Abandona su encierro el hombre que se atrincheró armado en un bar de Vélez-Málaga

Reclamaba una solución a un conflicto que mantiene con la comunidad de propietarios del edificio en el que está ubicado el bar, de su propiedad

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El hombre de 37 años que se había atrincherado en la mañana de este lunes en un bar de su familia en Torre del Mar, en el término municipal de Vélez-Málaga, ante un conflicto con la comunidad de propietarios del edificio y el temor a perder el local, ha depuesto su actitud y ha abandonado ya el encierro.

Al parecer, Gustavo Sánchez Pastorllegó al bar y pidió a la inquilina y a los clientes que en ese momento se encontraban en su interior que salieran, echó abajo las persianas y se encerró en la cafetería.

Tras atrincherarse, armado con una escopeta en la cafetería, llamada «Lamia», situada entre la calle Copo y la avenida Duque de Ahumada y propiedad de su padre, en torno a las 15.45 horas ha dejado el encierro y, con el rostro cubierto, ha abandonado el local en un coche policial, en dirección a Comisaría, según han informado a Europa Press fuentes presenciales.

Amenazó con quitarse la vida

El hombre entró en el bar sobre las 11.00 horas y amenazó con quitarse la vida. Ante esto, se desplazaron al lugar agentes de la Policía Nacional y de la Local, que intentaron convencerle de que depusiera su actitud, así como Bomberos y los servicios sanitarios.

Sánchez sostenía que la comunidad de vecinos del edificio quiere que cierre el local, que su familia regenta desde 1975, y que hace dos años tuvo que quitar la terraza del bar y posteriormente descubrió por las escrituras que no estaba obligado a ello.

Aunque el propietario del bar aseguró que no tiene deudas, uno de los vecinos del edificio ha manifestado a los periodistas que Gustavo Sánchez no paga la comunidad desde hace varios años.

Los efectivos de emergencia acudieron al bar tras ser alertados por María Molina, que tiene una hija en común con Sánchez, quien ha afirmado a los periodistas que ha estado en contacto en varias ocasiones por teléfono con él y le pidió, sin éxito, que deponga su actitud.

«A sus espaldas»

Según Molina, el problema radica en que el establecimiento linda con un parque, espacio del que supuestamente quieren hacer uso tanto la comunidad de propietarios del edificio como el Ayuntamiento y para ello sería necesario que Sánchez dejase la propiedad del bar.

Ha asegurado que el propietario de la cafetería ha solicitado las actas de las reuniones de la comunidad de vecinos, a las que tiene derecho por poseer varios inmuebles, y no se las han proporcionado, y que tampoco le han facilitado una carta que supuestamente han recibido de Hacienda relacionada con el bar.

En este sentido, Molina ha dicho que Sánchez teme que la comunidad haya negociado «a sus espaldas» asuntos relacionados con el local.

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