Los Presupuestos del Estado, sin dinero para repetir las elecciones

Los Presupuestos Generales del Estado no tienen dinero consignado para costear unas nuevas elecciones generales. Así que si al final hay que convocarlas –como todo parece indicar–, tendrá que modificar las cuentas, bien quitando dinero de otras partidas, bien ampliando la dedicada a elecciones con suplementos de crédito.

Dicho de otra forma: o ese sobrecoste se paga gastando de menos en otras partidas presupuestarias, o sumará gasto público añadido del Estado que no estaba previsto. Y, en este último caso, acabaría computando como déficit añadido.

El importe no es desdeñable. Repetir las elecciones generales conllevaría un coste añadido que supera ampliamente los 150 millones de eurosque no existen en los Presupuestos Generales del Estado.

Cuando el Gobierno elaboró las cuentas para 2016, a mediados del año pasado, las elecciones generales estaban previstas para unos meses después, para finales del año pasado.

Pero no contempló la eventualidad de un endiablado resultado que pudiera forzar a repetir los comicios en 2016.

De ahí que la partida reservada a «procesos electorales» fuera dotada únicamente con 22,2 millones de euros. Solo se contaba con un escenario cierto de citas electorales autonómicas para 2016 en Galicia y en el País Vasco.

Si al final se tienen que convocar de nuevo elecciones generales, a esa partida le faltarán más de 100 millones de euros para sufragar simplemente la maquinaria oficial de organización y celebración de los comicios. Pero a eso habrá que sumar las subvenciones electorales que reciben los partidos que concurren a las elecciones generales y que obtienen escaño en Congreso y Senado, coste que va con cargo a otro epígrafe presupuestario distinto. Y por este concepto, las subvenciones electorales, el gasto extra que se tendría que afrontar con una repetición de elecciones generales podría incluso superar los 50 millones de euros.

En las elecciones generales de 2011, por ejemplo, los partidos que se presentaron se repartieron por subvenciones electorales unos 65 millones de euros, según el cómputo que en su día hizo el Tribunal de Cuentas.

Por su parte, la maquinaria oficial de organización y celebración de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre costó 130 millones de euros: 55 millones en gastos de personal y operativos de las administraciones públicas, 12,5 millones de euros en logística, asi 13 millones de euros en telecomunicaciones, cerca de 50 millones de euros en servicios prestados por Correos...

Nutridas subvenciones a los partidos

En cuanto a las subvenciones electorales a partidos políticos, están tasadas en varios conceptos. De una parte, se les entrega una subvención directa de 21.167,64 euros por cada escaño que obtienen en el Congreso o en el Senado. Por otra, se subvenciona cada voto que cosechan –siempre que al menos hayan obtenido un escaño–, a razón de 0,81 euros por voto obtenido en las listas al Congreso y 0,32 euros por voto logrado en las listas al Senado. Y a eso hay que sumar las subvenciones por envíos de propaganda electoral.