Juan Fernández-Miranda

¿Nos vemos en los tribunales?

Matar al mensajero, desprestigiar a la policía, hacerse la víctima o directamente mentir ... todo con tal de ocultar la verdad

Juan Fernández-Miranda
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Conviene aclararle a Pablo Iglesias que los periódicos no estamos para poner querellas, sino para informar a los ciudadanos. Tras la información publicada ayer por ABC, el líder de Podemos animó «a acudir a los tribunales a quien pueda hacerle una imputación a Podemos». ¿Y si le damos la vuelta al argumento, señor Iglesias? Desde aquí, le animo a que sea usted quien visite los juzgados si tiene alguna duda, por nimia que sea, sobre la veracidad de todas y cada una de nuestras informaciones sobre los pagos de Venezuela a CEPS. ¿O es que acaso Hugo Chávez no ordenó pagar 7,2 millones de dólares a la Fundación CEPS? ¿No es verdad que el exministro Isea declaró ante la UDEF que eso fue así? ¿No son ciertos los documentos publicados por ABC?

Los políticos disponen de múltiples métodos para desviar la atención cuando la prensa desvela un asunto que evidencia con pruebas una realidad que les es incómoda, ya sea porque les incrimina en un asunto turbio, porque desmonta su discurso o porque revela que han mentido. En su todavía corta carrera política, Iglesias ha recurrido a todas ellas. Todo vale con tal de no responder a lo que se te pregunta.

Los dirigentes de Podemos dijeron de todo, menos referirse en concreto a la información publicada. La primera técnica, y la más antigua, es descalificar al mensajero: «Buena parte de los periodistas que nos siguen están obligados profesionalmente a hablar mal de nosotros» (Iglesias, 21 de abril). Si con atacar a la prensa no es suficiente, se puede recurrir a desprestigiar a la Policía: «Es muy grave que se haya estado utilizando a policías para investigar a una formación política» (Iglesias, ayer). Esta es la técnica de la conspiración, porque el líder de Podemos y compañía no dudan dar credibilidad a los informes de la UDEF cuando a quien se acorrala es al PP o al PSOE.

Una tercera posibilidad es el victimismo: «Ojalá se hubiera investigado igual a todos los partidos» (Irene Montero, ayer en TVE). ¿Es que acaso los tribunales y la Policía no han investigado al PP, al PSOE, a IU o a CDC?

Otra opción consiste en hacer un batiburrillo, mezclarlo todo y no responder a nada: «Que se dejen de fabricar titulares para que podamos hablar de política, y que nos dejen discutir de educación, sanidad o pensiones». ¿Fabricar titulares? ¿Es que el exministro chavista no dijo lo que dijo?

La última es directamente no decir la verdad: «Estoy encantado de que se investigue», dijo ayer Iglesias. Mentira. ¿Nos vemos en los tribunales?

Ver los comentarios