Un miembro de la Salvatrucha 13 es detenido en El Salvador, país donde surgieron las maras
Un miembro de la Salvatrucha 13 es detenido en El Salvador, país donde surgieron las maras - LUIS GALDÁMEZ

Programa 34: el plan criminal de la Salvatrucha 13 para España

Treinta y seis mareros de 5 clicas intentaron extender el poder de esa mafia a nuestro país

MADRID Actualizado: Guardar
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El 31 de diciembre de 2013, con la mayor parte de los españoles preparándose para la Nochevieja, representantes de cinco clicas (grupos) mareros se reunían en IBI –las originarias «Big Crazy» de esa población alicantina y «Providence» de Madrid, además de otras tres que aparecieron más tarde en Cataluña– y acordaban la creación del Programa 34; es decir, la unión de todas ellas en una misma organización dependiente directamente de la Salvatrucha 13, una de las principales maras que operan en El Salvador.

Se trataba de un salto cualitativo sin precedentes, que confirmaba los peores augurios de los expertos en crimen organizado de las Fuerzas de Seguridad: la llegada de las temidas maras a España ya era un hecho y había que cortar de raíz esa implantación para evitar consecuencias muy graves para la seguridad en España.

La Jefatura de Información de la Guardia Civil fue la que lideró la investigación, dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ibi e impulsada por la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado. El resultado, el procesamiento de 36 mareros y cuatro individuos más que colaboraban con ellos en el tráfico de drogas acusados, además de narcotráfico, de pertenencia a organización criminal, asesinato en grado de tentativa, blanqueo y tenencia ilícita de armas.

El inicio de las pesquisas, en 2013

El origen de la investigación se remonta a marzo de 2013, después de que se produjera una pelea entre la clica de Ibi con un grupo de rumanos, y a los posteriores intentos de venganza en los que los mareros planearon varios asesinatos. Las pesquisas abiertas por la Guardia Civil confirmaron entonces la implantación de la Salvatrucha 13 en España y, lo que era aún más delicado, las conexiones directas de sus líderes con la cúpula de la organización en El Salvador, la cuna de este tipo de criminalidad organizada.

El seguimiento de la clica «Big Crazy» asentada en la citada localidad alicantina permitió a los investigadores llegar hasta el resto de grupos que actuaban en España. Pero sobre todo se conoció la reunión de los máximos responsables de cada una de ellas en Ibi en la que, como ya se ha señalado, se acordó, de acuerdo con las órdenes recibidas desde El Salvador, la creación del Programa 34 para España.

Las intervenciones telefónicas posteriores a esa cita son elocuentes. Por ejemplo, el 5 de febrero de 2014 se produce una multillamada entre varios de los mareros vigilados en la que un hombre, que posiblemente habla desde un país suramericano, pregunta a sus interlocutores cuántas clicas hay en España, cuáles son sus nombres y las placas (apodos, en su argot) de los dirigentes. Después de recibir de forma detallada la información que ha pedido, el desconocido les explica que «el barrio» (en referencia a la Salvatrucha 13) les va a mandar dinero y que ellos son los que deben decirdir dónde invertirlo, al tiempo que les recuerda que deben tener muy presentes las normas de la mara.

Esa sumisión a los jefes de la Salvatrucha 13 en El Salvador –la llamada «Mesa de la Ranfla»– queda asimismo demostrada por otra conversación del 21 de diciembre de 2013; es decir, unos días antes de la reunión en la que se constituye el Programa 34. De nuevo es una multillamada y en ella el «ranflero» (miembro de la «Mesa de la Ranfla) les advierte que quiere que todos (en España)se rijan por las mismas reglas y que el discurso que se oiga en las cárceles en ese país sea el mismo que se escuche en nuestra nación; es decir, que todos «corran en la misma línea».

Las 35 normas mareras

Así se hizo y de hecho entre la documentación intervenida a uno de los jefes de una de las clicas de Cataluña se encontró un papel con las 35 normas de la Mara Salvatrucha para el «Programa 34 España». El documento fue enviado desde El Salvador.

Las investigación de la Jefatura de Información de la Guardia Civil sitúan al jefe de la clica «Big Crazy» de Ibi como «corredor del programa»; es decir, el jefe de la Salvatrucha 13 en España, la persona que dirigía el Programa 34 y tenía contactos con la «Mesa de la Ranfla» en El Salvador. Se trata de Esteban Arnulfo Naviti Mejía, alias «Darjin», encargado de «hacer crecer el Barrio» en nuestro país.

Este individuo asistió y organizó varias reuniones orgánicas a nivel nacional y se pudo comprobar cómo tras la creación del Programa 34 los jefes de otras clicas le comunicaban cualquier novedad. En varias citas, controladas por los investigadores, se aplicaron duros castigos a mareros que habían incumplido alguna de las normas. Las normas internas precisan que esas sanciones pueden ir desde recibir una paliza hasta la muerte. El 1 de enero de 2014, al día siguiente de la reunión de constitución del Programa 34 «Darkin» recuerda a su interlocutor que «quien no cumple los puntos y la disciplina van a recibir una gran talegada de diez minutos para que no se falten al respeto entre hermanos». Asimismo, los agentes vigilaron el rito de iniciación para entrar en la mara –«dar el brinco»–, que incluye soportar golpes de los compañeros 13 segundos.

Cuota mensual

«Darkin» también ordenó la imposición de una cuota de 100 euros mensuales por cada uno de los miembros de una clica, que debían ingresarse en una cuenta bancaria común. Asimismo, estaba al corriente de las operaciones de tráfico de drogas que se estaban preparando. Junto a él trabajaba su hermano Pablo Antonio, alias «Bigman», que asumía el liderazgo en ausencia de su hermano.

Tras la «Big Crazy» la clica con más poder del Programa 34 era la «Providence», instalada en Madrid. Su líder, Carlos Alberto Hernández Pineda, alias «el Negro», era el número 2 a nivel nacional del Programa 34. En su declaración ante el juez admitió ser miembro de las maras y reconoció que se imponían castigos físicos en ellas.

Además de la «Providence», formaban parte del Programa 34 la «Dementes Locos» y «Demonos» de Barcelona, dirigidas por Jonathan Piñero, alias «Guasca» y Luis Miguel Segarra, alias «Potro», respectivamente, y la «Normandi» de Gerona, mandadas por Kenni Antonio Sosa Madariaga, «Virus».

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