Año nuevo, futuro nuevo: Las grandes revoluciones que ya palpitan

Reconocidos expertos en tendencias disruptivas nos trazan las líneas generales sobre las que se escribirá la economía del mañana

Alexia Columba Jerez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La pandemia ha ‘hackeado’ el planeta, alterando las reglas de juego, y ese cambio es un maestro implacable que hace palpable la volatilidad y la incertidumbre de una situación de creciente complejidad que abre 2022 . En este contexto, hemos consultado a un grupo de prestigiosos futuristas para entender las claves esenciales que definen el futuro de la sociedad y la economía. Una tarea nada sencilla porque, como explica Isabel de Salas , experta en Strategic Foresight , consultora sénior en estrategia corporativa, de marca y diseño de futuros, «el futuro no es uno y nosotros detectamos señales que actúan como indicadores de cambio y que dibujan patrones que llevan a diferentes escenarios. Diseñamos un plan de acción para facilitar la toma de decisiones, incorporando el largo plazo con el objetivo de mejorar los resultados de forma sostenible en el tiempo, no estando sujeto a la esclavitud del cortoplacismo». En definitiva, «un buen futurista es como un jugador de ajedrez, capaz de anticipar el movimiento de los otros» , apostilla Miguel Jiménez , CEO y fundador de FFWD .

Según Marcos Urarte , presidente de la consultora Pharos y profesor invitado de las principales Escuelas de Negocio Internacionales como el MIT, vivimos una revolución tecnológica de alcance inimaginable. El incremento continuo de los precios de las materias primas, de los costes logísticos y de la falta de aprovisionamiento, del oligopolio en el comercio marítimo, de los riesgos de bloqueo de los ocho “choke points” (Estrecho de Malaca, Canal de Suez, Estrecho de Gibraltar, Cabo de Buena Esperanza, Canal de Panamá, Estrecho del Bósforo, Estrecho de Ormuz, Estrecho de Bab-el-Mandeb), ha hecho patente la extrema vulnerabilidad en las cadenas de valor y aprovisionamiento, tanto a nivel de países como en las empresas.

Urarte afima que esta situación esta redefiniendo la estrategia en los procesos y productos críticos , acercándolos de nuevo a las necesidades de los gobiernos y empresas. La resiliencia se ha convertido en una competencia estratégica y de supervivencia. La convergencia de nanotecnología, biotecnología, inteligencia artificial, 6G y computación cuántica dará vida a la quinta revolución tecnológica. China y EE.U. lideran el avance con un gran riesgo para Europa de convertirse en una colonia digital.

Esta urgencia ha puesto sobre la mesa la necesidad de pensar en un nuevo modelo organizativo, especialmente en las empresas. Porque las firmas que miran al largo plazo, tienen un 50% más de probabilidades de mejorar su rentabilidad, según un estudio de Rohrbeck&Kum. Y el Covid trae consigo un cambio de paradigma, donde la tecnología es una palanca que aporta valor complementario a lo humano , en un momento en el que la relación hombremáquina se estrecha, la sostenibilidad es un factor ineludible y se impone la economía de lo intangible para generar nuevos universos virtuales. La geoestrategia mueve ficha, la movilidad se redefine y se busca la energía eterna. No se trata de predecir el futuro, sino de identificar futuros posibles y estar alerta ante ellos. La cuestión es: ¿Estamos preparados?

‘Futurópolis’: megaciudades eficientes y mutifuncionales

Marcos Urarte señala que en 2050, las ciudades del mundo darán cabida a unos 6.500 millones de personas. «En 2025, es probable que existan ya unas treinta megaciudades», apunta. Razón de peso para que se estén repensando los espacios urbanos multifuncionales y creando edificios que actúan como pequeñas ciudades, con propuestas como casas que se expanden o contraen mediante el uso de materiales orgánicos e inteligentes.

En el terreno de la ‘smart cities’, Jordi Serra , subdirector del Center for y profesor asociado en Blanquerna - Universitat Ramon Llul, destaca el proyecto Neom, en Arabia Saudí , que tiene dos vertientes. Por un lado, conciben Oxagon, una ciudad industrial flotante, pensada como un hub de innovación, para la que trabajan con nuevos materiales e IA. Y la ciudad propiamente dicha, se llamará The Line, una recta de 170 km de largo. «Una ciudad sin calles, porque la parte visible será como un continuo urbano. Y las comunicaciones irán por debajo», explica Serra. Aplicarán principios de isocronía por el que todos los servicios esenciales estén a una mínima distancia andando.

