El «Gran Hermano» de Bildu

Parece sacado de un capítulo de «1984», la novela que George Orwell escribió entre 1947 y 1948 . Es una réplica del omnipresente y vigilante «Gran Hermano». El ayuntamiento de Hernani, gobernado por Bildu, ha aprobado la instalación de cámaras de videovigilancia en los puntos de emergencia habilitados en la localidad para depositar la basura fuera del horario habitual que impone el sistema «puerta a puerta» (PaP).

Según se justifica el Consistorio bildutarra, la medida adoptada pretende controlar que los ciudadanos realicen de «forma correcta y adecuada» la separación de residuos en los «puntos de emergencia». La oposición tiene un interpretación muy diferente y acusa directamente a Bildu de querer «controlar a los vecinos».

El sistema de recogida de basura «puerta a puerta», extendido ya a numerosos municipios gobernados por Bildu, conlleva una férrea disciplina en la separación de la basura.

Así, impone que los desperdicios del hogar hay que clasificarlos en recipientes separados según sean papel-cartón, plástico, vidrio, materia orgánica y, finalmente, el material que no se puede reciclar. Cinco tipos de basura. Pero al ciudadano le corroen las dudas.

Un manual para liarla

El manual establece, por ejemplo, que el caramelo es orgánico, pero si va con el envoltorio es rechazo; la cápsula de café se mezcla con los envases de plástico, pero si está llena va a la fracción resto, y la mayonesa se retira junto con la materia orgánica, aunque en grandes cantidades hay que tratarla con «un gestor autorizado». Si alguien se corta las uñas, debe saber que es materia orgánica, pero si están pintadas, se depositan en la fracción rechazo. Y sucede lo mismo con el pelo, que también es biodegradable salvo que esos restos de cabello lleven productos químicos como lacas o tintes. El ciudadano debe saber que el pescado lo debe depositar en el recipiente correspondiente determinado día de la semana y si no quiere que huela demasiado, lo tendría que ingerir el día anterior. Esto es, el Ayuntamiento bildutarra marca el menú diario de los hogares sometidos a su régimen. ¿Y si alguien se despista y deposita en el recipiente habilitado en la calle la materia orgánica, cuando ese día de lo que se tiene que desprender es de los envases? Prepárese para una multa.

Las cámaras de videovigilancia se reservarán, de momento, para aquellos puntos de emergencia en los que se puede depositar la basura fuera de horario habitual. Pero no es descartable que al final se instalen en cada «puerta a puerta». Tantos años la «izquierda abertzale» criticando las cámaras de videovigilancia en la calle, para que no captaran imágenes de terroristas y borrokalaris en plena acción, y ahora las ponen para coger in fraganti al ciudadano quie se despista y echa el plátano en el recipiento reservado a las «uñas pintadas»