Pedro Sánchez, tras su proclamación como candidato del PSOE
Pedro Sánchez, tras su proclamación como candidato del PSOE - AFP

Pedro Sánchez se ve «obligado al diálogo» pero promete mantener la «autonomía» del PSOE

En su primer discurso como candidato del PSOE se compromete a «erradicar el paro y la corrupción» si llega a la Moncloa

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asumido este domingo, tras ser proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno, que el «panorama político» hace que todos estén «obligados al diálogo» y hará falta el acuerdo, pero se ha comprometido a mantener la «autonomía» del proyecto socialista.

Así lo ha señalado el líder del PSOE ante unas 2.000 personas reunidas en el Teatro Circo Price tras ser proclamado este domingo como candidato a La Moncloa por el Comité Federal del partido. Sánchez subió al escenario del Teatro Circo Price de Madrid tras la presentación que hizo el asturiano Javier Fernández, quien destacó el orgullo del PSOE y de ser un partido de izquierdas.

Cuando el líder del PSOE, ya convertido en candidato tras la ratificación por aclamación del Comité Federal previo que se celebró en el mismo lugar, subió al escenario, en la gran pantalla del fondo se difundió una enorme bandera de España que se mantuvo durante los primeros minutos del discurso de Sánchez.

Después, se pasó a un fondo rojo con el logo del PSOE y el lema «el cambio que nos une». Según fuentes próximas al secretario general, la idea de la visibilidad de la bandera de España era «idea» del propio Sánchez con la que quería mostrar su intención de ser un presidente de un gobierno de todos.

Vestido para la ocasión con traje oscuro, camisa blanca y corbata roja, Sánchez comenzó dando las gracias «de corazón» por la confianza manifestada y aceptando «con humildad y con emoción» la candidatura.

Sus palabras fueron aplaudidas por presentes en el acto entre los que se encontraban en primera fila, el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el ex secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, los líderes autonómicos Susana Díaz, Javier Fernández, Guillermo Fernández-Vara, Emiliano García-Page, Francina Armengol, Javier Lambán y Ximo Puig, así como el líder del sindicato UGT, Cándido Méndez, el histórico socialista Alfonso Guerra, y la presidenta del PSOE, Micaela Navarro. También en la primera fila estaba su mujer, Begoña Gómez, vestida de rojo y visiblemente emocionada cuando Sánchez le dio las gracias «no sólo por su comprensión cuadno la tarea e que me empeñado me aleja de su lado, no sólo por su paciencia, su sonrisa y su aliento, también por la fuerza que me da para seguir».

El líder del PSOE se ha .comprometido a «erradicar el paro y la corrupción» si llega a La Moncloa. «Yo soy un político limpio. Por eso, en vez de rivalizar sobre quién es menos corrupto, volcaré desde el Gobierno todo el esfuerzo en prevenir, en combatir y en castigar con contundencia la corrupción», ha asegurado.

Ha señalado que el PSOE es el partido «más importante de la historia» del país porque «no ha habido una fuerza política capaz de unir e integrar a más personas en la vida y la historia común de España» como la de los socialistas.

Sánchez ha renovado además su compromiso por «construir una España federal en la que cada cual pueda ser español y catalán, o valenciano, o andaluz, o vasco o madrileño, en el orden que desee», ha afirmado.

Ha enarbolado la bandera del «diálogo» en el panorama político actual y ha lamentado que eso es lo que haya faltado durante los últimos años en las relaciones entre el Gobierno central y el de Cataluña. «No es aceptable que dos gobiernos democráticos hayan vivido durante casi cuatro años de espaldas uno de otro, calculando los réditos del conflicto, sin comprender la ruina colectiva a la que nos llevan sus cálculos», ha criticado Sánchez en su discurso.

Con la vista puesta en las elecciones generales de noviembre, el candidato socialista ha advertido a Podemos de que «no es justo el derrotismo que pretende hacer una enmienda a la totalidad de la democracia del 78».

«No estoy de acuerdo con los que pretenden deshonrar a nuestros padres para honrar a nuestros abuelos», ha apuntado, al tiempo que ha apelado a la necesidad de diálogo y acuerdo «ya no solo como un imperativo moral, sino como una necesidad funcional».

El candidato a presidente del Gobierno aspira a liderar un «cambio seguro y valiente», que «una a todos los españoles», con «un gobierno que base su fuerza en la ejemplaridad y en la alternativa constructiva».

«Lideraremos el buen Gobierno desde la moderación, con alternativas valientes y constructivas», ha insistido.

Al terminar el acto, la única persona que ha subido al escenario ha sido su mujer. Ambos se han besado y estrechado en un abrazo, para después, visiblemente emocionados, saludar a los asistentes puestos en pie que aplaudían al candidato del PSOE.

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