El PP intenta aplazar la guerra interna por la sucesión

El debate apunta a Feijóo, y la cuestión es si Rajoy seguirá en la oposición

La primera tarea será reorganizar la dirección del grupo en el Congreso y quién será el portavoz

Pedro Sánchez presidente el Gobierno tras ganar la moción de censura

Mariano Rajoy, junto a Rafael Hernando MAYA BALANYA
Itziar Reyero

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El PP vuelve al diván tras perder otra vez el poder de la forma más traumática. Ya les pasó en 2004, cuando el atentado yihadista del 11-M apartó a Mariano Rajoy de la Moncloa de manera imprevisible y hoy será derribado como presidente en la primera moción de censura que prospera en España. La caída del jefe precipita su relevo y desatará irremediablemente la lucha interna por el liderazgo del PP.

La conmoción era ayer total en filas populares, muchos de los cuales no asimilaban aún el golpe. «Esto no puede estar pasando», repetía una diputada tras escuchar el duelo Rajoy-Sánchez . Muchos cargos y asesores del Gobierno deambulaban por los pasillos del Congreso. Se escucharon «gritos» en la sala de Gobierno, donde María Dolores de Cospedal, pero también Soraya Sáenz de Santamaría y Fernando Martínez-Maillo , se esforzaron por apagar el conato de incendio interno de quienes pedían la dimisión de Rajoy. Hubo diputados, empezando por José Manuel García-Margallo , que reclamaron por la mañana un paso atrás del presidente para salvar el Gobierno. «DA IGUAL QUE EL PRESIDENTE DIMITA O NO DIMITA», escribió, en mayúsculas, la aún ministra de Defensa, dando el tono grave de la situación. El PP sería igualmente derrotado, en minoría.

Se intentó atajar un debate que ya está abierto de par en par. No aclaró Cospedal si Rajoy se quedará en la oposición , ni si permanecerá como presidente del partido, una opción mucho más probable. En el «núcleo duro» de Rajoy están convencidos de que no dará la espantada; al contrario, se quedará para procurar una transición lo menos traumática posible. Seguramente, en un congreso extraordinario, según apuntan varios cargos orgánicos. Hubo quienes ayer, desolados, hablaban de la necesidad de «refundación».

Pero el mensaje oficial de Génova es que el partido está centrado en otros relevos:los de los candidatos autonómicos y municipales para preparar la cita electoral de 2019. El PP trabaja hoy con la idea de que Sánchez intentará prolongar al máximo la legislatura, hasta 2020, por lo que ya habrá tiempo de afrontar quién se sitúa al frente. Todas las miradas se posan desde hace tiempo en el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien ayer envió un mensaje en clave de partido, para que el PP «mantenga la compostura». Se borró una vez más de las quinielas, sin éxito: «No tengo ningún protagonismo de poder. Soy presidente de la Xunta, y mi mandato finaliza en 2020», reiteró.

De momento, insisten fuentes de la cúpula, la prioridad es reorganizar la dirección del grupo parlamentario y el portavoz que llevará la batuta del PP en la oposición. El encaje será complicado porque convivirán, siga o no Rajoy, la mayoría de los ministros: todos menos el de Fomento, Íñigo de la Serna ; Economía, Ramón Escolano , y Exteriores, Alfonso Dastis . Rajoy comió ayer con muchos de ellos en un restaurante de la calle Alcalá, donde prolongaron la sobremesa varias horas.

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