Rodrigo Rato a la salida de su casa
Rodrigo Rato a la salida de su casa - jaime garcía
chispas

PP contra Gobierno

El partido se queja del fondo y la forma de la actuación del Ejecutivo en su persecución de Rato

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El Gobierno insiste en que su actitud al descubrir el escándalo Rato es una muestra de su afán por combatir la corrupción que los españoles premiarán en las urnas el 24 de mayo. Su partido no puede estar menos de acuerdo. La campaña electoral ha quedado destrozada cuando estaba empezando, las encuestas mas recientes ya no valen para nada y los candidatos andan organizando mítines entre el asombro y el desconcierto por lo ocurrido la última semana.

Una anécdota que sirve para ilustrar la situación: la del presidente autonómico del PP que el pasado fin de semana revisaba el calendario de su campaña, las fotografías de su rostro que ilustrarán los carteles, las vallas publicitarias que se van a instalar en toda la región.

«Y todo esto, ¿de qué vale?», preguntó de pronto a quienes le rodeaban. Ninguno de ellos le supo contestar.

Por no valer, no valen ni las encuestas. En el otoño pasado el PP dejó de encargar sondeos a la vista de los descubrimientos de las tarjetas black primero y de la operación Púnica después, con el convencimiento de que la reacción popular adversa haría inservibles sus resultados durante las semanas siguientes.

Ahora, cuando más falta hacen los estudios de opinión para planificar la fase definitiva de las campañas municipales y autonómicas, la situación es la misma. El trabajo de campo de la encuesta preelectoral del CIS, la mas fiable de todas ellas, se está llevando a cabo esta semana. Servirá para poco más que medir la intensidad del enfado popular por el último escándalo de corrupción.

La plana mayor del PP es crítica con el Gobierno por haber destapado el escándalo de Rato a un mes de las elecciones e, igualmente, por cómo se manejó desde el Ejecutivo el asunto de su detención, con pena de telediario incluída. Un dirigente de esta formación preguntado sobre si les ha hecho mas daño lo primero que lo segundo, responde así: «Nos perjudica tanto el fondo como la forma».

El fondo, el descubrimiento de un caso de corrupción que tiene por protagonista a una de las figuras emblemáticas del PP «ha sido un mazazo para el partido, no hay duda», es su razonamiento. «La forma, la manera tan escandalosa como se llevó a cabo la detención solo ha servido para amplificar la imagen, falsa, de que el PP es un partido lleno de corruptos», sentencia el dirigente popular.

El Gobierno, sin embargo, continúa expresando su convencimiento de que su actuación expeditiva al descubrirse este escándalo demuestra que lucha contra la corrupción con todas sus fuerzas, lo cual mejora su imagen ante el electorado.

«Es posible que algún candidato municipal o autonómico nos culpe por como hemos manejado este asunto si pierde las elecciones !qué le vamos a hacer!», comenta un portavoz del Ejecutivo. Si dijera algo así delante de alguno de los barones populares o cualquier dirigente de su partido quizás encontraría una dura réplica para echar por tierra argumentos de ese tipo.

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