Nueva Pescanova, la empresa que resurgió de la mano de los bancos

En la sede de la empresa en Chapela , a las afueras de Vigo, el juicio en la Audiencia Nacional a su antigua cúpula se ha visto como un eco del pasado. La compañía ahora es otra, aunque herede marca, negocio y reputación.

Los bancos acreedores protagonizaron una refundación en 2015, poco después de finalizar el proceso concursal que se saldó con cuantiosas quitas de deuda, y de allí surgió Nueva Pescanova S.L ., de la que la vieja Pescanova apenas posee el 1,67% de su capital social. El denominado G-7 ( Banco Sabadell, Banco Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca ) tomaron el control de la multinacional para intentar reflotarla, saneando principalmente la deuda de sus filiales.

Hoy, la empresa está controlada en un 80% por Abanca , que el pasado marzo se hizo con el paquete accionarial que hasta el momento ostentaban Banco Sabadell y Caixabank. Pescanova ha ido incrementando en los últimos años su volumen de negocio, y en el pasado 2019 marcó un record de facturación con más de 1.100 millones de euros.