La ciudad evoluciona hacia la eficiencia. En Londres y Washington, la startup británica Pavegen ya prueba paneles en el suelo que generan energía con el paso de las personas. En Barcelona se han hecho experimentos de pavimentos inteligentes con capacidad para conectar suministros como agua, electricidad, gas... Y se está testando el uso de material de celulosa en las casas, para la captura de carbono.

El ‘rinoceronte gris’ de la transformación cuántica

Interior de un sistema de computación cuántica

Marcos Urarte indica que la mayoría de los estudios tildan al Covid de “cisne negro” por lo inesperado, pero él prefiere hablar de `rinoceronte gris´, situaciones de extremo riesgo que son predecibles, pero no son enfrentadas . Otro ejemplo de ‘rinoceronte gris’, explica, es el «incremento de la perdida de privacidad debido a nuestra irresponsabilidad a la hora de tratar los datos». Los expertos apuntan que la revolución cuántica en la computación será a largo plazo una amenaza para la ciberseguridad .

Jorge Hurtado , director general de Cipher, unidad de negocio de ciberseguridad de Prosegur , cree que en 2022 serán relevantes la profesionalización de las operaciones de ransomware, con ataques más sofisticados. «A su vez, seguirá siendo cada vez más habitual la “subcontratación de servicios” entre unos criminales y otros, en lo que se denomina Crimen como Servicio o CrimeaaS (Crime as a Service). Creemos que la competencia y la falta de talento en el mercado provocará nuevas guerras entre bandas y fuga de talento entre unas bandas y otras», apunta Hurtado.

Continuarán los ataques a infraestructuras críticas basadas en Tecnología Operacional (OT) e Internet de las Cosas (IoT), que seguirán paralizando oleoductos, plantas de producción, imprentas industriales o plantas de tratamiento de agua, tal y como lo hicieron en 2021. Es en estas infraestructuras donde se produce la llamada `amenaza híbrida´, aquella que se origina en mundo ciber pero que tiene como objetivo una infraestructura física o viceversa. Así como un aprovechamiento de las fragilidades `día 0´ , es decir vulnerabilidades o no conocidas o sin solución.

Hurta explica «habrá una proliferación de ataques dirigidos a la nube pública e híbrida, ya que la aceleración en la implantación de estas tecnologías no está viniendo acompañada de la adopción de los principios de seguridad basados en ‘Zero Trust’ ». En este modelo, se establecen las medidas de seguridad de manera individual alrededor de cada uno de los componentes de la infraestructura. Para ello, se defiende realizar una protección en la mínima escala posible (microsegmentación). Miguel Jiménez cree que la moneda de la privacidad está en el aire: podríamos estar viviendo su ‘atardecer’ o un ‘amanecer’ proteccionista , liderado este último por la UE.

El auge del dragón asiático

China reclama su puesto como dominador tecnológico, pero Esteve Almirall , profesor del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences en Esade , ve matices. «La renta per cápita de China es un cuarto de la de EE.UU. de modo que tardará en conquistar el mundo. Sus puntos fuertes tienen que ver con la ausencia de obstáculos burocráticos o de control. Y, aunque el 80% de su energía aún tiene su origen en el carbón, su crecimiento en renovables es el mayor del mundo, y apuestan por la energía nuclear con reactores más seguros y pequeños». Otras fortalezas son los robots industriales de pequeño tamaño y la apuesta por el coche eléctrico y la moto eléctrica.

Almirall detalla que «en otros temas están más retrasados de lo que pensamos con los semiconductores. Pero si invadiesen Taiwán tendrían un gran nivel tecnológico». El profesor también señala «en temas de IA están desarrollados en reconocimiento facial. En cuanto a geopolítica el partido comunista chino lo componen un tercio los sindicatos, otro tercio es el militar y el otro es la administración. La parte de los emprendedores y las grandes industrias casi no tienen representación en el partido político chino, eso crea una disfunción entre las industrias chinas que están obsoletas y las industrias tecnológicas modernas». Pero Almirall recuerda que esta es una lucha con matices: «Una de las factorías más grandes de coches de China es de Tesla, y Microsoft tiene allí algunos de sus mayores laboratorios de IA. Es decir no tenemos un mundo tan blanco y negro».

