Artur Mas, Raúl Romeva, Oriol Junqueras, CArme Forcadell y Muriel Casals
Artur Mas, Raúl Romeva, Oriol Junqueras, CArme Forcadell y Muriel Casals - reuters
todo irá bien

Más de cien mentiras

La lista es transversal pero la izquierda está para decorar, empezando por Raül Romeva

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Es la candidatura de Mas pero va el cuarto. Esquerra ha podido elegir al cabeza de lista pero el presidenciable será el president, «com sempre ha fet la tieta». El soberanismo callejero ha tenido un papel determinante en esta unidad pero su voluntad ha sido doblegada, pisoteada y burlada, y su presencia en la candidatura es mucho más la exhibición de un trofeo de caza que la representación de un determinado poder político o moral.

La lista es transversal pero la izquierda está para decorar, empezando por Raül Romeva, el excomunista que han puesto al frente como un señuelo para engañar a la gente -¡Jesús, qué gente!- que esté tentada de votar al bodrio bajo el que finalmente decida presentarse Podemos.

El independentismo todo lo exige en nombre de una incontestable mayoría social de la que luego reconoce carecer promoviendo forzados camiones de la basura para recoger cualquier partícula susceptible de ser relacionada con el separatismo, en lugar de promover el noble recuento de la tan anunciada casi unanimidad nacional.

Dicen ser la candidatura de la independencia pero llevan años siendo mayoría y nunca han procurado nada más que su comodidad y su correspondiente provecho administrativo.

Se proclaman mayoría pero son minoría y cualquier argucia vale para ganar, son Convergència pero se disfrazan de extrema izquierda para hacerse los transversales. O los travestidos, qué más da. Presumen de transparencia pero promueven todas las mentiras con las que se puede engatusar a un pueblo para que vote lo que tú quieres sin que se note el cuidado. Son Guardiola, que se presenta para no salir, son una canción de Lluís Llach en favor de los pobres, él que en Senegal tiene un sirviente negro y un caballo que se llama Islam.

Hubo un día, pero nadie se acuerda, en que los catalanes dijimos la verdad.

Ver los comentarios