El ministro de Economía, Luis de Guindos
El ministro de Economía, Luis de Guindos - MAYA BALANYA

De Guindos: «Lo peor que le puede pasar a la banca es que España deje de crecer»

«Los supervisores dicen que el Popular no tiene problemas ni de solvencia ni de liquidez», asegura el ministro

Economía creará un fondo de garantía privado para cooperativas de crédito

Madrid Actualizado: Guardar
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El Gobierno suele sacar pecho del impacto positivo que su reforma bancaria y el rescate, que forzaron una reestructuración y un saneamiento drásticos, han tenido en la recuperación del sistema financiero nacional y de la economía española. «Hoy la banca ayuda a la recuperación», dijo ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, que advirtió de que «lo peor que le puede pasar a la banca y a la economía en general es que España deje de crecer y de crear 500.000 empleos al año».

Pese a ese avance, De Guindos pareció querer lanzar un recordatorio a las entidades de la necesidad de afrontar siempre las debilidades a tiempo. «Los problemas bancarios son como los fantasmas de los dramas de Shakespeare; si no se abordan en el corto plazo en profundidad, se vuelven a reproducir posteriormente», dijo en el XXIV Encuentro del Sector Financiero de ABC, organizado en colaboración con Deloitte y Sociedad de Tasación.

En la sala, repleta de profesionales financieros, esa frase se interpretó como un mensaje a raíz de la crisis de Banco Popular. Preguntado por los periodistas, el ministro lo negó y matizó que se trataba de un comentario «en general». «Lo que los supervisores nos dicen es que el Popular no tiene ni problemas de solvencia ni de liquidez», añadió, recordando que es una entidad privada y por tanto su futuro lo decidirán sus accionistas, no el Gobierno.

De Guindos inauguró el foro explicando que la banca ha sido causa y consecuencia de la larga crisis, pero que ahora contribuye a la recuperación. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, siempre muy activa a la hora de defender en público la imagen del sector, rechazó que se atribuya la culpa de la crisis al sector bancario.

«Ahora mismo se ve a los bancos como desalmados que se aprovechan de unos clientes ilusos. Esta es la triste realidad. Además se han pasado por alto todos los esfuerzos que han hecho las entidades. Pero es que la lista de méritos es mucho mayor que la de deméritos. Hay que mantener la cabeza alta y decirlo: la banca no fue la responsable de la crisis», espetó.

La banquera resumió los retos a los que se enfrenta el sector financiero en tres: junto a ese desafío reputacional, el cambio tecnológico y la regulación. «La regulación es necesaria, pero la exageración de la misma resulta claramente perniciosa», lamentó.

«Inseguridad hipotecaria»

Economía seguirá abordando reformas en el ámbito financiero. Una de ellas, la de la ley hipotecaria, a raíz de la transposición de una directiva europea. Eso sí, el Gobierno se plantea ir más allá para dar solución a problemas del pasado como la venta de hipotecas con cláusulas abusivas.

«Vamos a aumentar la transparencia de los contratos hipotecarios y eliminar cualquier rastro de opacidad», dijo De Guindos sobre la norma, que obligará a los clientes a firmar de su puño y letra que entienden todo el clausulado y que creará un contrato hipotecario estándar. La banca es bastante reacia a cualquier cambio estructural en el mercado hipotecario, y advierte de que podría provocarse efectos indeseados como un encarecimiento de los préstamos. «La inseguridad no la ha creado en absoluto el Gobierno, sino que es consecuencia de otros factores diferentes», recordó el ministro a las entidades bancarias.

El Gobierno trabaja además en la reforma del sistema de cooperativas de crédito, que pasará por mejorar su gobernanza, aclarar las aportaciones al capital de estas entidades y, según avanzó el ministro, por la creación de un fondo de garantía privado que, sin mutualizar los riesgos, sirva para afrontar problemas en cualquier entidad.

De Guindos desveló además que Economía ya estudia distintos modelos de regulación de compañías y servicios financieros digitales («fintech») de cara a abordar una norma. El sistema financiero tradicional es partidario de imponer las mismas reglas de juego a todos los operadores bancarios.

Apenas hubo ayer referencias a la esperada nueva oleada de fusiones más allá de la ya anunciada de Bankia y BMN. José Sevilla, consejero delegado de la primera de esas entidades, anunció la posibilidad de que el banco, en 2018, aborde nuevos negocios como el promotor, que ahora le impiden las condiciones fijadas tras su rescate.

El sector «es rentable, lo va a seguir siendo y lo va a ser más», dijo el CEO del Sabadell, Jaime Guardiola, en un momento en el que la máxima preocupación del sector pasa por mejorar sus márgenes en este entorno de bajos tipos de interés. Al respecto, el número dos del Santander, José Antonio Álvarez, situó a la banca ante un entorno monetario en el que, al menos, los tipos de interés ya no caerán más.

Es más, el banquero señaló que parte de la mayor parte de la rentabilidad perdida por los bancos durante la crisis se debe al aumento de los niveles de capital, no a la caída de los beneficios. E identificó la rentabilidad, el cambio de hábitos de los clientes y la entrada de los nuevos competidores como los grandes desafíos de la banca.

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