Entrevista

Pablo Casado: «Si se quiere echar a Sánchez, lo responsable y patriótico es votar al PP»

A pocas horas del final de la campaña electoral, el candidato del PP advierte de que las elecciones generales del 28 de abril son «las más esenciales»: «Nos jugamos España»

Las elecciones generales 28A, reacciones y posibles pactos en directo

Pablo Casado, en su coche, antes de comenzar la entrevista con ABC MIKEL PONCE

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Pablo Casado apura su cuarta vuelta a España desde que es presidente nacional del PP. Ayer amaneció en Madrid, viajó a Barcelona para participar en un mitin junto a Cayetana Álvarez de Toledo , se desplazó a Elche para comer con la familia y tomar un café con afiliados y simpatizantes, dio un paseo por una Murcia en fiestas y redondeó el día con un mitin al lado de Teodoro García Egea . En medio de su frenética agenda de campaña, ABC se subió a su coche en el trayecto de Elche a Murcia para conversar con el candidato del PP, a pocas horas de que acabe la campaña electoral. Casado es optimista pero alerta de que en estas elecciones nos jugamos, ni más menos, que la propia existencia de España.

¿Qué vibraciones tiene en estas últimas horas?

Muy buenas. Hace ya unos días percibimos una remontada en la intención de voto. El voto útil hace que recibamos el caudal mayoritario que quiere un cambio en España, porque somos el único partido que no pactaría con Sánchez, y la única alternativa a un Gobierno socialista.

Usted acaba todos sus mítines con un ¡viva España! y sostiene que esta campaña trata de salvar la Nación. ¿Qué se juegan los españoles?

Nos jugamos España. Pero tal cual. Si la hoja de ruta xenófoba y separatista de los socios de Sánchez sigue adelante, tal y como ha reconocido Iceta, en diez años habrá independencia en Cataluña. Además, la división entre españoles acabará con la historia democrática de 40 años de concordia y Constitución. Lo que nos jugamos es muchísimo. Son las elecciones más esenciales. La continuidad histórica de España depende de un Gobierno del PP en el próximo mes.

¿Se esperaba los golpes bajos de los últimos días?

Cada uno tiene que decidir sus estrategias y yo soy una persona que prefiere ver en positivo y hablar de nosotros mismos y no andar buscando en caladeros ajenos el talento que afortunadamente nunca nos ha faltado en el Partido Popular. Creo que el transfuguismo es malo en la política, por eso hicimos un pacto para evitarlo. Y veo que algunos partidos que van de nuevos, aunque llevan ya trece años liderando ese espacio y perdiendo elecciones, ahora han preferido no cumplir con ese pacto que los partidos serios habíamos alcanzado hace ya muchos años. Los españoles están viendo que hay partidos responsables y otros instalados en ese espectáculo.

La traición de Garrido le ha roto el final de la campaña electoral.

No, en absoluto. La campaña está mejor que nunca. Sinceramente el nivel de conocimiento de los fichajes que han hecho otros partidos de exmilitantes del PP es ínfimo. Insisto, nosotros respetamos cualquier decisión pero no nos hace falta tener que caer en el transfuguismo ni en las prácticas chaqueteras. La campaña va muy bien. Tenemos que hablar de cómo recuperamos el empleo, cómo mantenemos unida España y cómo gobernamos esta situación tan complicada, y hay partidos que no han gobernado ni una concejalía de pueblo. O cuando han gobernado un pueblo, como Arroyomolinos o Valdemoro, pues al final el alcalde ha acabado imputado por casos de corrupción.

¿Ha llegado a hablar con Garrido? ¿Qué le diría?

Es que no me interesa en absoluto. Es una cuestión tan irrelevante en esta campaña que sinceramente creo que no merece un minuto más. Una persona que ha estado veinte años disfrutando de oportunidades en el PP, en el que no hemos podido ser más generosos, al que nadie le ha votado en su vida, y ahora mismo ha tomado una decisión que yo creo que le perjudica a él y al partido que lo haya maquinado. Pero, insisto, nosotros somos un partido serio y Ciudadanos no es un partido fiable, dice una cosa y hace la contraria. Y así les va. Lo que tendrían que hacer es intentar ganar elecciones, o donde las han ganado, como Cataluña, hacer algo más allá de enseñar pasaportes, banderas y tarjetas. La continua sobreactuación mediática es más propia de partidos bisagra que de partidos con aspiraciones de Gobierno.

