El presidente del Poder Judicial, a los funcionarios catalanes: «Nadie sufrirá por cumplir la ley»
Lesmes ha defendido la unidad de España y ha calificado de "inaceptables" los planes secesionistas
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes , ha arrancado su discurso en el solemne acto de apertura del Año Judicial señalando que «corresponde garantizar al Poder Judicial junto al resto de los Poderes del Estado» la unidad de España. En presencia del Rey Felipe VI y del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, Lesmes ha incidido en que el artículo 2 de la Carta Magna «residencia el fundamento constitucional de la indisoluble unidad de la nación española como basamento último, nuclear e irreductible de todo el Derecho de un Estado», en clara referencia al desafío secesionista de la Generalitat, que se adentra en una fase crítica en este mes de septiembre.
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La agenda de Junts pel Sí y de la CUP, que mañana celebrarán un pleno en el Parlamento autonómico en el que podrían aprobar la proposición de ley del referéndum como paso previo a su convocatoria por el Gobierno de Puigdemont , ha marcado el discurso del presidente del órgano de gobierno de los jueces, que ha dicho que «las voluntades unilaterales que pretenden disponer de la Constitución y que solo contemplan como mecanismo de preservación de lo que consideran más propio la ruptura o la separación, son inaceptables y violentan la propia democracia».
Lesmes alude al artículo 2 de la Constitución para defender la «indisoluble unidad nacional»
«Nadie sufrirá por cumplir la Ley», ha exclamado Lesmes, que ha llamado a todos los jueces a amparar a los servidores públicos, «de cualquier clase que sean», y a los «ciudadanos que puedan sentirse amenazados por el legítimo ejercicio» de los derechos reconocidos en la Constitución. Este mensaje busca tranquilizar a los funcionarios catalanes dispuestos a cumplir la ley contra los mandatos de Puigdemon t.
«El dolor asola nuestros corazones»
Con el recuerdo de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils del pasado 17 de agosto, Lesmes ha señalado que aunque «el dolor asola nuestros corazones y una rabia contenida turba nuestra esperanza, hoy nuestra determinación es mucho más fuerte». Así, ha clamado que «la libertad no se negocia, no está en venta», y ha pedido «unidad frente al miedo, firmeza institucional y solidaridad».
«Los trágicos sucesos de Barcelona, Cambrils, Londres, Bruselas, Berlín, Niza o Estocolmo no admiten margen interpretativo alguno. Matar no es cultura», ha sentenciado Lesmes, que también ha centrado su discurso en los retos que comporta la «incorporación masiva de población inmigrante». A este respecto, ha señalado que «hacen falta técnicas audaces para hacer de la diferencia étnica, lingüística, cultural o de creencias, una oportunidad de enriquecimiento mutuo».
Lesmes reclama una mayor iniciativa de los poderes públicos para solucionar el reto de los refugiados
Entre las paredes del vetusto edificio que alberga el palacio de justicia, el presidente del CGPJ se ha referido al drama humano que viven los refugiados que llegan a «nuestros países para salvar sus vidas», respecto de los que ha pedido mayor actuación por parte de los poderes públicos. «La respuesta a estos problemas no consiste en mantener una actitud acrítica y de neutralidad, que abre la puerta a la cultura de la indiferencia», sino una cultura en la que prime la «globalización de la solidaridad» como instrumento para la paz social.
El discurso de Lesmes también ha servido como presentación de la Memoria sobre el estado, funcionamiento y actividad del CGPJ y de los juzgados y tribunales. Según manifestó, «el número de asuntos ingresados ha disminuido en un 3,4 por ciento respecto de 2015, lo que en términos globales se traduce en que la tasa de litigiosidad se sitúe en 2016 en 124,9, cuando en 2015 era de 181,9, cifras favorables a las que se añade el descenso de los asuntos en trámite en un 8,3 por ciento».
Pese a ello, ha señalado que en los últimos años «la carrera judicial ha sufrido mermas en sus derechos estatutarios y en sus retribuciones, ha soportado incrementos notables en sus cargas de trabajo mientras que la planta judicial apenas ha experimentado crecimiento». Por ello, ha hecho un llamamiento a toda la sociedad para que a través de sus representantes políticos «mire a sus jueces y les ofrezca respuesta a sus necesidades». «Lo reclaman en beneficio de la propia sociedad», ha sentenciado.
