Innovaciones ‘de película’ para convertir al espectador en protagonista

Asientos con movimiento, espacios de lujo, dispositivos que generan viento y lluvia... las salas de cine se renuevan para recuperar al público perdido

Sala 4DX en Kinepolis con efectos de lluvia y niebla. Abajo, mando D-Box de Cinesa

CHARO BARROSO

Llueve sobre las calles de Gotham y en la sala comienza a caer agua pulverizada. Las balas se cuelan entre los espectadores y pasan cerca. Lo sé porque he sentido el viento de sus ráfagas junto a mi oído y el olor a quemado de los proyectiles chocando contra el metal. A lo largo de las tres horas de la nueva secuela de «The Batman» el espectador puede sentir lo mismo que Bruce Wayne planeando entre edificios, conduciendo el batmóvil, descifrando quién aparecerá entre la niebla que sale físicamente de la pantalla o peleando contra los hombres de «El Pingüino» o Cat Woman. Estamos en la sala 4DX de Kinepolis, una tecnología inmersiva capaz de lograr que el espectador experimente las mismas sensaciones físicas que viven los personajes en la ficción. Para ello, «todo un conjunto de dispositivos diseñados para generar viento, lluvia, niebla, luz... y butacas que se mueven al unísono de las imágenes de la pantalla», explica Agustín Llorente, director general de Kinepolis España. Y pienso, no sé si con alivio o con pena, que no estuviera inventado cuando se estrenó Titanic.

Rrenovación constante

Dejar huella en el espectador es clave después del duro golpe que la pandemia y las plataformas de ‘streaming’ han asestado al sector. Las salas de cine apuestan por la transformación para recuperar taquilla aunque, siendo honestos, desde que los hermanos Lumière estrenaran su cinta allá por 1895, la renovación ha sido una constante en esta industria. «La innovación tecnológica está en nuestro ADN. Fuimos los primeros en poner proyectores digitales, los primeros en España en implantar proyectores láser y los terceros de Europa. Nos dimos cuenta pronto de que había que reimaginar servicios para potenciar experiencias con la tecnología más novedosa. Tenemos el récord guiness al complejo cinematográfico más grande del mundo, una sala con 1.000 butacas y 250 metros cuadrados de pantalla», explica Llorente.

Otra de las tecnologías punteras es Dolby Atmos, que permite un sonido envolvente que se mueve alrededor del espectador en el espacio tridimensional para que se sienta en medio de la acción. Este sistema es capaz de utilizar un canal de 128 pistas y, si hubiera el mismo número de objetos haciendo ruido, se podrían distinguir uno a uno. En la imagen se centra Screen X, capaz de ofrecer un ángulo de visión de 270 grados. «Las imágenes continúan en las pantallas laterales de las salas. Si un coche sale de la pantalla central lo veremos pasar casi a nuestro lado», explica el director general de Kinepolis. Todas estas innovaciones resultan tan interesantes como costosas: una butaca 4DX cuesta hasta diez veces más que una estándar, además del mantenimiento y del gasto energético que supone. En el caso del Screen X, las imágenes laterales no forman parte de la película y se desarrollan posteriormente con efectos especiales.

Las pantallas Onyx Cinema de Samsung ofrecen la última tecnología en imagen. Consiguen un nivel de contraste y de negro sin precedentes en la industria del cine y un brillo casi diez veces superior a un sistema de proyección tradicional. Odeón Multicines inauguró en 2019 el primer cine de España con esta tecnología led.

Y es que las salas, conscientes de la necesidad de ofrecer experiencias inmersivas que atrajeran al espectador, ya venían tiempo apostando por la innovación: «En 2019, el sector invirtió 100 millones de euros en nuevos complejos y en nuevas tecnologías. Fue el mejor año de la década en espectadores y recaudación, una tendencia al alza que frenó la pandemia», señala Luis Gil, director general de la Federación de Cines de España (FECE).

A fecha de julio de 2021 contábamos con 706 cines y 3.563 pantallas en toda España. Para Gil las salas han apostado por atraer al público a través de dos vías. «Una es la que afecta a la tecnología de imagen y sonido en la que, como ingeniero, considero que nunca hay techo y siempre se va a ir mejorando para seguir sumergiendo al espectador dentro de la película. Y otra, ofreciendo novedades en las salas: más espacio, butacas reclinables, salas junior o para ir en familia donde los niños pueden jugar en sus espacios, experiencias gastronómicas... Los cines están en constante innovación buscando soluciones que se adecúen a los nuevos tiempos donde el espectador quiere más que ver una película», explica Luis Gil, quien considera que es necesario un mayor apoyo a las salas por parte de la Administración a través de avales e incentivos fiscales que les den oxígeno, y considera escasos los 17 millones de euros de los fondos Next Generation que se destinarán al sector para digitalización y tecnología, sostenibilidad e innovación en la programación.

Apuesta por el «luxe»

Y en esa apuesta que comentaba Gil de ofrecer una experiencia cinematográfica que va mucho más allá del hecho de ver una película se sitúa Cinesa. La exhibidora acaba de abrir su décimo cine en España bajo la insignia Luxe , un concepto con el que consolida su apuesta por la tecnología y el confort. «Se trata de maximizar la experiencia», explica Ramón Biarnés, director general de Cinesa, quien tiene claro que aunque al cine lo hayan intentado matar (como a Batman en las 66 películas que hay sobre el superhéroe de DC) seguirá sobreviviendo porque el espectador quiere. «Tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos y a las nuevas generaciones que son mucho más exigentes. Las salas de Cinesa Luxe disponen de una sala D-Box, que incorpora el movimiento a las butacas y ofrecen un bar cinematográfico premium con una oferta de productos que no pueden encontrarse en una sala de cine convencional», explica Biarnés. Además, Cinesa apuesta por el alquiler de salas para la realización de eventos donde se puede, por ejemplo, disfrutar de videojuegos como el FIFA en pantalla grande.

Pero si hay alguien que conoce cómo hacer del lugar una experiencia única ese es el arquitecto Diego Gronda.Su primer cine, en Bangkok fue nombrado el mejor del mundo tres veces seguidas. Hoy, las salas de cine del PVR Chennai y Maison PVR, en India, están diseñadas al detalle con el imponente estilo que caracteriza a sus proyectos de hotelería. «El objetivo es llevar la experiencia en diseño de “hospitality” al sector del entretenimiento. Un espacio social único y polivalente donde puedes disfrutar desde un bar de sushi en la sala, adquirir la comida de restaurantes como Nobu o comprar un bolso de Hermés al salir», explica Gronda. Un espacio imponente y único que aúna estética y tecnología y al que sin duda dará gusto salir tras abandonar la oscura ciudad de Gotham.

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