El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro
El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro -  Inma Flores

El Gobierno da por perdido el apoyo del PSOE al techo de gasto

Rajoy cuenta con sus socios presupuestarios para superar el próximo obstáculo

Madrid Actualizado: Guardar
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En La Moncloa miran con enorme desconfianza al PSOE de Pedro Sánchez, sobre todo tras su último bandazo, relacionado con su cambio de voto en el Tratado de Libre Comercio con Canadá, que ha dejado realmente perplejo al equipo de Rajoy. Pero les salen las cuentas para saltar los próximos obstáculos de esta legislatura tan complicada. Superado el susto de un posible rechazo al tratado con Canadá, el siguiente reto del Gobierno será aprobar el techo de gasto de los Presupuestos de 2018, que se votará en la primera quincena de julio.

Aprobar el techo de gasto es un paso imprescindible para poder sacar adelante, en otoño, las cuentas públicas, y el Ejecutivo necesita formar otra mayoría en el Congreso.

Cada votación en el Parlamento se ha convertido en una negociación endiablada, en un juego de equilibrios y contraprestaciones y, sobre todo, en una operación de calculadora para tener más síes que noes. Pero en La Moncloa hay optimismo y ya no se mira al PSOE como colaborador imprescindible. El Gobierno de Rajoy contará con sus recientes socios presupuestarios para dar otro salto adelante esta legislatura.

Los Presupuestos de 2017 quedarán definitivamente aprobados el próximo lunes en el Senado, sin necesidad de volver al Congreso al no incorporar ninguna enmienda. A partir de ahí el Gobierno pondrá su foco en las cuentas del año que viene, y en ese primer escalón, quizás el más importante, la aprobación del techo de gasto. Se espera una subida en torno al 3 por ciento, similar al crecimiento del PIB, según explican en La Moncloa.

Motivos partidistas

En el Gobierno no encuentran motivos «realistas» para que el PSOE vote en contra, más allá de los puramente políticos y partidistas. Los socialistas dieron su «sí» a finales del año pasado al primer techo de gasto que presentó el Gobierno de Rajoy en su nuevo mandato. El PP, el PSOE y Ciudadanos formaron así una mayoría aplastante para que la legislatura pudiera echar a rodar. Claro que entonces Pedro Sánchez era un líder defenestrado en su propio partido, situación distinta a la actual.

Ahora, tras la vuelta del líder del «no es no» a la primera línea política, en el equipo del presidente se reconoce que no pueden contar con los votos del PSOE. «Presionaremos al Partido Socialista para que voten a favor, en todos los frentes, pero en realidad sabemos que no podemos contar con sus votos», confiesan en La Moncloa.

El PP tiene los 134 votos de su Grupo Parlamentario, más los dos de UPN y otro más de Foro Asturias, sus aliados electorales. Junto a ellos espera tener los apoyos de Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria, hasta llegar a 175 votos, justo la mitad de la Cámara. Le faltaría un voto más para asegurarse la mayoría, y de nuevo las miradas se detendrán en el único diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que se presentó en las listas del PSOE en las elecciones, pero votó a favor de los Presupuestos de 2017 tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Rajoy, que le permitió presentarse en su Comunidad como el rey Midas.

En esta ocasión, tanto en La Moncloa como en las filas de otros socios presupuestarios se cree que Quevedo se abstendrá, lo que sería suficiente también para romper un hipotético empate. «Lo anunciará en el último momento, para tener todo el protagonismo posible, pero lo hará», comenta una diputada que le conoce muy bien.

Compromisos en juego

Los acuerdos presupuestarios del Gobierno con sus socios «va más allá de 2017», por lo que «no tendría sentido» que ninguno de ellos votara en contra ahora, pues están en juego todos los compromisos que se alcanzaron, y que en realidad son millones para comunidades como el País Vasco o Canarias, explican en el entorno de Rajoy. «El acuerdo que firmamos con el Gobierno no se queda en los Presupuestos de 2017, es un compromiso más duradero», reconocen en Coalición Canaria.

El Gobierno «tocará» otras teclas, como la del PDECat. Los ocho diputados de la antigua Convergencia habrían sido socios seguros hace años, y el Ejecutivo no pierde la esperanza de lograr un acercamiento más estable. Pero este verano puede ser muy caliente por el desafío independentista, y el diálogo entre ambas partes está condicionado por ello.

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