El candidato de Unió niega que Pujol Ferrusola mediara en un vertedero con el que dio un pelotazo

El candidato de Unió al 27-S, Ramón Espadaler, ha negado que Jordi Pujol Ferrusola mediara en la adjudicación de un vertedero en Tarragona con el que «Junior» dio un pelotazo para enriquecerse. Espadaler, que ha declarado como testigo por vídeoconferencia ante el juez José de la Mata, ha señalado que autorizó la apertura del vertedero en el año 2002 porque todos los informes eran positivos y que no conocía en persona a Pujol Ferrusola, investigado por la Justicia por sus negocios, según han informado fuentes jurídicas. Espadaler era entonces consejero de Medio Ambiente de la Generalitat.

Por este vertedero, en el que Pujol Ferrusola invirtió 700.000 euros para luego sacar una plusvalía de 4,3 millones de euros, también ha declarado el exconsejero de Medio Ambiente Salvador Mila, quien dio luz verde a la puesta en marcha del mismo al suceder a Espadaler en el cargo.

Mila, citado también como testigo, ha asegurado que no recibió prisiones del entorno del hijo del expresidente de la Generalitat y que autorizó el desarrollo del negocio porque la autorización ya estaba dada. Él se limitó a dar el número de gestor, según ha explicado en primera persona a los periodistas.

Estas dos declaraciones fueron solicitadas por la defensa del empresario Gustavo Buesa, imputado en la causa por sus negocios con Pujol Ferrusola, quien es sospechoso de haber blanqueado dinero con operaciones de lavado de dinero en diferentes puntos del mundo. Las empresas de limpieza y tratamiento de residuos de Buesa fueron precisamente las que gestionaron el vertedero otorgado en Tarragona.

Además de los exconsejeros, también declaró ayer como testigo el empresario Marcelino Oreja, actual consejero delegado de Enagas. Oreja ha explicado los trabajos que Pujol Ferrusola realizó en México para ayudar al desembarco en el país de la empresa Emte. Oreja, entonces responsable de la expansión internacional de Emte, ha asegurado que Pujol Ferrusola viajó con él a México, donde le presentó a dos socios y a un empresario que se convirtió en el consejero delegado de la compañía en México.

Según su testimonio, los trabajos que realizó «Junior» en México eran realizados por otras personas en los demás países donde se internacionalizó la compañía, como Chile, Ecuador o Perú, aunque el empresario no supo concretar ningún nombre, porque no se acordaba. Oreja ha apuntado que no sabe si existía un soporte contractual que justificara los servicios de Pujol Ferrusola ni el dinero que cobró, porque esos detalles los controlaba el entonces consejero delegado de Emte, Carlos Sumarroca Claverol, también imputado en la causa.