El cantautor Lluís Llach sugirió a los Jordis subirse a los vehículos de la Guardia Civil el 20-S
El antiguo diputado independentista catalán no vio violencia y achaca los daños al «peso de la gente»
Manifiesta su desacuerdo por las preguntas de Vox como «ciudadano homosexual e independentista»
Al cantautor Lluís Llach no le habían pitado nunca tanto en un escenario como en el 20-S. El antiguo parlamentario catalán de Junts pel Sí ha relatado este lunes en el Tribunal Supremo su experiencia aquel 20 de septiembre de 2017 en la Consejería de Economía, que fue asediada por una masa de militantes independentistas. Ha comparecido ataviado con un reloj y unas gafas amarillo fosforito, y un lazo, y ha admitido que le une una «profunda amistad» con algunos de los acusados del juicio.
Según ha declarado, Llach acudió a la protesta del 20-S para influir en las personas congregadas con su presencia, como un diputado catalán, para lograr que el registro judicial se pudiera llevar a cabo sin problemas. Con esa idea, el cantautor se ofreció a los Jordis — Sànchez y Cuixart , los agitadores del secesionismo en las calles, acusados ahora de rebelión— a la hora de desconvocar a la gente.
«Estábamos de acuerdo en que se protestase y se ejerciese desobediencia civil, pero aquello tenía que salir bien y la acción judicial debía poder realizarse. Estábamos allí para que todo fuese lo mas normal posible dentro de la anormalidad», ha manifestado sobre los parlamentarios catalanes que acudieron a Economía.
La Fiscalía considera que la masa de independentistas entorpeció la actuación policial y judicial, al retrasar durante horas la salida de la comitiva judicial y destrozar tres vehículos de la Guardia Civil. La letrada de la administración de justicia, que tuvo que abandonar el edificio por la azotea, relató en el juicio el miedo que sufrió según fueron pasando las horas en un testimonio escalofriante.
Con esa supuesta actitud, Llach tuvo la idea de que los Jordis se subieran a los vehículos policiales que acabaron destrozados, cuando se propusieron desconvocar la protesta. «Lo lamento, pero les dije que el único sitio donde puede ser eficaz la desconvocatoria es encima de los coches, porque es el único sitio en el que les podía ver todo el mundo», ha declarado el cantautor, que según él trató de ayudar a Sànchez y Cuixart en ese propósito, al ser conocido.
«Sànchez y Cuixart tenían la mala costumbre de consultarme las cosas y me pidieron a mí y a otras personas que les acompañáramos al escenario para la desconvocatoria. El señor Cuixart se la cargó porque el fue el primero, y a mí en un escenario nunca me habían silbado así, con perdón», ha añadido Lluís Llach. El testigo ha manifestado al inicio del interrogatorio su actitud en «desacuerdo» con las preguntas de Vox, como «ciudadano homosexual, independentista que aspira a ser ciudadano del mundo».
Al describir su versión del 20-S, Llach también ha alabado el comportamiento «ejemplar» de los guardias civiles, ha asegurado que no hubo ningún problema con los Mossos d'Esquadra y ha manifestado que los agentes de la Benemérita fueron respetados. Él no vio lanzamiento de objetos ni siquiera insultos, salvo el grito contra lo que la masa llamaba las «fuerzas de ocupación», ha dicho.
«No vi en ningún caso un acto de violencia contra el vehículo, alguien con una piedra dando golpes. Si vi que el peso contra los techos provocaba desperfectos», ha sostenido sobre los daños a los coches, encima de los cuales ha situado a muchos periodistas, porque según él era el mejor ángulo para ver lo que pasaba.
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