El primogénito del clan usó testaferros hasta que el «president» dejó la política

Jordi Pujol Ferrusola siguió algunas cautelas en sus negocios mientras su padre presidía la Generalitat, principalmente no aparecer al frente de las sociedades que usaba para facturar comisiones ilegales a contratistas públicos. Así lo acreditó ABC gracias a las bases de datos históricas de distintos registros mercantiles.

La principal empresa del primogénito del clan, Iniciatives Marketing i Inversions S.A., fue creada por testaferros vinculados al polémico abogado de Jordi Pujol padre, Joan Piqué Vidal. La sociedad, que ha acumulado 18 millones de euros en activos, se puso en marcha en el epicentro de la etapa de Jordi Pujol al frente de la Generalitat, el 15 de noviembre de 1993 (llevaba 13 años como presidente catalán y aún le restaban otros 10).

Fue registrada con el capital mínimo permitido, 500.000 pesetas (unos 3.000 euros). Entre los accionistas fundadores no había ni rastro de la familia Pujol. En su lugar aparecen dos personas sin aparente relación con el clan Pujol: Santos Hernández Fox y Javier Villalba Catalá.

Fuentes próximas a Piqué Vidal aseguraron a ABC que se trata de hombres de paja que trabajaban para el despacho del abogado que contrató Jordi Pujol en el caso Banca Catalana. El letrado reconoció a ABC su vinculación con los creadores de la empresa de Pujol Ferrusola, pero asegura que «lo hicieron por su cuenta, yo no intervine».

Villalba Catalá y Hernández Fox creaban sociedades y las vendían. Muchos de sus clientes no registraban los cambios para no figurar en bases de datos públicas. La principal empresa de Jordi Pujol Ferrusola nació con el nombre de Akendo S.L.; se transformó primero en Natural Stone Marketing Center S.A.; y luego en su actual denominación, Iniciatives Marketing i Inversions S.A. (la sociedad es la misma, conserva el CIF y nunca se dio de baja).

«Venta de mármol»

La compañía fue creada, según refleja el Registro Mercantil de Barcelona para «comprar y vender en todo el mundo mármoles, granitos y todo tipo de piedra natural». No en vano fue utilizada por los Pujol para el suministro de mármoles en la remodelación del aeropuerto de El Prat de cara a los Juegos Olímpicos de 1992.

Poco después de iniciar su andadura hubo una ampliación de capital y una reordenación de las acciones, pero ésta no fue inscrita en el Registro (la ley no obliga a hacerlo, es voluntario).

Los acontecimientos posteriores demuestran que en ese momento la familia Pujol tomó el control de una empresa que, de cara al Registro Mercantil, era de unos tales Villalba y Fox. Pujol Ferrusola figuró como vicepresidente de la empresa, pero, en teoría, el dueño de la empresa no era él, sino quienes la crearon.

El 6 de julio de 2006, dos años y medio después de que Jordi Pujol dejara la presidencia de la Generalitat, su hijo mayor apareció en el cuadro directivo de Iniciatives Marketing i Inversions S.A., donde hoy continúa como apoderado. La administradora única de la empresa es Mercè Gironés, su exmujer.

Otra de las empresas de Pujol Ferrusola investigadas en la Audiencia Nacional, Active Translation, dedicada a las inversiones en inmuebles y acciones, fue creada en 1996, pero el primogénito del clan no aparecería hasta 2010 como administrador único. En el mismo año se registró Iberoamericana de Business and Marketing S.A. y también en 2010 afloró el primogénito del histórico expresidente catalán y dirigente de CiU, que figura en el Registro Mercantil de Barcelona como liquidador.

Otra de sus sociedades clave es Inter Rosario Port Services, utilizada para hacerse con la gestión de Puerto Rosario, una zona franca en Argentina. Fue inscrita en 2001, pero Pujol Ferrusola figura en el Registro Mercantil como apoderado sólo desde 2010.

Tras salir su padre

Por su parte, Project Marketing Cat, que se dedica al negocio inmobiliario, echó a andar en 2002 y el nombre del hijo de Jordi Pujol Ferrusola figura como apoderado desde 2004, unos meses después de que su progenitor dejara el Gobierno catalán.

Con CiU en la oposición, a partir de diciembre de 2013, el mayor de los Pujol Ferrusola tuvo que «reinventarse» para hacer negocios. Según publicó ABC en octubre de 2015 citando fuentes empresariales, «Junior» ofrecía sus servicios de intermediario a cambio de un 3 por ciento de comisión, aunque normalmente se tenía que conformar con menos porcentaje.

Si bien se trataba de operaciones entre particulares, sin obra pública por medio, el primogénito de Pujol y Marta Ferrusola prometía que cuando Convergència regresara a la Generalitat se «portaría bien» con sus clientes en las adjudicaciones. Así lo relataba a este diario un ejecutivo de una importante constructora catalana.

Una de las operaciones más lucrativas de Jordi Pujol Ferrusola fue obtenida en 2008 con su principal sociedad, la citada Iniciatives Marketing i Inversions. «Junior» obtuvo 12,74 millones de euros de beneficio bruto de una tacada, gracias a la partida de «otros ingresos de explotación».

La cifra es extraordinaria, máxime teniendo en cuenta que la sociedad solo contaba con un empleado. Desde el entorno de Jordi Pujol Ferrusola insisten en que «todos los fondos son de origen lícito» y que «así se demostró en un escrito remitido al juez Pablo Ruz», instructor del sumario hasta la llegada de José de la Mata.