Podemos rebaja su petición a seis años para el exjefe policial por el pendrive de los Pujol

El juicio se inició con una petición de hasta diez años y medio de cárcel que el partido político, acusación popular, ha reducido

Eugenio Pino, en una imagen de archivo EFE

EFE

La acusación que ejerce Podemos ha rebajado de 10 años y medio a seis y medio la pena que pide para el ex número dos de la Policía Eugenio Pino en el juicio del «pendrive» con información de los Pujol, en una jornada en la que la Fiscalía ha insistido en pedir la absolución: «Nos encontramos ante sospechas» . La Audiencia Provincial de Madrid ha dejado este viernes visto para sentencia el juicio al ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía, considerado por las acusaciones un representante de la llamada «policía patriótica», y a su subordinado, el inspector jefe Bonifacio Díez Sevillano, por el supuesto origen ilícito de un lápiz de memoria con datos de los Pujol que acabó en la Audiencia Nacional.

Un juicio que se inició con una petición de hasta 10 años y medio de cárcel que Podemos, acusación popular, ha reducido a seis y medio para Pino y a cinco años para Díez Sevillano al rebajar el delito de estafa procesal a tentativa y retirar el de falso testimonio para el inspector. Mantiene el de revelación de secretos. Ha sido la única novedad dado que tanto Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente catalán y acusación particular, como la Fiscalía han mantenido sus conclusiones.

El primero pide dos años y medio de prisión, mientras que el fiscal quiere que se les absuelva por no haberse probado «la existencia de un concierto previo» entre ambos para «introducir una prueba de origen falso en un procedimiento penal». «Nos encontramos ante sospechas», ha afirmado el fiscal, que considera que no se ha acreditado que el «pendrive» que recibió Pino en 2012 fuese el mismo que llegó años después a la Audiencia Nacional, una tesis que han rechazado las acusaciones.

Tampoco se ha probado que los archivos procediesen del ordenador de Pujol Ferrusola o que ambos mandos policiales «supieran» su contenido, ha dicho la Fiscalía, que estima que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía presentó «de forma autónoma» el «pendrive» al juez que investiga a los Pujol. Pero el letrado de Pujol Ferrusola, Cristóbal Martell, está por contra «convencido» de que los acusados vieron el «pendrive», con información sobre «la vida íntima, personal y familiar» del hijo del expresident, y que Pino ordenó enviarlo a la UDEF.

En su opinión, «engañan desde el minuto uno» cuando apuntan a la extinta agencia de detectives Método 3 como origen del dispositivo. Lo hacen, según el letrado de Podemos, Alejandro Gámez, para dar «apariencia de legalidad de que la información provenía de los registros judiciales» cuando, a su entender, «el origen solo puede ser ilícito».

Por contra, las defensas han seguido la línea trazada por la Fiscalía: la de Eugenio Pino ha asegurado que su defendido jamás «leyó» ni «hizo uso» de la información que contenía el «pendrive», y la de Díez Sevillano ha indicado que « nadie podía sospechar de su origen ilícito porque nadie vio su contenido». Solo Díez Sevillano ha hecho uso de su derecho a la última palabra para insistir en que no se considera «responsable» de las acusaciones.

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