Sánchez admite ya a la UE que la deuda pública se disparará en 40.000 millones en 2020

Rebasará el 100% del PIB y supera en 6.000 millones la emisión prevista del Tesoro

El Gobierno contempla internamente una caída del PIB similar a la del Banco de España

El Gobierno aún está cerrando cuánto caerá la economía española este año y cuál será el efecto que tendrá la crisis del coronavirus sobre las arcas públicas, pero ya prevé ante la Unión Europea que la deuda pública se disparará hasta los 1.227.306 millones de euros, rompiendo por primera vez la barrera psicológica de los 1,2 billones en lo que supone un incremento frente a 2019 de casi 40.000 millones de euros. Si el Tesoro recogía que las emisiones netas este año serían de 32.500 millones -unas estimaciones que en su momento ya eran elevadas-, a finales de marzo el Ejecutivo remitió a la Unión Europea una previsión de que la deuda pública aumentará en 38.444 millones de euros, es decir, 5.944 por encima.

Esta estimación, enviada a la Comisión Europea el 31 de marzo, por primera vez recoge el efecto del confinamiento sobre la economía y las finanzas públicas desde la óptica del Gobierno, que precisamente ahora está cribando sus estimaciones para remitir a Bruselas antes de que acabe abril el Programa de Estabilidad con un nuevo cuadro macro. Antes de ello, España remitió la notificación de déficit y deuda antes , ya que debe enviarla dos veces al año, en marzo y en septiembre, al igual que hacen todos los estados miembros.

En esta ocasión la notificación dice tanto por lo que recoge como por lo que no: por primera vez, el Gobierno deja en blanco las casillas correspondientes a sus previsiones de PIB y déficit público para este año , ante la incertidumbre que supone la crisis del coronavirus.

Como señalan fuentes conocedoras, en el Ejecutivo ya contempla internamente estimaciones similares a las que ha hecho Francia -que ha anunciado una caída del PIB del 8% este año- o el Banco de España, con una caída del 8,7% en su escenario central de varias hipótesis. El supervisor auguraba que el pasivo se iría al 115,3% y el FMI cifraba en un 113,4%, con una recesión prevista para España del 8%.

Por encima del 100% del PIB

En todo caso, el Ejecutivo admite en la notificación que el peso del pasivo será el mayor en más de un siglo. El aumento de la deuda que recoge el Gobierno es más del doble que el del año pasado (cuando creció en 15.514 millones). Estas previsiones de aumento de deuda púbica provocarían que, según las estimaciones de recesión de organismos como el Consejo General de Economistas -del -5%- o BBVA Research -del -8%-, el pasivo se iría con este montante a una horquilla que va del 102% del PIB que calcula para 2020 el primer organismo al 108% del segundo.

El Ejecutivo aún está cocinando sus propias previsiones, que actualizarán un cuadro macroeconómico que ha envejecido a marchas forzadas ante la crisis y que recogía un crecimiento del 1,6% para este año y un déficit del 1,8% del PIB. Previsiones que se quedan ahora «obsoletas», como las definió la propia ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, hace unos días.

La notificación enviada a Bruselas data del 31 de marzo por lo que no recoge todo el impacto que puede tener la crisis del coronavirus , apuntan fuentes conocedoras. Entonces el confinamiento iba a acabar el 12 de abril y aún no había aprobado medidas como la ampliación de los ERTE en sectores esenciales o otorgar prestaciones de desempleo a aquellos trabajadores despedidos en el periodo de prueba, a lo que se pueden sumar nuevas medidas como la renta mínima que elevarán considerablemente el gasto público. No es descartable, por tanto, que vuelva a revisar al alza su estimación de deuda ante la gravedad de la situación y las nuevas medidas aprobadas.

Previsiones inciertas

Desde el Ministerio de Economía aguardan a la publicación de más indicadores para saber la magnitud de la crisis. Buena parte de ella se conocerá, precisamente, en la última semana de abril, cuando el Ejecutivo debe mandar el nuevo cuadro macro a la Comisión Europea. El 28 de abril el INE publicará la EPA del primer trimestre, mientras que el mismo 30 saldrá el avance de la contabilidad nacional trimestral, con el crecimiento del PIB de los tres primeros meses del año.

En Economía están en comunicación con el INE para conocer cuáles son sus resultados preliminares, señalan fuentes conocedoras, de cara a atinar en el cuadro macro. Estadística está tratando de solventar las limitaciones del estado de alarma, con encuestas recogidas por teléfono o internet en lugar de presencialmente. La gran complicación es la recogida de datos de la última quincena de marzo -cuando arranca el confinamiento- sobre todo entre pequeñas empresas, ya que algunas están cerradas y puede haber problemas por falta de respuesta. En su lugar, el INE puede tirar de métodos de estimación y estas fuentes dan por seguro que habrá revisiones del avance de crecimiento del PIB del primer trimestre , una vez que se disponga de más información.

Los problemas a los que hace frente el INE son similares a los del resto de institutos estadísticos de toda Europa. La propia Eurostat ya señaló en un comunicado que todos los organismos europeos están tirando de medios telemáticos ante el confinamiento decretado en la plana mayor de países europeos. De hecho, una de las opciones que se baraja es que los Estados manden a Bruselas distintos escenarios , basados en las mismas hipótesis de duración e intensidad del confinamiento, para poder tener cifras comparables.

En el caso de la EPA, los datos ya están recogidos. Otro problema de la metodología es que incluye los datos medios del trimestre, lo que dará lugar a un dato de ocupación mejor de lo que recoja el mercado laboral de marzo. Todo ello teniendo en cuenta que los empleados afectados por ERTE no computan como parados y sí como ocupados.

Brecha Norte-Sur

Las mismas fuentes aseguran, no obstante, que uno de los aspectos que más preocupa actualmente al Ejecutivo no es tanto la fuerte caída que se sufrirá la economía este año -y que ya se da por descontada- sino las condiciones en que se efectuará la salida en comparación con nuestros socios. Porque mientras España cerrará el año 2021 con una deuda que superará ampliamente el volumen de su PIB, Alemania calcula que lo hará en el entorno del 65% de su PIB. Un contraste de cifras que puede volver a reabrir las grietas entre el norte y el sur de Europa.

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