Portugal planea terminar con la exención fiscal para jubilados extranjeros

La Asamblea de la República votará fijar en un 10% la tributación para los pensionistas que se trasladen a suelo luso

El primer ministro portugués, Antonio Costa EFE
Francisco Chacón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Gobierno socialista portugués planea poner fin a la exención fiscal absoluta durante una década para los jubilados extranjeros, que estaba en vigor desde 2009 y atrajo a unos 33.000 pensionistas al país vecino . Solo en caso de acuerdos específicos bilaterales con las naciones de origen quedaba sin aplicación este punto, pero ahora todo puede dar un vuelco.

La medida, que debe votarse próximamente en la Asamblea de la República, impulsa la tributación de un 10% y se pone sobre la mesa en un intento de frenar la escalada de precios en el sector inmobiliario, que ha terminado con los valores asequibles que solían estar vigentes al otro lado de la frontera y ha disparado la cuantía de las transacciones, especialmente en el centro de Lisboa y Oporto.

Precisamente, los conservadores del PSD quieren incluir en la misma propuesta otra adicional en este sentido: terminar con la ‘barra libre’ en las denominadas ‘visas oro’, es decir, el derecho a obtener un permiso de residencia en Portugal gracias a la inversión de un mínimo de 500.000 euros en viviendas o negocios.

Así, se apunta a la limitación de estas concesiones en Lisboa y Oporto para tratar de ampliar las inversiones hacia otras zonas del país. De paso, se busca poner freno a la escalada alcista que parece no tener fin y está causando estragos entre la población local.

Muchos residentes en los centros de la capital y de la segunda ciudad se han visto obligados a desplazarse a la periferia debido a la imposibilidad de hacer frente a las rentas o las adquisiciones por las nubes, más aún si tenemos en cuenta que los bloques de edificios que necesitan rehabilitación urgente se multiplica en extensas franjas urbanas.

Hace varios meses, los gobiernos de Finlandia y Suecia habían elevado una protesta por la exención fiscal que disfrutaban sus ciudadanos al decidirse a residir en suelo portugués. No tributaban ni allí ni en su nuevo destino, con lo cual sus delegados en la Unión Europea consideraban que pendía sobre ellos una excesiva ‘manga ancha’.

De cualquier forma, no se contempla el carácter retroactivo de la propuesta actual , por lo que los jubilados inscritos con anterioridad seguirían beneficiándose. Serían las incorporaciones futuras a la lista las que deberían pagar al menos ese 10% de impuestos.

El miedo al Brexit hizo que decenas de pensionistas británicos se interesaran por las facilidades que se daban hasta hoy, como también se extendió el ‘efecto llamada’ entre los franceses (para evitar el pago de grandes tasas a las fortunas más acaudaladas) y brasileños, prestos a integrarse así en Europa.

Pero el número de españoles atraídos por la peculiaridad del régimen portugués no ha hecho más que crecer en los últimos meses . Hasta el punto de que las consultorías llevan tiempo registrando un aumento de peticiones de información por temor a la presión fiscal que pueda ejercer el Gobierno PSOE-Unidas Podemos. Ahora el rumbo puede cambiar.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación