Elecciones municipales en Granada 2019

Operación: gobernar el Ayuntamiento de Granada tres años después

PP, Ciudadanos y Vox sumarían para desbancar a un PSOE interino tras un mandato marcado por la situación económica del Consistorio y los casos de presunta corrupción que han bloqueado la gestión municipal

Elecciones municipales en Andalucía 2019: Todo lo que tienes que saber

18 candidaturas concurrirán para gobernar el Ayuntamiento de Granada ABC

Leo Rama

El Ayuntamiento de Granada , el de todos, no es de nadie. Ingobernable, después de la imagen de un exalcalde saliendo detenido entre cartones, quedan las fotografías de un regidor accidental también imputado. El socialista Francisco Cuenca aspira a revalidar la frágil interinidad con la que se ha mantenido durante tres años de pequeños hitos con los que promete un proyecto ciudad para una capital de provincias casi en quiebra , inmóvil ante los retos metropolitanos que se plantean y judicializada por los casos de presunta corrupción .

La Operación Nazarí ha bloqueado y lastrado la política municipal desde 2016. Todavía se investiga, aunque ya ha condenado al PP a renovar su lista, en la que solo repite el presidente provincial, Sebastián Pérez , ahora de uno. Es el favorito para ostentar el bastón de mando que no pudo tocar al verse forzado a dimitir, condición que puso para su marcha el exalcalde, José Torres Hurtado , cuya imputación y la de otros de miembros de su equipo desató una honda crisis orgánica — llegó a las manos — que además ha expuesto al PP a las arremetidas del resto de partidos.

La sangría de los populares ha propiciado el auge de sus adversarios, y si bien bajará de los once concejales —del total de 27— que tiene actualmente. Sus encuestas internas vaticinan una caída hasta el 20% de los votos, pero ese suelo le permitiría liderar una alianza con otros partidos, como Vox , que ha hallado en Granada uno de sus bastiones. Pese a la escisión que ha surgido de su reciente guerra interna , Vox presumiblemente irrumpirá con uno o dos concejales en el Ayuntamiento. Su candidato, el abogado Onofre Miralles , confrontado con Pérez desde hace lustros, espera entrar como hombre clave en el próximo mandato, con pocas propuestas, pero concretas .

Las bisagras

Dispuesto a «imponer seriedad y cordura», Miralles aguarda un papel decisivo en el salón de plenos, como el que ha protagonizado estos años Luis Salvador , quien, ante la situación judicial de varios de los ediles populares, decidió que Ciudadanos sostuviera al PSOE e irse a Madrid, al Congreso de los Diputados, lo que no le ha impedido seguir dirigiendo el partido en Granada. El candidato de Ciudadanos ha regresado al Consistorio en un momento dulce para suu formación, que tiene ahora cuatro concejales y espera mejorar el resultado y ser parte del próximo gobierno .

Salvador se sabe con posibilidades de convertirse en alcalde, por la pugna a ambos lados del tablero y ante la tendencia alcista de su formación en la capital y su cinturón en los últimos procesos electorales. Sus encuestas le dan por ganador. Resta saber si su electorado crecerá después de una campaña templada bajo el nombre de «Granada Ciudad Elegida» , no exenta de polémica por un informe psicológico basado en su cráneo que se ha visto obligado a retirar ante las críticas suscitadas.

Juan García Montero ha pasado del PP a Centrados después de 15 años como concejal

Otro viejo conocido del PP también quiere ser la «bisagra» y dice estar dispuesto a olvidar su enfrentamiento con Sebastián Pérez, ante quien perdió el congreso provincial de los populares de 2017 que finalmente ha ganado en los tribunales . Sin ejecutar la sentencia que desbcancaría a Pérez, virtualmente apartado y visualmente desconectado de la actividad municipal, Juan García Montero ha encontrado en la coalición Centrados en Granada un traje a medida para convertirse por quinta vez en edil; la primera sin ir de la mano de Torres Hurtado.

Con amplio presupuesto, sencillez programática, equipo y el aval de sus años al frente de la Concejalía de Cultura, García Montero espera renovar el acta y después ser absuelto en el caso Serrallo , una de las causas que —junto a Casa Ágreda, TG7 o los trabajadores fantasma del cementerio— han puesto al PP en la diana de una campaña hiperbólica en la que los populares empezaron disparando primero y han terminado prometiendo un espectáculo de luz y sonido en la Alhambra.

Del cemento a verde

Las obras faraónicas, como el túnel de norte a sur de «La Gran Granada» del PP o el teleférico a Sierra Nevada al que se ha abonado Ciudadanos, al igual que ha sucedido con la instalación de accesos mecánicos a la Alhambra , han ido quedando relegadas a un segundo planto frente a otros temas que han copado la atención de los partidos, como la creciente contaminación, el alto coste y la merma de servicios básicos, la política cultural o la situación económica de las arcas municipales: 200 millones de euros de deuda financiera y otros 100 de deuda a proveedores, cuyo periodo medio de pago ha aumentado, oxigenando el mandato del PSOE en su recta final.

Todo apunta a que los socialistas ganarán de forma ajustada. Cuenca ha rentabilizado su ascenso a la Alcaldía con ataques al PP, azuzando el miedo al «trifachito» y referenciando a Granada como ciudad de las cosas, como ciencia, deporte o cultura, pero sin grandes logros después de tres años en los que al menos ha contenido la quiebra técnica de un Ayuntamiento. Llegó tras la Operación Nazarí para «abrir puertas y levantar alfombras», y por momentos ha parecido que levantaba puertas y abría alfombras .

Cuenta se encuentra todavía investigado por externalizar el control de cursos de formación durante su etapa como delegado territorial de la Junta, entre otras polémicas que le han salpicado, como el máster que nunca tuvo o el intento de cesión de un palacete municipal a precio rebajado a la empresa donde trabajaba su mujer. El regidor socialista ha optado por una campaña de perfil bajo , con tono institucional , erigiéndose como un alcalde serio, combativo, dialogante y transparente, mientras la oposición le acusa de lo contrario, e incluso de impedir durante estos años la investigación de supuestas ilegalidades que afectan aparentemente al Partido Popular. Y nada se sabe la auditoría prometida en Urbanismo.

Francisco Cuenca ha optado por una campaña de perfil bajo y con tono institucional

La duda es si podrá seguir siendo el alcalde. Sin descartar que tenga de gobernar la lista más votada si no hay acuerdo, Francisco Cuenca requeriría en principio el apoyo de Unidas Podemos-IU-Adelante Granada , que pretende aguantar el retroceso general a costa de electorado socialista. El efecto del periodista Antonio Cambril , candidato independiente de Adelante Andalucía, cuyo programa promete desenterrar el río Darro o poner un ascensor invisible hasta llegar al Albaicín, también podría restar votos a la antigua confluencia de Podemos, Vamos Granada , con la que mantiene una clara sintonía en el diagnóstico de cuestiones medioambientales o de remunicipalización de servicios .

Vamos Granada , que obtuvo tres ediles en las pasadas elecciones, ha quedado dividido en cuatro opciones desde el estallido de Podemos hace dos años. La candidata Marta Gutiérrez , la más díscola y crítica del salón de plenos en este mandato que acaba, ha logrado mantener la marca con la que aspira a renovar su acta frente a sus antiguos compañeros de bancada, Pilar Rivas y Luis de Haro , que concurrirán por Bienestar de la Gente y Granada, Verdad y Democracia desde el pelotón de las 18 candidaturas —entre las que también destaca la opción localista/regionalista de Más Granada — para gobernar el Ayuntamiento tres años después: una nueva operación nazarí.

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