poster Vídeo
Donald Trump en un mítin. - AFP

¿Cuándo podrá cantar victoria Trump?

A pesar de su ventaja y su racha de victorias, el candidato republicano no podrá asegurarse la nominación directa hasta que concluyan las primarias en junio, si no lo consigue, habrá convención abierta

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La cifra mágica para Donald Trump es 1.237. Es el número de delegados -la mitad más uno de todos los que están en juego- que necesita para asegurarse la nominación del partido republicano. Si no pasa ese umbral, los delegados acudirían en julio en Cleveland a una convención abierta en la que el multimillonario -a pesar de contar con el mayor número de delegados- no tendría la nominación asegurada.

¿Tiene posibilidades de llegar a esa cifra? Tras los excelentes resultados en Nueva York la semana pasada y en la noche del martes en cinco estados del Noreste -arrasó en todos-, el camino está más despejado de lo que parecía hace pocas semanas, cuando la convención abierta parecía inevitable. Según la estimación de Associated Press -los datos de las últimas primarias son provisionales-, Trump cuenta ahora mismo con unos 950 delegados, por lo que necesita algo menos de 300 para garantizarse la nominación.

Sus rivales están a mucha distancia y sus únicas opciones pasan por robarle el suficiente número de delegados como para forzar la convención abierta. Ted Cruz acumula 546 delegados, por 153 de John Kasich.

Por delante están las primarias de catorce estados y todo apunta a que dos de ellos serán determinantes: Indiana y California. El primero es el próximo martes, y refrendará si la fortaleza de Trump en el Noreste se mantiene en otras regiones, como el Medio Oeste, donde hasta ahora Cruz ha plantado cara. Además, es uno de los pocos estados que queda en los que el candidato más votado -en todo el estado y en cada distrito- se lleva todos los delegados. Indiana es uno de los estados en los que se verá cuál es el efecto del pacto entre Cruz y Kasich: acordaron darse ‘vía libre’ el uno al otro en primarias donde tienen esperanzas de frenar a Trump. Kasich no hará campaña ni destinará recursos en Indiana y Cruz hará lo mismo en Oregón y Nuevo México.

Un triunfo contundente, con la rotundidad de los de esta semana, en Indiana pondrá todo en bandeja a Trump. Pero no le hará candidato inmediatamente (el estado otorga 57 delegados). Deberá sumar buenos resultados en los otros estados hasta llegar al 7 de junio, el último día de primarias en el partido republicano. Ese día se votará en Montana, Nueva Jersey, Dakota del Nort, Dakota del Sur y California. Este último estado será el decisivo, es el que más delegados reparte en todas las primarias (172) y tiene un sistema de votación no proporcional que beneficia al candidato más votado.

La última jugada de Cruz para frenar a Trump ha sido fichar a Carly Fiorina como su posible vicepresidenta en un hipotético ticket presidencial. Cuando las encuestas muestran que Trump tiene problemas con el voto femenino y el multimillonario ataca a Hillary Clinton, Cruz promete la primera vicepresidenta de EE.UU. Además, Fiorina es de California, el estado donde estuvo al frente de Hewlett-Packard, uno de los gigantes originales de Silicon Valley.

De momento, Trump encabeza las encuestas en California, en las que lidera con un 45,7%, frente al 28,3% de Cruz y el 18% de Kasich, según el acumulado de RealClearPolitics.

Pero queda más de un mes para eso y podrían pasar muchas cosas: si el pacto Cruz-Kasich funciona y Trump pierde Indiana; si su lengua viperina le juega una mala pasada (algo poco probable, porque sus exabruptos solo parecen espolear al electorado republicano); o si el fichaje de Fiorina surge efecto en California, Trump podría quedarse a las puertas de los 1.237 delegados.

¿Qué ocurriría entonces? Los republicanos acudirían el 18 de julio a su convención nacional el próximo 18 de julio en Cleveland sin un candidato con mayoría suficiente de delegados. En ese caso, ninguno de ellos conseguirá la mayoría de votos en la primera votación. En la segunda, el 60% de los delegados ya no estarán sujetos a ningún candidato, un porcentaje que subirá al 80% en una tercera votación y que podría acabar en que todos los delegados sean libres de votar si no se llega a una mayoría. En ese proceso, podría surgir un candidato de consenso del partido -dentro o fuera de quienes han sido candidatos- para apartar a Trump de sus aspiraciones presidenciales. Esa es la única bala que le queda al ‘establishment’ republicano y al movimiento ‘Never Trump’ («Trump nunca») que ha surgido dentro del partido. Indiana empezará a dictar dentro de pocos días si eso es una posibilidad real.

Ver los comentarios