Quizás ha salido ganando usted por el fichaje del padre de Leopoldo López para las elecciones europeas.

Leopoldo es muy buen amigo mío. En los últimos meses ha estado muy pendiente de la evolución de los acontecimientos con Juan Guaidó y por ese motivo no se ha incorporado antes a nuestras filas. Ahora mismo, por desgracia, y por la incomparecencia de Sánchez entre otras cosas, parece que la solución para que caiga el régimen de Maduro está llevando su tiempo. Le agradezco mucho el paso que da para seguir dando tiempo a la causa de Venezuela, que tiene que ser una causa europea.

El caso de Garrido se une al de Clemente, Bauzá o Henríquez de Luna y Martínez Vidal. Debajo de la aparente calma hay un PP en tensión. ¿Teme más casos parecidos?

Una persona se mide cundo es agradecida con la organización que le lleva dando trabajo décadas o cuando lo único que quiere es un plato de lentejas a costa de traicionar sus principios y sus votantes. Pero el PP está recuperando votos después de la traumática moción de censura y recuperando gente de la sociedad civil, y me quedo con que Leopoldo López, Cayetana Álvarez de Toledo, Edurne Uriarte, Daniel Lacalle, Adolfo Suárez, Pablo Montesinos o Miguel Abellán han venido al PP.

Es un caso de transfuguismo de manual. ¿La nueva política era esto?

No hay nueva o vieja, sino buena o mala. Y los nuevos partidos no son tan nuevos, Rivera lleva trece años siendo presidente de Ciudadanos. Yo llevo ocho meses. ¿Quién es el nuevo y quién es el viejo? Rivera lleva tres elecciones generales perdidas y va hacia la cuarta. Yo espero ganar a la primera y gobernar a la primera. En la política hay ciertas normas y códigos y si tú incumples esas normas y esos códigos te estás instalando en la política clientelar y en la política de chequera.

Rivera ha redoblado los ataques contra el PP y usted. ¿Le sorprende?

Esto ya pasó hace dos meses. Ya propuse que tuviéramos una estrategia conjunta a la hora de hacer las listas electorales, porque era la forma de no dispersar voto y optimizar todos los escaños para echar a Sánchez. Tardaron media hora en contestar que no, también Vox. Ahora, una vez se abran las urnas será el que gane el que decida qué pactos quiere tener. Me quedo con lo importante. Tenemos que sumar esfuerzos. Lo importante es España. Y si los constitucionalistas no hacemos una causa común, España seguirá en manos de los separatistas y los batasunos. El elector lo entiende perfectamente. Voy a seguir abierto a acordar con los partidos constitucionalistas una alternativa a Sánchez.

¿Confiaría una Vicepresidencia del Gobierno a Rivera?

Hablar ahora de Gobierno es una falta de respeto a los electores. Tienen que votar y yo apelo a que voten unidos si no quieren que España se desuna, y que voten unidos en el PP, que es el único que puede gobernar España, y luego ofrezco el desbloqueo, la garantía de que el PP sí se pone de acuerdo con partidos que entre ellos no hablan.

Se lo pregunto de otra forma. ¿Compraría un coche usado a Rivera?

No quiero faltar el respeto a nadie, pero sinceramente no es una persona de fiar. Lo ha demostrado, dijo que no iba a apoyar a Sánchez y lo apoyó. Lo mismo dijo con Susana Díaz y Mariano Rajoy, menos mal. Albert Rivera no tiene palabra.

En los debates vimos dos perfiles de Pablo Casado. ¿Cuál le da más votos?

