Elecciones andaluzas 2022

La apuesta de Santiago Abascal naufraga y frena en seco el ascenso de Vox

Macarena Olona apenas mejora en dos escaños el resultado del 2018, cuando el partido irrumpió en el Parlamento andaluz

En la formación creían que al menos duplicarían su resultado y daban por hecho que el PP los necesitaría

Macarena Olona ha ejercido su derecho a voto este domingo en Salobreña (Granada) Efe / Vídeo: Olona dice que se quedará en Andalucía y Abascal pide a Moreno que «no desaproveche» su victoria - EP
Juan Casillas Bayo

Juan Casillas Bayo

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Todo resultado electoral está condicionado por las expectativas previas. Y las de Vox eran altas, altísimas. La apuesta de Santiago Abascal , que prescindió de Macarena Olona en el Congreso para señalarla como la elegida para llevar a su formación al siguiente nivel, no ha funcionado, y este domingo el partido se ha quedado en catorce escaños con más del 99 por ciento del voto escrutado. Son apenas dos diputados más que en 2018, cuando irrumpió en el Parlamento andaluz pese a ser aún un gran desconocido en la política.

El éxito cosechado en Castilla y León , donde Vox pasó de uno a trece procuradores con un candidato novato, el ahora vicepresidente Juan García-Gallardo , hinchó la perspectiva de la formación derechista. Si el resultado del 13-F supuso la primera entrada de Vox en un gobierno autonómico, la designación de Olona pretendía catapultar al partido para hacer sombra al PP y al PSOE en una comunidad, además, donde la implantación territorial era mucho mayor que en la castellano y leonesa.

Si le preguntan hace un año a Vox dónde prefería elecciones anticipadas, la respuesta habría sido, sin pestañear, en Andalucía . Pero la campaña no le ha funcionado a un partido que, precisamente, hasta ahora acostumbraba a batir a las encuestas en los quince días de mítines. Las caras de Olona y de Abascal en la comparecencia para valorar su resultado han sido un poema; el extremo opuesto a la euforia desatada en Valladolid, cuando Abascal clamó aquello de que a su pupilo se le estaba poniendo «cara de vicepresidente».

Ha hablado Olona para confirmar que se irá a Andalucía, pese a las especulaciones de que conservaría su escaño en el Congreso si no lograba un resultado suficiente para entrar en el Gobierno de la Junta de Andalucía . «Vengo a mi tierra y vengo para quedarme», ha clamado, ante un público que aplaudía, pero que de nuevo chocaba con el cercano y cálido recuerdo del frío de Valladolid. Pero las elecciones generales son en año y medio y esa decisión de quedarse puede tener fecha de caducidad.

Olona, pues, se trasladará de momento de Madrid a Sevilla, pero lo hará como una portavoz de la oposición. Abascal, antes incluso de que fuese confirmada como la candidata de Vox, se atrevió a promocionarla como una diputada a la que se le veía «cara de presidenta» . Un salto cualitativo respecto a García-Gallardo con el que Vox se lanzó a por el bipartidismo .

El optimismo se contagió entre los distintos portavoces de Vox, con pronósticos que no se han cumplido y que se han quedado muy lejos del resultado. El escenario es parecido al de la Comunidad de Madrid el año pasado, pero entonces se asumió que el 'huracán' Isabel Díaz Ayuso era incontenible y el pequeño paso adelante de Vox se vio como una buena pesca en un mar revuelto.

En la precampaña y en la primera semana de campaña, dirigentes de Vox daban por hecho que iban, al menos, a duplicar su resultado o incluso a triplicarlo. La horquilla entre el primer y el tercer partido, decían, sería de ocho escaños arriba o abajo, lo que acercaba a Vox a un triple empate técnico. Un sueño del que ha despertado este domingo con un jarro de agua fría, a 44 escaños de distancia de Juanma Moreno .

El propio Abascal, durante la campaña, había dicho que su formación iba a obtener al menos los mismos diputados que Moreno en 2018, veintiséis, y que a los populares no les quedaría más remedio que asumir la realidad: que se verían obligados a gobernar en coalición con ellos, igual que había sucedido en Castilla y León meses atrás, cuando Alfonso Fernández Mañueco terminó cediendo pese a amagar incluso con ir a repetición electoral. Esta vez, será imposible comprobar si Vox iba a llevar su órdago hasta el final. El PP , al contrario de lo que presagiaban en la formación de Abascal –donde veían a los populares por debajo de los cincuenta escaños–, ha logrado 58.

Una estrategia a revisar

Vox debe ahora revisar su estrategia, tras haber apostado todo a Andalucía como trampolín hacia las generales. Abascal, por momentos con las manos en los bolsillos y cabizbajo mientras hablaba Olona, ha tomado también la palabra. Ha presumido de patriotismo y ha dicho que los resultados, «buenos para España», también lo son para él: «Vox sigue creciendo», ha destacado, y ha denunciado una «campaña de desinformación». «No os vamos a defraudar», ha prometido.

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