Don Juan Carlos, junto a Rajoy, González, Aznar y Zapatero, ayer en el restaurante Casa Lucio
Don Juan Carlos, junto a Rajoy, González, Aznar y Zapatero, ayer en el restaurante Casa Lucio - diego crespo

Protocolo de una cena «informal»

Aunque la cena tuviese un carácter privado y no oficial, no se sentaron «porque sí»

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Mucho se ha comentado sobrela cena del presidente del Gobierno con el Rey Emérito y los expresidentes González, Aznar y Zapateroy como siempre que se habla sin saber, se dicen disparates muy ocurrentes, como es el caso del porqué de la disposición de los invitados en la mesa.

Aunque la cena tuviese un carácter privado y no oficial, desde luego no se sentaron «porque sí». Ni porque se llevaran mejor o peor. Una teoría errónea que se ha dicho es que Don Juan Carlos «partía» en dos los dos partidos políticos, quedando a la derecha los presidentes del Partido Popular y a la izquierda los del PSOE: falso.

Hay quien riza más el rizo y dice que Aznar y Rajoy se sentaron juntos para tener que evitar mirarse a los ojos pero sonrieron «posando» juntos para demostrar que no hay tensión entre ellos, en un claro gesto preelectoral.

Tampoco es cierto. Estos guiños políticos tan elocuentes no existen en el protocolo. Ni tampoco el querer buscar los tres pies al gato, y la explicación es mucho más sensata que todo esto. Se sabe que la invitación a cenar partió del actual presidente, Mariano Rajoy, luego él era el anfitrión. Y desde luego, el Rey Emérito era su invitado de honor. Los otros ex presidentes eran sus invitados en esta cena histórica.

La prelación de una presidencia es, sin lugar a dudas, todo un ejercicio de protocolo. Es regla obligatoria, en un acto al que acuda alguien de la Familia Real, cederle el primer puesto, es decir, que Rajoy nunca dudó en ceder a Don Juan Carlos la presidencia de la mesa. Este gesto del actual presidente también debe ser considerado como un acto de cortesía a nuestro antiguo soberano.

Otra regla del protocolo dicta que el anfitrión cede su puesto una sola vez, luego Rajoy estaba claro que tenía que sentarse a uno u otro lado del monarca. En este caso, se ha hecho una cesión moderna, es decir, el anfitrión cede y se sitúa a la derecha del invitado de honor. El resto de los invitados se han sentado por «orden histórico», es decir, de mayor a menor antigüedad en el puesto como presidentes del Gobierno.

En este caso, el orden es: Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Los expresidentes se sentaron en alternancia, es decir, derecha-izquierda, siempre partiendo de la figura del Monarca. Si tomamos como figura número uno al Rey, el puesto número dos lo ocupa el anfitrión (Rajoy), el tres sería el invitado que se sienta a la izquierda del Rey (González), el invitado cuatro se sentaría a la derecha de Rajoy (Aznar) y el invitado cinco estaría situado a la izquierda del tres (Rodríguez Zapatero). La cena, como pueden ver, fue casual pero ordenada (y con un gran ejercicio del jefe de protocolo de Moncloa).

Zapatero, sin corbata

La única nota discordante de esta cena ha sido la etiqueta de sus asistentes, sobre todo la falta de corbata del expresidente Rodríguez Zapatero. Aunque la cena fuese «informal», eso no significa vestir traje oscuro, impoluta camisa blanca y no llevar corbata. Craso error. El resto de los invitados iban más correctos, aunque Felipe González decidió combinar chaqueta azul oscuro con pantalones grises. Muy correctos Aznar y Rajoy abrochándose los botones de la chaqueta, aunque sólo fuese para la fotografía. Muy alegre el vivo color anaranjado de la corbata de don Juan Carlos: le dio a la cena un toque alegre y distendido, además de ser un color que demuestra personalidad y optimismo.

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