Susana Díaz y Juanma Moreno
Susana Díaz y Juanma Moreno - raúl doblado

Susana Díaz confía en ser presidenta esta semana con el «sí» de Ciudadanos

El PP volverá a votar en contra al no apoyar el PSOE a la lista municipal más votada. La socialista se reúne hoy con el líder de C’s en Andalucía

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El ultimátum lanzado por Susana Díaz al resto de fuerzas políticas en Andalucía no ha sido casual ni fruto de una pérdida de nervios, sino una estrategia para ser investida presidenta de la Junta de Andalucía antes de la constitución de los ayuntamientos, el próximo sábado. Un órdago que parece tener bien amarrado y que, de salirle mal, supondría un golpe definitivo a su liderazgo político, muy desgastado por la interinidad de su Gobierno. A falta de la confirmación pública que se hará a lo largo de esta mañana, los nueve diputados de Ciudadanos votarán «sí» a la investidura de la socialista en un pleno que tendrá lugar en esta misma semana, siempre y cuando no haya cambios inesperados de última hora, y no sería la primera vez.

La dirección nacional del partido confirmó ayer a este diario que las últimas declaraciones de Susana Díaz, en las que afirmaba que estaría dispuesta a pedir por escrito las renuncias de Chaves y Griñán si continúan imputados, son un paso adelante a la hora de alcanzar un acuerdo. «Será cuestión de días», señalaban. Aunque todo apunta a que hoy mismo puede haber novedades, tras la reunión que Díaz mantendrá con Juan Marín, el líder regional de C’s. «Ha habido avances en los últimos días. Nos da la sensación de que Díaz va a asumir nuestras posiciones y a nosotros nos enorgullece estar consiguiendo cambios».

Desde el comité nacional de acuerdos de Ciudadanos confirmaban ayer que tanto en la negociación en Andalucía como en la Comunidad de Madrid se estaban viendo cambios positivos en los últimos días. «Tanto en Madrid como en Andalucía las dos posturas se están acercando», apuntaba un miembro de la ejecutiva del partido emergente.

Díaz y Rivera, mano a mano

El voto afirmativo de los diputados de Ciudadanos se va a producir tras largas negociaciones, una parte de las cuales las ha llevado la propia Susana Díaz de la mano de Albert Rivera, el líder nacional de la formación naranja. Hoy, Susana Díaz se reunirá con el portavoz andaluz de la formación, Juan Marín, en el Palacio de San Telmo en un encuentro más formal que de contenido. Los mensajes públicos entre ambas formaciones políticas han sido claros en los últimos días y se ha abierto un camino de entendimiento con cesiones de las dos partes.

El principal escollo que los separaba hasta ahora parece que se ha diluido después de que la presidenta en funciones haya dicho públicamente que pediría por escrito la renuncia de sus escaños a Chaves y Griñán «si continúan en la fase de imputación de los ERE», una expresión que hasta ahora nunca había utilizado y que ha sido interpretada por la formación naranja como un gesto a tener en cuenta.

Eso sí, Ciudadanos sólo estaría dispuesto a permitir que Susana Díaz sea presidenta de Andalucía, pero no va a firmar más acuerdos que hipotequen sus decisiones futuras. Un pacto de investidura que les permitiría mantener la centralidad que busca la formación de Albert Rivera tras el apoyo a varios alcaldes del PP y tras el más que previsible apoyo a la popular Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid.

Con esta salida, Susana Díaz va a ser investida presidenta antes de que termine la semana y se constituyan los ayuntamientos para desvincular ambas cosas y reforzar su poder, además de ser una importante operación de imagen, precisamente lo que necesita en estos momentos. El resto de fuerzas políticas también se están posicionando ante el cambio de escenario. El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, acudió ayer a su encuentro con Susana Díaz tratando de aumentar la presión. El popular no cejó ni un ápice en sus pretensiones sobre dejar gobernar en las instituciones a la lista más votada y salió de su reunión pidiendo al presidente del Parlamento que busque otro candidato dentro del PSOE si Susana Díaz no quiere negociar más.

El cambio de discurso de Podemos e Izquierda Unida también fue revelador. El negociador de la formación morada, Sergio Pascual, pidió a la presidenta que sea «razonable» y acepte sus propuestas para evitar nuevas elecciones, mientras que el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, se mostraba dispuesto a «un cambio de voto» dependiendo de las propuestas que les traslade Díaz durante su reunión de hoy.

Fuentes políticas consultadas por ABC consideraban que la ronda de reuniones convocada para esta semana por Díaz no habían sido más que un gesto de marketing en el que enmarcar el acuerdo con Ciudadanos. Además, muchos coinciden en la necesidad para el partido de Rivera de hacer coincidir lo máximo posible en el tiempo los acuerdos con el PSOE en Andalucía y con el PP en Madrid, para zafarse del estigma de ser muleta de uno u otro partido.

No querían elecciones

Desde la formación que preside Albert Rivera aseguraron que «aunque probablemente nos beneficiase desde el punto de vista electoral», no eran partidarios de volver a convocar elecciones «para así ahorrar 15 millones de euros a los andaluces.

Si finalmente Díaz se compromete por escrito a solicitar las renuncias de Chaves y Griñán, el gran escollo para la negociación en esta región estaría superado. Una vez firmado el documento que Ciudadanos presenta por la regeneración y contra la corrupción, se entraría de lleno en una negociación con tres ejes de medidas políticas: transparencia, reactivación económica y cohesión social. Sobre estas cuestiones el acuerdo entre las dos formaciones parece cercano, una vez que el PSOE había aceptado una de las medidas fundamentales para Ciudadanos; la bajada del tramo autonómico del IRPF.

En los últimos días, Rivera no había escatimado los guiños a la presidenta andaluza en funciones al no considerarla responsable directa de la corrupción que afecta a la Junta.

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