PSOE contra Ciudadanos: la única pugna intrabloques y de la que puede depender la gobernabilidad

Los socialistas no descartan acuerdos futuros y tratan de cortejar a los electores de Rivera, que asegura que sigue teniendo un saldo positivo de voto respecto al PSOE

Pedro Sánchez junto a Albert Rivera en junio de 2016 Ángel de Antonio
Víctor Ruiz de Almirón

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La única bolsa de transferencia de votos entre bloques es la que se produce entre PSOE y Ciudadanos. Antaño socios, el retorno de Pedro Sánchez a la secretaría general de los socialistas cambió, tal vez para siempre, las relaciones entre ambos partidos. La moción de censura y la estancia de Sánchez en La Moncloa han amplificado esa fractura.

Una de las grandes dudas que abrirá el ciclo electoral es esa, si el actual veto que la Ejecutiva de Ciudadanos ha impuesto a pactos con el PSOE se mantendrá o se diluirá en caso de que los resultados electorales propicien esta alianza. «Ahí tengo más dudas. En el señor Rivera las cosas caducan rápido» , aseguraba ayer el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. De momento, Albert Rivera no se desdice de una decisión mientras los socialistas hacen la jugada inversa: no descartar el acuerdo con Ciudadanos a la vez que tratan de alimentar el descontento entre sus electores.

El PSOE envió ayer una carta firmada por su presidenta, Cristina Narbona, en la que manifestaba a Rivera su «pesar» por la decisión de Ciudadanos de extender «una suerte de cordón sanitario para aislar al PSOE de cara al escenario postelectoral del próximo 28 de abril».

El PSOE lleva desde el otoño de 2017 con una campaña para derechizar a Ciudadanos y escorarlo hacia el PP, tendencia agudizada tras la aparición de Vox en escena. Los socialistas escenifican ahora un enfado con Rivera que no es tal. En la formación están convencidos de que la decisión de Ciudadanos les viene bien porque corrobora su discurso y les abre espacio electoral en el centro. Ayer lo dejaba claro Ábalos en rueda de prensa al tratar de atraerse a esos votantes: «Ese elector al PSOE le merece muchísimo respeto. Y vamos a tratar de que encuentren oferta que se adecue a esta expectativa. Sentimos que hay un espacio de centralidad política que no tiene una referencia por aquellos que aspiraban a ello»,

La misiva es por tanto una victimización que tampoco se corresponde con el trato que Sánchez como presidente ha concedido a Rivera. En nueve meses como presidente, Pedro Sánchez ha recibido varias veces en Moncloa a Pablo Iglesias. Y también ha pisado la residencia presidencial Quim Torra. Incluso Sánchez recibió a Pablo Casado . Hay por tanto una estrategia de distanciamiento hacia Ciudadanos por parte del PSOE desde hace tiempo que casa mal con el lamento que expresa esta misiva.

Toda la carta es una sucesión de consignas para seguir acusando la decisión de Ciudadanos: «Su decisión de priorizar los acuerdos con fuerzas de la extrema derecha no sólo es imposible de explicar; es imposible de entender viniendo de una organización que se dice a sí misma liberal y europeísta. Sólo desde el miedo se puede explicar tal incoherencia. El miedo a la fuga de votos hacia esa extrema derecha a la que usted abre la puerta con enorme irresponsabilidad», escribe Narbona.

Rivera, preguntado por esta carta, no cambió de postura: «Para mí no merece ningún respeto una persona que ha sido capaz de pactar con los que quieren liquidar mi país. ¿Cómo quiere que yo apoye a este señor?».Narbona en su carta juega con el daño que Vox puede hacer a Cs: «Ni siquiera el temor a perder votos en el concurrido espacio electoral de la derecha puede justificar que usted invoque los mismos argumentos y consignas que exhiben los extremistas. Consignas contrarias al espíritu del consenso constitucional».

Esa es ahora la prioridad en Ciudadanos, donde reconocen que la actual presencia de Vox en las encuestas supera sus expectativas. En la formación de Rivera defienden, no obstante, que todavía siguen teniendo un saldo positivo de votantes. Fuentes de la dirección de la formación naranja aseguran que el saldo de votantes, la diferencia entre los que gana y los que pierde respecto a un partido, sigue siendo positivo para ellos. « Entre 100.000 y 250.000 votantes en función del sondeo», aseguran. Lo que en cualquier caso muestra una extrema volatilidad que preocupa en la formación de Rivera. No obstante, aseguran que «lo importante es que después del anuncio de no pactar no se nos van votantes» .

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