Lo que vimos son dos perfiles de debate. Un debate minutado, muy tasado, que para las personas que somos educadas, que no nos gusta interrumpir ni hacer espectáculos en la tele, pues es menos lucido. Y el otro debate fue más abierto. Llevo toda la vida debatiendo. Me encontré muy cómodo debatiendo pero me dio mucha pena que el presidente del Gobierno no fuera ni capaz de saberse sus últimas medidas, ni de decir si va a indultar a unos golpistas, si va a renegar de los apoyos de los proetarras. Vi a una persona que se mostró incapacitada para seguir gobernando España y sobre todo me dio pena que no quiso hacer una cara a cara, porque con uno habría quedado muy claro que el PP es la única alternativa a Sánchez.

Sánchez mintió ante millones de españoles. ¿Se perdonan más las mentiras de la izquierda?

Bueno, es increíble. Yo puedo estar en un debate dando 25 marcos macroeconómicos, y me pueden estar discutiendo decimales, literalmente. Y, sin embargo, Sánchez se puede apuntar las pensiones que aprobó el Partido Popular, puede negar las cifras de paro o puede blandir una «fake news» sobre violencia de género, y le sale completamente gratis. La mentira con Sánchez se ha institucionalizado. Sánchez es un mentiroso compulsivo.

Si usted es presidente, ¿dialogará con Sánchez sobre temas de Estado?

Como he intentado hacer siempre. Desde agosto, el presidente del Gobierno no se ha puesto en contacto con el líder de la oposición, lo cual es algo insólito. Eso sí, con Torra ha hablado un montón de veces y ha hablado muy bien de él. A mí no me ha hecho más que insultar.

¿Cómo se explica la subida de Vox en los últimos meses?

Por el rechazo a Sánchez. Hay una fragmentación de un espacio, que es lo que me propongo reunificar.

Pero ese rechazo a Sánchez también podía haber sido más voto para usted...

Por eso creo que acierto en el congreso nacional marcando una línea muy clara en la defensa de principios y valores. ¿Qué hubiera pasado si el PP después de ese congreso hubiera optado por una posición simplemente más conservadora? ¿Sin haber hecho cuatro vueltas a España, sin un programa electoral que es el mejor de nuestra historia?

¿La fuga habría sido mayor?

Eso parece. Hay votantes que nos pedían firmeza contra la corrupción, y he sido absolutamente implacable y lo sigo siendo. Nos pedían una política económica muy nítida y muy liberal, y nos pedían recuperar las políticas de familia y de apoyo a la natalidad y a la educación libre, y una defensa de la seguridad sin complejos, frente al separatismo y la delincuencia. Cuando digo que el PP vuelve es porque tenemos un planteamiento muy nítido, y sinceramente los votantes de Vox y Ciudadanos no tienen ninguna excusa para no votar al PP.

¿Ha cuajado el mensaje del voto útil?

Yo creo que sí porque no hace falta hacer muchas cuentas para saber que cuando el centro derecha ha estado dividido ha ganado la izquierda. Si a una persona de centro derecha no le importa que siga gobernando Sánchez puede votar a Vox o a Ciudadanos. Pero si verdaderamente quiere echar a Sánchez, lo responsable, lo patriótico es votar al PP. La ley electoral daña mucho la fragmentación.

Hay tres derechas. ¿Por qué debería elegir un votante de centro derecha al PP, y no a Vox o Ciudadanos?

Porque es un partido que ha creado siete millones de empleos cuando ha gobernado, porque es el partido que frenó el plan Ibarretxe y el plan Puigdemont, y Torra ahora también preocupa; porque es el partido líder en la UE, y hay que negociar la PAC, o porque hay una gran preocupación por la educación o por las pensiones. A la gente lo que le quita el sueño son esas cuestiones y el PP es quien siempre ha gestionado mejor.

A mucha gente le da miedo que haya un pacto con Vox y se han distanciado del centro derecha. ¿Qué les diría?

Pues solo tienen que ver la EPA para ver si les da miedo que Andalucía cree empleo, mientras en España se destruye, o si les da miedo que hayamos sacado a 500.000 andaluces del olvido de las listas de espera sanitarias. Al final, lo que daba miedo en Andalucía es lo que había, 37 años de régimen clientelar corrupto, y los 5.000 millones defraudados por la izquierda.

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