José Ignacio Wert
José Ignacio Wert - EFE
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Adiós, Wert

Rajoy ha dicho a sus ministros que contengan la fuga de altos cargos al término de la Legislatura

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José Ignacio Wert ha comenzado a vivir a caballo entre Madrid, donde aún desempeña el cargo de ministro de Educación y Cultura, y París, capital en la que reside su compañera, Montserrat Gomendio, a la espera de que Mariano Rajoy le cese, algo que, según sus amigos, iba a haber ocurrido la semana pasada, pero que el presidente ha pospuesto, nadie sabe hasta cuando.

Wert aspiraba a ser nombrado embajador en la OCDE con sede en París, un organismo internacional en el que Gomendio -hasta hace poco secretaria de Estado de Educación- ha sido nombrada directora adjunta de Educación. Sin embargo, Rajoy no dio el visto bueno a esa designación , que depende del ministerio de Economía de Luis de Guindos, por la mala imagen y las críticas que pudiera acarrear para el Gobierno otorgar semejante trato de favor a uno de sus componentes cuando está a punto de finalizar la Legislatura.

El ministro comunicó entonces al presidente su interés en ser relevado al frente de un departamento en el que no le queda ningún trabajo por hacer.

El cese del titular de Educación estaba incluido en el paquete de la crisis de Gobierno que Mariano Rajoy se planteó a sí mismo después del resultado de las elecciones municipales y autonómicas, pero que finalmente congeló por causas diversas, la fundamental de ellas la negativa de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a permitir que otro ministro ocupara el cargo de Portavoz que ella desempeña desde hace cuatro años.

Según sus allegados, Wert sabe que va a ser cesado y esperaba que eso ocurriera el pasado viernes. Pero no fue él, sino otra figura relevante del Ejecutivo, a quien el presidente, que ha dicho a sus ministros que contengan la previsible fuga de altos cargos a punto de concluir la Legislatura, permitió ese día que se marche. Jaime Pérez Renovales, subsecretario de Presidencia, mano derecha de Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido reclamado por Ana Patricia Botín para desempeñar un puesto clave en la nueva estructura del Santander y no era cuestión de impedirle resistir a semejante oferta.

Pérez Renovales era ya jefe de la asesoría jurídica del Santander cuando Sáenz de Santamaría le convenció para ocupar un cargo discreto en visibilidad y salario pero fundamental para la marcha del Gobierno, desde donde ha supervisado todos los decretos y leyes aprobados los últimos cuatro años. En especial ha destacado su labor en dos cuestiones prioritarias para este Ejecutivo: el plan de reducción de organismos de las distintas Administraciones y el complejo entramado jurídico que se elaboró a marchas forzadas para permitir la renuncia de Don Juan Carlos y la proclamación del nuevo Rey.

En cuanto a Wert, aún se cree que tendrá que aguantar unos días en su puesto. Por Moncloa corre el rumor de que Rajoy está esperando a que se produzca el relevo en la presidencia de alguna Comunidad Autónoma para repescar a algún presidente del PP que no podrá gobernar pero que aún no está libre porque ocupa ese cargo en funciones. Podría ser el riojano Pedro Sanz. O el extremeño José Antonio Monago. O, si acaba convenciéndola, María Dolores de Cospedal.

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