuvenecimiento de plantilla que supondrá la incorporación de 1.400 nuevos trabajadores hasta el año 2018.

General Motors cuenta con 5.400 trabajadores en su factoría de Figueruelas, de la que dependen miles de empleos más en industrias aragonesas que le suministran componentes.