Los distintos comicios de 2015 abrirán una etapa multipartidista
Los distintos comicios de 2015 abrirán una etapa multipartidista - ángel de antonio

2015: las «primarias» del PP y el PSOE

Andalucía abre un macroproceso electoral sin precedentes en la España del bipartidismo amenazado por Podemos y Ciudadanos

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Hay un extendido convencimiento de que España se halla en una encrucijada política sin precedentes desde la Transición. Con todas las reservas, que las hay, los sondeos de ABC, también el que publicamos este domingo sobre Andalucía, apuntan al debilitamiento de los dos grandes partidos, PP y PSOE, y al posible fin del bipartidismo tal y como lo hemos vivido en España durante 35 años. Que es tanto como confirmar la dificultad que tendrán populares y socialistas para revalidar o lograr, cada uno en su caso, la Presidencia del Gobierno de España.

Pero hay más. La acumulación de comicios que van a afectar al conjunto de la nación convierte a 2015 en un año único y, salvando las distancias, comparable a procesos como el de las presidenciales de Estados Unidos.

Dada la influencia que tendrán entre sí los sucesivos hitos, el presidente de GAD3, Narciso Michavila, observa el año en curso como un macroproceso que sitúa el origen en Andalucía el próximo domingo, como si se tratara del llamado «caucus» de Iowa, que suele suponer el pistoletazo para el proceso de primarias norteamericano y donde habitualmente quien da primero da dos veces; la continuación serían las municipales y autonómicas de mayo, a modo del llamado «SuperTuesday» (Supermartes), generalmente decisivo para el curso de la elección de los candidatos de cada uno de los partidos, demócrata y republicano; por el momento del calendario, las catalanas de septiembre (si es que se acaban celebrando) podrían ser las primarias en California, uno de los estados decisivos, y, por último, los dos candidatos salientes se jugarían el todo por el todo en unas generales, en principio en el mes de noviembre, el mismo en el que los norteamericanos se decantan por uno u otro candidato.

La paradoja es que a pesar de que efectivamente la atomización y el multipartidismo amenazan con abrir en canal el mapa de partidos en España, lejos de reducir a dos las grandes opciones, la posible criba de candidatos del PP y del PSOE en función de los resultados que logren durante el año, en el caso de Rajoy, y, especialmente, en el del contestado Pedro Sánchez, destapan un aroma que recuerda al proceso de selección estadounidense. ¿Llegarán los dos líderes al último mojón del camino? A una semana del arranque andaluz, nada hay descartable, ni siquiera que el bipartidismo acabe atenuando su caída en el último tramo de 2015.

1. Susana Díaz se intenta aferrar al bastión

El adelanto electoral, escasamente convincente y más con la intención de evitar la consolidación de Podemos en Andalucía, le sale peor de lo que pensaba. Según la encuesta de GAD3, el PSOE gana las elecciones, pero su primer examen ante las urnas le resta más de cinco puntos y al menos otros tantos escaños frente a lo que logró José Antonio Griñán pese a perder en 2012.

2. El PP pierde terreno, pero aspira a retener

El desgaste es mayor para el partido de Juan Manuel Moreno, con una caída superior a 12 puntos y de 16 diputados. Se confirma que los populares empiezan a ceder a Ciudadanos parte de la tarta del centro-derecha. En la parte positiva para el PP, todo apunta a que se comporta mejor en las grandes ciudades, donde aspirará en mayo a revalidar el gobierno de las ocho capitales de provincia.

3. Populares y socialistas inician su calvario

Si se confirma que Susana Díaz queda lejos de la mayoría absoluta, todo apunta a que buscará un gobierno en minoría con pactos puntuales, lo que no garantiza la estabilidad política en Andalucía. La difícil colaboración con Podemos y con Izquierda Unida, alejadas de la actual presidenta por diversas razones, abriría otras opciones con Ciudadanos o con el PP. Durante la campaña, ni Díaz ni Moreno han descartado esa colaboración si fuera necesaria, por ejemplo a la hora de aprobar unos presupuestos.

4. Los alejados caminos de Díaz y Sánchez

Los alejados caminos de Díaz y Sánchez. A nadie escapa que un acuerdo de PSOE y PP en Andalucía, por puntual que fuera, abre una senda nacional muy alejada del mensaje que ha venido pregonando el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, abiertamente contrario a «cualquier colaboración de gobierno con la derecha». El hecho es que la opción, con el único precedente del anterior pacto López-Basagoiti en el País Vasco, puede abrirse en otros territorios. Esta misma semana, el líder del PP en Baleares, José Ramón Bauzá, lanzaba la propuesta a los socialistas de las islas.

5. Podemos, limitado por la dispersión

La encuesta andaluza confirma que Podemos abrirá un hueco en Andalucía, pero con un resultado claramente inferior a la expectativa con la que cuenta a nivel nacional. El hecho de que esta formación de izquierda radical acuda a las municipales y autonómicas con marcas diversas para no «quemar» la original le puede restar fuerza a la hora de consolidarse a nivel nacional, según los expertos.

6. Ciudadanos empieza a restar al PP... y al PSOE

La formación que lidera Albert Rivera entra con fuerza en Andalucía, si se tiene en cuenta que su implantación es la más reciente. De momento, supera a Izquierda Unida y puede ser decisivo en posibles pactos con sus diez diputados. Sin embargo, la inexperiencia de sus cuadros abre toda una incógnita.

7. La travesía del desierto de IU

Izquierda Unida empieza a sentir en sus carnes el empuje de Podemos. Su 7% en el conjunto de Andalucía (las circunscripciones son provinciales) le permite resistir con 7 diputados, aunque quizá le pase factura su apoyo en coalición al Gobierno de Susana Díaz. Está por ver el alcance de la crisis poselectoral.

8. Los pactos pueden influir en las generales

Además de los acuerdos para el Gobierno de Andalucía, se abre paso la tesis de que los pactos poselectorales tras las municipales y autonómicas pueden influir en el resultado de las generales. De ellos dependerá cuánto poder va a retener el PP y cuánto va a recuperar el PSOE, especialmente en Madrid y la Comunidad Valenciana, y en qué sentido comprometerán Podemos y Ciudadanos su hasta ahora cómoda situación de neutralidad, al margen de cualquier desgaste.

9. Pérdida de peso del nacionalismo

Entre las teorías que manejan los expertos es que el macroproceso político que culminará en las generales de 2015 abrirá el abanico probablemente del bipartidismo al cuatripartidismo (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos), con lo que ello supone de inestabilidad, pero también puede reducir la capacidad de influencia de los partidos nacionalistas, como el PNV y CiU, a menudo decisivos para otorgar la mayoría a uno de los grandes partidos. El carácter nacional de Podemos y Ciudadanos podría dejar al nacionalismo sin influencia.

10. La sociedad civil cubre el hueco

Ocurra lo que ocurra en los procesos electorales y a expensas de conocer el grado de debilitamiento del PP y el PSOE, se da por hecho que su pérdida de apoyos va a dar más protagonismo a la sociedad civil, hasta ahora limitado por el excesivo peso de los partidos en el engranaje del sistema.

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