Lagarde no habla alemán

Sus primeros pasos en el BCE evidencian ya un «nuevo estilo» que choca con la política económica germana y los grandes bancos

Lagarde ya ha cargado contra las políticas ancladas en el déficit cero de los gobiernos de Merkel REUTERS

La prensa internacional la ha saludado como «la nueva cara del euro» y ella ha declarado que preservará el legado de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo (BCE) con un «nuevo estilo». Sus primeros pasos, sin embargo, sugieren que las novedades van mucho más allá del superficial «estilo».

Si lo último que hizo Draghi antes de irse fue responder que «ya saben ustedes que nunca juzgamos las políticas de gobiernos concretos del euro», cuando le preguntaban por el superávit presupuestario alemán, lo primero que ha hecho Christine Lagarde tras tomar el relevo ha sido conceder una entrevista a la cadena de radio francesa RTL y decir que Alemania «no ha hecho los esfuerzos necesarios». «Pensamos, por ejemplo, en los países que están de forma crónica en excedente presupuestario como Alemania, Holanda y otros», comentó, para proseguir con una pregunta: «¿Por qué no usar este excedente presupuestario para invertir en infraestructuras? ¿Por qué no invertir en educación o en innovación para permitir un reequilibrio?». Con esta pregunta, Lagarde no solamente cargaba de forma frontal contra las políticas de los sucesivos gobiernos de Angela Merkel, profundamente anclados al déficit cero y a la reducción de la deuda, sino que culpaba a Alemania de la desaceleración de la zona euro, en lugar de aludir a las reformas estructurales pendientes en los países periféricos, que viene siendo el discurso del BCE desde su fundación. «Como muchos políticos franceses, Christine Lagarde cree en la primacía de la política sobre la ley y el orden», advierte Thomas Mayer, director fundador del Instituto de Investigación Flossbach von Storch y antes de eso economista Jefe de Deutsche Bank hasta 2012. «Completará la politización del BCE, como ya hizo en el FMI, y no dudará en cargar la factura a los desprevenidos contribuyentes», dice. Y añade: «Su llegada a Frankfurt significa que no estamos al final de los tipos bajos sino que esto no ha hecho más que empezar».

Las tensiones entre Lagarde y Alemania irán seguramente en aumento. No solo no habla alemán sino que representa todo aquello sobre lo que el Bundesbank ha combatido para lograr la estabilidad

Lagarde, en efecto, no tiene formación de economista. Es licenciada en Filología y diplomada en Derecho , además de portadora de una cultura monetaria ajena a la tradición del BCE, que en opinión de Mayer queda destruida con su nombramiento. «Por presión alemana, el BCE fue diseñado en la tradición del Bundesbank como un emisor no político de buen dinero. Sin embargo, es una vieja tradición francesa no utilizar el dinero como un medio de intercambio y retención de valor para los ciudadanos, sino como un medio de política. También es una vieja experiencia francesa que el poder adquisitivo del dinero disminuya ».

No en vano, en vísperas de su toma de posesión, un grupo de demandantes alemanes en torno al profesor de Economía Johann Heinrich von Stein ha solicitado al Constitucional alemán que paralice provisionalmente la entrada en vigor del nuevo programa de compra de activos del BCE mediante una orden judicial temporal. Su abogado, Markus Kerber, ha declarado que su objetivo es conseguir una despensa del Constitucional alemán que permita al Bundesbank excluirse de ese programa.

Las tensiones entre Lagarde y Alemania irán seguramente en aumento. No solo no habla alemán sino que representa todo aquello sobre lo que el Bundesbank ha combatido para lograr la estabilidad. Su «nuevo estilo» chocará también inevitablemente con los grandes bancos europeos. El BCE de Lagarde podría reducir todavía más las tasas de depósito y de refinanciación, junto con más opciones de refinanciación a largo plazo para los bancos y nuevas compras de bonos. Esta es una mala noticia para los ahorradores, los fondos de pensiones o las compañías de seguros, pero sobre todo para los bancos.

Evolución institucional

«A largo plazo, es probable que fomente una mayor evolución institucional en el BCE», añade Giacomo Barisone, director de Finanzas Públicas de Scope Ratings. «Si Draghi ha ampliado significativamente su conjunto de instrumentos de política monetaria, seguramente Lagarde irá más allá, con un marco y una estrategia con objetivos de inflación más flexibles y simétricos en el futuro», prosigue. Los mercados esperan, por tanto, que Lagarde se sirva de medidas de nueva creación que el viejo Bundesbank jamás llegó siquiera a imaginar y que modifique el cálculo del IPC para, así, lograr un objetivo que a Draghi se le resistió incluso a pesar del «todo lo que sea necesario».

Para empezar, Lagarde ha dado la vuelta a la tortilla al apelar directamente a Berlín para que inicie programas de gasto que otros países, como España, aún con déficit, no están en condiciones de desplegar. Este paso respalda los planes de la gran coalición alemana de liberar inversiones públicas , pese al férreo rechazo del Bundesbank.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación