El éxito de Vox y su débil mayoría desdibujan a Pedro Sánchez en la prensa extranjera

Pesimismo unánime ante la posibilidad de un desbloqueo y críticas al PSOE por haber «jugado» con la repetición electoral

Principio de acuerdo para formar Gobierno entre PSOE y Podemos en directo

Imagen, ayer, de los líderes de Vox

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El día en que Pedro Sánchez quedó otra vez primero en unos comicios generales, el New York Times, uno del los periódicos más influyentes del planeta, dedicó su titular a Vox. «La extrema derecha española gana en las elecciones», proclamaba el rotativo junto a una foto un tanto kitsch de Santiago Abascal y los suyos en el balcón, mirada al frente marcial por encima de un océano de ondeantes banderas rojigualdas. El gran medio norteamericano subrayaba dos de los otros ejes de la noche: que no parece que el bloqueo político esté más cerca ahora de resolverse que antes y que, definitivamente, el conflicto independentista de Cataluña ha impactado en la política nacional española. De hecho, el despegue de Vox entienden que ha sido la respuesta a ese desafío.

Pero no hace falta saltar al otro lado del Atlántico –donde nunca creyeron del todo que Donald Trump iba a llegar a tanto como para gobernarles–, para comprobar el enorme calado internacional que, en términos de preocupación, han tenido los resultados electorales de Vox. Y paralelamente, para apreciar el pesimismo casi unánime en torno a la posibilidad de que en España haya un gobierno salido de estas urnas.

Residual desde Franco

En Francia, país en el que saben mucho de contener a la derecha radical –y aún así, el partido de Marine Le Pen superó en los recientes comicios europeos al actual presidente, Emmanuel Macron– , la cabecera izquierdista Libération tilda de «impresionante ascenso» el triunfo de Vox, al que cuelga el apelativo de «gran ganador». «El surgimiento histórico de la extrema derecha, en un país donde había sido residual desde el final del régimen de Franco, está en gran medida vinculado a la tensión en Cataluña», estima el prestigioso periódico, que sentencia que el bloque español está «confirmado». El conservador «Le Figaro» titulaba directamente en la primera de su edición de papel «España, amenazada de estancamiento político».

La lectura no difiere mucho en Italia, que acumula experiencia de Ejecutivos cortos y frágiles, por cierto con la derecha dura de La Liga sentada en el penúltimo de ellos junto al Movimiento 5 Estrellas hasta este mismo verano. Pues para El Corriere della Sera, primer diario del país, lo que España tiene delante para formar gobierno «sigue siendo un rompecabezas » y este lunes enfrentaban en su versión digital a un Sánchez «que pierde la apuesta» con una ultraderecha «que se más que duplica».

«Los socialistas han jugado, los radicales se están fortaleciendo (...). Los radicales de ultraderecha se han consolidado en España» es esa misma idea, reflejada en el Die Spiegel de Alemania, donde han combatido concienzudamente el aventurismo político con la fórmula de la gran coalición –tres de las cuatros legislaturas desde 2005 responden a esa receta–, también en un intento de frenar a la extrema derecha. Que no obstante, en los recientes comicios de Turingia, en el este, también han duplicado resultados acaparando casi uno de cada cuatro votos. El avance de estas formaciones no se pierde de vista, «el partido de derechas Vox, fundado hace unos años, entra en el Parlamento con dos dígitos», escribía el Frankfurter Allgemeine.

Al margen del ocaso de los neonazis de Amanecer Dorado en Grecia, el ascenso de las siglas de este espectro es un hecho , como lo demuestra el segundo puesto –a dos décimas de los socialdemócratas–logrado en abril por los Verdaderos Finlandeses o el tercero conseguido en septiembre por los Demócratas de Suecia. Les vincula un profundo espíritu antiinmigración. En Austria, el democristiano Sebastian Kurz busca el apoyo de los Verdes, aunque su programa coincide más con el de quien fue su aliado antes de que un escándalo de corrupción les separara, el FPO, Partido de la Libertad. Ese mismo nombre lleva la xenófoba organización de Geert Wilders, relevada en Holanda por otra ultraderecha, Foro para la Democracia.

«Sin salida»

En Europa, 17 países tienen un Ejecutivo formado por coalición. No es el caso de Portugal. Allí el socialista Antonio Costa gobierna en solitario con apoyo del Partido Comunista, ecuación de Sánchez soñó con Podemos y que la prensa lusa, simplemente, no ve por ningún lado, aunque sí la eclosión de la derecha radical. «La extrema derecha explota en una España sin salida» , titulaba la cabecera Público, «Sánchez gana debilitado la noche electoral de Vox», titulaba el Diàrio de Noticias.

De vuelta a la prensa anglosajona y en otro país monocolor, el Reino Unido, The Guardian daba ayer por «descartada una gran coalición» con el PPen la medida en que, recuerda, ocupa poder regional gracias al emergente Vox. Menciona también la «humillante debacle» de Ciudadanos.

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