AGRICULTURA

El tomate de industria añora la subida del termómetro

Los cultivos se resienten por las suaves temperaturas de julio y la cooperativa Las Marismas prevé ya pérdidas de 21

millones

Cultivo de tomates ÀBC

Inma Lopera

La campaña de recolección de tomate para industria en la zona del Bajo Guadalquivir, concretamente en el sector B12, la mayor zona productora de la provincia de Sevilla , se va a retrasar este año a la espera de una subida del termómetro que no acaba de llegar.

Las suaves temperaturas del mes de julio , con máximas de poco más de 30º cuando lo habitual en la zona es llegar a los 40º en estas fechas, «está perjudicando mucho a la campaña, por lo que en lugar de comenzar el 24 de julio la recolección se pospondrá hasta el 6 de agosto», declara el presidente de la cooperativa Las Marismas de Lebrija, Juan Sánchez Vargas.

Las expectativas de la cooperativa sevillana para la presente campaña son «muy negativas» , ya que «se han dado todos los factores agronómicos y climáticos posibles en contra del cultivo», indica el presidente.

Entre estos factores destaca «una bajada considerable en la superficie sembrada, ya que en el mes de enero estábamos ante una sequía técnica, y el miedo a la falta de agua llevó a muchos agricultores a optar por otros cultivos. Luego, en febrero comenzó a llover, pero ya no dio tiempo a resembrar las hectáreas perdidas». Así, de las 2.350 hectáreas de tomate industrial de 2017 se ha pasado a 1.560 hectáreas en 2018.

Al descenso en la superficie se suma que «las abundantes lluvias han mermado mucho el rendimiento del cultivo en campo, pues si en la campaña pasada estábamos en una media de 130 toneladas por hectárea, en la presente no superaremos las 100 toneladas por hectárea», explica el presidente.

Así las cosas, Las Marismas de Lebrija espera una producción de 180 millones de kilos de tomate en fresco , que darán lugar a 30.000 toneladas de tomate concentrado, un 40% menos que en la campaña pasada (cuando se produjeron 300 millones de kilos de tomates).

Esto supondrá a la cooperativa «unas pérdidas estimadas en 21 millones de euros» , calcula Juan Sánchez. Una cuantía que irá en aumento, ya que «otros cultivos de la cooperativa como el pimiento y el algodón también están resentidos por las lluvias primaverales y la ausencia de calor en este verano».

Mercados desatendidos

Más del 90% del concentrado de tomate que se produce en Las Marismas se exporta a los continentes de Europa, Asia y África . El año pasado, el producto elaborado en el Bajo Guadalquivir llegó, por primera vez, a Corea del Sur, Turquía o Arabia Saudita.

Sin embargo, en esta campaña , debido a la escasez de producto, «nos hemos visto obligados a dejar mercados desabastecidos, con el riesgo de perder destinos en los que nos ha costado mucho tiempo y trabajo poder entrar», lamenta el presidente.

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