El detenido por la muerte de Chavero: «Me he quitado un peso de encima»

La Guardia Civil encuentra un rastro de sangre en el pasillo de su casa, que él atribuye a un accidente

El presunto autor de la desaparición y muerte de Chavero ABC

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«Me he quitado un peso de encima», admitió Eugenio Delgado, detenido por la desaparición y muerte de Manuela Chavero, el domingo por la noche ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra (Badajoz), según ha podido confirmar ABC. El juez, tras tomarle declaración durante más de dos horas y media en las que respondió a las preguntas de todas las partes, decretó su ingreso en prisión sin fianza por un delito de detención ilegal y otro de homicidio, aunque todavía no ha llegado a la cárcel porque se siguen practicando diligencias tanto en su vivienda como en otra finca de su propiedad.

El sospechoso mantuvo esencialmente ante el juez la misma versión que ante la Guardia Civil: fue a casa de Manuela la noche del 4 al 5 de julio de 2016 para que la mujer recogiera en su vivienda, a solo unos metros, una cuna que le había prestado la víctima a su familia. Según él discutieron en el pasillo y la mujer se cayó y se golpeó en la cabeza. Él se asustó y decidió ocultar el cuerpo en una vieja madriguera de zorros, que luego cubrió en su finca La Dehesa, de gran extensión.

La Guardia Civil, que ya ha realizado tres inspecciones oculares (o una en tres tiempos) en la vivienda de Delgado, ha encontrado un rastro de sangre en el pasillo pese al tiempo transcurrido. Los investigadores no creen la versión del accidente sostenida por el detenido, tampoco el pretexto de la cuna a esas horas de la madrugada. «Ha tenido todo el tiempo del mundo para pensar lo que iba a decir», señalan las fuentes consultadas.

La sospecha es que Delgado intentó agredir sexualmente a su vecina, que casi le doblaba la edad y era amiga de la familia, pero ella se resistió. El tiempo transcurrido y el hecho de que hasta ayer no se hubiera localizado la primera vértebra del cuerpo complican el trabajo de los forenses. Los agentes de la UCO siguen trabajando contrarreloj para intentar llegar a la realidad más aproximada de cómo pudieron suceder los hechos.

De ahí que el detenido no haya ingresado en la cárcel y no lo hará hasta que concluyan las diligencias acordadas. Esta mañana, tras pasar la cuarta noche en los calabozos del cuartel de Zafra, la Guardia Civil lo ha llevado a otra finca de su propiedad y más tarde de nuevo a la vivienda por tercera vez para seguir la inspección ocular, al tiempo que se analiza el Land Rover que se llevaron de la casa.

Delgado sabía desde hace semanas que era el principal sospechoso y también las consecuencias jurídicas a las que se enfrentaba. Ofreció la versión del accidente, pero es cierto que llevó a los agentes hasta el lugar exacto donde depositó el cuerpo de Manuela Chavero. Cuando lo hizo, ya había hablado con el abogado que le asistió y decidió seguir adelante.

La gran incógnita sigue siendo qué sucedió entre el 27 de agosto cuando la Guardia Civil se desplegó e hizo visible en Monesterio en un supuesto nuevo registro de la vivienda de la víctima (un intento de que se sintiera señalado) y el pasado jueves cuando lo detuvieron. Fuentes de su entorno aseguran que no tenía previsto huir. «También ha tenido cuatro años para hacerlo», dicen.

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