Transición energética

Ángeles Santamaría: «Hay que impulsar tecnologías que generen industria en España»

La consejera delegada de Iberdrola en España cuenta cómo la compañía energética está desarrollando proyectos renovables en ámbitos como el hidrógeno, la eólica marina flotante y la movilidad sostenible

Ángeles Santamaría es consejera delegada de Iberdrola en España ABC

Luis Montoto

Es ingeniera industrial por la Universidad Pontificia de Comillas y se incorporó a Iberdrola hace dos décadas vinculada al equipo de operación, mantenimiento y gestión de renovables. «Éramos en origen un equipo reducido, aunque con muchas expectativas; desde entonces la compañía ha invertido más de 120.000 millones de euros en todo el mundo y 25.000 en España», recuerda. Tras ocupar la dirección de Prospectiva y Tecnología y la responsabilidad global de asuntos regulatorios e I+D, en 2015 asumió la dirección del área de renovables y en 2018 fue designada como consejera delegada en España, «un país que puede estar entre los líderes globales de la transición energética». Aún así, cree que hay desafíos pendientes para acelerar este proceso, como lograr mayor agilidad administrativa y liberar la factura eléctrica de aquellos costes y cargas que no están asociados directamente a la producción y distribución. «Se han dado pasos, pero hay que ir más allá», incide.

La pasada semana selló un acuerdo con Volkswagen y el año pasado con Heineken. ¿La estrategia de Iberdrola es firmar alianzas con industrias de distintos sectores para acelerar la transición energética?

En el sector eléctrico ya hay una penetración de renovables muy relevante. El último informe de Red Eléctrica (REE) indica que ya es más del 40% y si se cumplen los objetivos del PNIEC alcanzará el 72%. Es un hecho que el sistema está descarbonizado y obtenemos energía de fuentes limpias a precios muy competitivos; pero si queremos cumplir los objetivos de reducción de emisiones que se ha marcado España y la UE para 2030 y ser neutros en 2050 debemos ir mucho más allá, y eso implica abordar todos los sectores de manera transversal. Uno de ellos es el transporte, y por eso hemos alcanzado un acuerdo con el Grupo Volkswagen para el suministro de energía pero también para impulsar juntos la electromovilidad con el desarrollo de una red de infraestructuras de recarga pública; y debemos ir a otros segmentos como la climatización. Alianzas como la que suscribimos con Heineken han contribuido a que sea la primera cervecera con una producción 100% renovable. También hemos firmado un acuerdo con Fertiberia para desarrollar la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa, lo que nos brinda la oportunidad de crear en España una cadena de valor asociada a esta tecnología.

«Estamos triplicando nuestra capacidad renovable en andalucía con una inversión de 1.500 millones hasta 2025»

«Para que españa lidere el cambio de modelo energético se deben agilizar los trámites burocráticos»

La cadena industrial de la energía solar y eólica está ya muy madura. ¿Existe la oportunidad de crear industria autóctona asociada al hidrógeno?

Ese es el objetivo. Nos hemos aliado con Fertiberia porque la producción de fertilizantes requiere hidrógeno «gris» y nosotros le vamos a proveer en sus instalaciones de Puertollano y Palos de la Frontera de hidrógeno «verde», producido con renovables, con lo cual colaboramos a descarbonizar sus operaciones. A corto plazo cubrimos un mercado que ya existe y trabajamos en la competitividad de una tecnología todavía incipiente. Es un proyecto a siete años, pero la primera fase estará operativa a finales de este ejercicio, con un electrolizador de 20 MW del que ya están muy avanzadas las compras y la ingeniería de detalle, y el objetivo final es desarrollar 800 MW asociados a esta producción de hidrógeno «verde». Pero es solo el primer paso para superar barreras y crear un mercado que llegue a otros sectores como el transporte pesado, y eso exige apoyos públicos, como en su día lo requirieron otras tecnologías renovables que hoy ya son competitivas. En concreto, para este primer proyecto con Fertiberia hemos concurrido a los fondos europeos Innovation Funds, que están enfocados al desarrollo de tecnologías innovadoras que logren la reducción de emisiones.

¿La unión entre desarrollo renovable y fondos europeos Next Generation será una de las claves para la recuperación?

Los proyectos convencionales solares y eólicos no requieren de estas ayudas, que no se han concebido para financiar los planes de negocio de las compañías del sector. Estos fondos deben ser para algo más y enfocarse a iniciativas que tengan un efecto de adicionalidad y aporten nuevas tecnologías que puedan escalarse y sean tractoras para la industria española. El hidrógeno es un ejemplo, ya que hay una hoja de ruta trazada por el Ministerio de Transición Ecológica para que España lidere este sector en el futuro; y otro ejemplo es el posible desarrollo de parques eólicos marinos flotantes a escala industrial, donde hemos presentado manifestaciones de interés al programa Next Generation que implicaría a 66 empresas y centros tecnológicos españoles, la mayoría pymes.

En eólica marina Iberdrola contrató a Navantia para la elaboración de algunas de sus mayores infraestructuras. ¿Se trataría de darle continuidad a esta relación?

El objetivo es avanzar en esa línea. En Puerto Real se han hecho grandes subestaciones «offshore» que ya están en parques de Iberdrola como Wikinger en el mar Báltico, por ejemplo. Reforzamos nuestra colaboración con Navantia para dar un salto diferencial, porque la tecnología eólica marina flotante aún no está desarrollada y es una oportunidad de crear nuevas capacidades en España. Es parte del compromiso con el desarrollo de la industria en nuestro país;de hecho, en 2020 adelantamos pedidos por valor de 14.000 millones para dar visibilidad a nuestros proveedores y evitar que nada parara; y en lo que va de 2021 ya hemos acelerado contratos por otros 7.000 millones.

Ángeles Santamaría ABC

En el caso concreto de Andalucía su objetivo es triplicar la capacidad de generación renovable en cinco años para alcanzar 3.000 MW. ¿Cree que hay infraestructura de red suficiente para absorber todos los parques que se están promoviendo en la región?

Tenemos ya en marcha en Andalucía una inversión de 1.500 millones para pasar de 900 MW a 3.000 MW, con los que vamos a crear, solo en la construcción y el montaje, 5.500 puestos de trabajo. La primera instalación de este nuevo ciclo se ha realizado en el Andévalo, con un parque de 50 MW; y ahora tenemos en construcción un conjunto eólico de 79 MW entre Málaga y Sevilla, que ha comenzado con el proyecto El Puntal; y continuará con proyectos en casi todas las provincias de la Comunidad. ¿Hay capacidad de red suficiente? REE ha mostrado su compromiso para que así sea, al igual que lo hizo el Gobierno en el PNIEC. Puede que se den congestiones en áreas concretas, pero si el compromiso con las renovables es real no se deben crear cuellos de botella. Nosotros, por nuestra parte, estamos también promoviendo y haciendo más inteligente nuestra red de distribución, aunque la normativa pone de manera incomprensible un límite a estas inversiones.

Empieza a existir una contestación en ámbitos ecologistas contra los parques de grandes dimensiones. ¿Pueden frenar al sector?

En un país como España, con una gran superficie y baja densidad de población, estos proyectos son imprescindibles y necesarios para alcanzar la neutralidad de emisiones. El autoconsumo y las pequeñas instalaciones en cubiertas y tejados no aportan la capacidad necesaria para cumplir los objetivos. Los proyectos renovables son compatibles con la biodiversidad y demostramos en cada actuación que conviven con la flora y la fauna de la zona; tenemos a rebaños de corderos pastando entre placas y colmenas de abejas produciendo miel. Hay que recordar además que los grandes parques solares y eólicos deben cumplir tramitaciones ambientales muy rigurosas y el proyecto que no los cumple se cae por si mismo.

El confinamiento provocó que las ciudades se limpiaran de polución y ruido. ¿Ha crecido el interés social por vivir en ciudades sin emisiones?

El covid, en general, ha creado una sensación de vulnerabilidad sobre nuestro modelo económico, así como la necesidad de pasar a la acción para mejorar la calidad de vida en ciudades con un ambiente limpio. Este deseo social está alineado con la estrategia de la administración a todos los niveles, y se ha reforzado con el plan de recuperación europea, que destina un 37% a la transición energética y digital. Tenemos empresas punteras en energía y ya no existe una disyuntiva entre desarrollo verde o industria, sino que la transición energética se entiende como una palanca para el desarrollo de la industria.

«La transición energética es una palanca para la industria que españa debe saber aprovechar»

«Hay que despertar vocacionestecnológicas en los jóvenes, la ingeniería les abre el camino a los empleos del futuro»

Tiene una experiencia de más de dos décadas en el sector renovable. ¿España está ahora de nuevo ante la oportunidad de liderar la transición energética en Europa?

España y Andalucía pueden estar entre los líderes de la transición energética en el mundo, pero hay que avanzar en aspectos como la agilización de trámites, lo cual no significa menos requisitos; hay que desarrollar una fiscalidad medioambiental y liberar a la factura eléctrica de costes que no son directamente de generación y transporte para que compita en igualdad con otras tecnologías. La sociedad española también tiene el desafío de fomentar las carreras técnicas para crear nuevo talento en este sector.

¿Se están perdiendo oportunidades porque no hay vocaciones tecnológicas?

Crear industria innovadora asociada al desarrollo renovable requiere de profesionales con talento. Hay pocas vocaciones para titulaciones técnicas, tanto en ingenierías como en formación profesional, y esto está más acentuado en el caso de las mujeres. Tengo un empeño personal en explicar a los jóvenes el papel social y transformador que pueden realizar como ingenieros, que les permitirá acceder al empleo del futuro. Quizá el problema esté en el efecto disuasorio que provocan hoy las matemáticas y la física en la educación española... Para liderar la transición energética y digital también hay que poner el foco en la formación de los jóvenes.

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