Mentes abiertas a la era de los superhumanos

Mejorar la condición humana es un meta largamente perseguida. En ello trabaja el proyecto mundial Brain, liderado por el español Rafael Yuste , que abre la puerta a mapear el cerebro. En ese sentido, el futurista Rafael Martínez-Cortiña, miembro del comité científico de la publicación tecnológica ‘Telos’ , señala dos escenarios posibles: la cirugía. con la implantación de un chip, y la conexión sin cirugía, a través de una diadema. «Nos encontraríamos con superhumanos con acceso a capacidades expandidas», asegura. El proyecto Neuralink de Elon Musk, que pretende implantar chips en el cerebro, es otro paso en esa dirección.

Isabel Fernández Peñuelas , fundadora de The Futures Factory , matiza que «casi todos los proyectos de Elon Musk surgen con fechas que no se cumplen, pero sus ideas inspiran para pensar en el futuro. Sin embargo, hay que tener cuidado con los cantos de sirena de Mark Zuckerberg que hablaba de una lectura de nuestros pensamientos. No obstante, el hombre es una máquina que no puede comprenderse a sí mismo, y daremos pasos enormes en el control remoto de los miembros y en corregir enfermedades como el alzheimer». Yuste avisa que en el futuro se podrá ‘hackear’ el cerebro , «alterar la actividad cerebral de las personas y cambiar su comportamiento». De ahí la necesidad de crear nuevos Derechos Humanos de carácter digital.

Viviremos 100 años

El futurista Ibon Zugasti es socio director de Prospektiker y colabora en Millennium Project (el informe de referencia sobre las tendencias del futuro). Este experto detalla que la medicina de precisión y la regenerativa, así como la genética aumentarán de gran manera, lo que a su vez permitirá una mejor calidad de vida, con una esperanza de vida que llegará a los 100 años.

La tecnología se pondrá al servicio de la longevidad . Rafael Martínez-Cortiña señala que ayudará a envejecer de forma saludable en el hogar. Surgirán nuevas demandas, con tecnología adaptada a este sector, con mayores aplicaciones en salud preventiva , «monitorizando el estado físico y que aporten soluciones sencillas para la actividad diaria». El experto recuerda que un estudio de La Caixa, ‘Envejecer en casa’, aseguraba que más del 95% de las personas prefieren envejecer en su hogar. Y desmonta el prejuicio de que los mayores no usan la tencología: «Según el ‘Barómetro del consumidor sénior’ de Mapfre, más del 50% usa banca online y redes sociales e incluso apps para conocer a otras personas».

El dinero ya nunca más será contante y sonante

Las finanzas también vivirán su revolución. Jordi Serra señala que en muchos países las principales instituciones bancarias no son los bancos tradicionales, sino las compañías de teléfono, es el fenómeno del ‘mobile banking’ , como ocurre en el sudeste asiático o Kenia. La banca clásica ya no es el principal actor, sino las telecos. «Eso fuerza a los bancos a repensar sus modelo. Hay todo un ámbito de posibilidades, como las criptomonedas con base de economía social . El reto a resolver es el coste energético», explica. De ahí la opción de una criptomoneda verde como Cardano.

Otra tendencia cercana serán las criptomonedas de los estados. «Son monedas centralizadas como el e-yuan chino . Es factible, por ejemplo, que desaparezca el yuan físico, ya que en China todo pasa por Wechat pay o Alipay», explica Esteve Almirall. Cuando eso ocurra el Banco Central chino conocerá todo el movimiento del dinero, en contraste con el ‘bitcoin’, la moneda más usada en el mercado negro .

Lucha de poder en territorio psíquico

Más allá de China, en materia de geoestrategia digital Ibon Zugasti destaca la importancia que irá adquiriendo India como segunda gran potencia de Asia y contrapoder en la región. Y Singapur se se ha anticipado a las necesidades del futuro, con lo que sería un referente a pequeña escala.«Y merece la pena mencionar el caso de Oriente Próximo , con la transición de sus economías y una tecnología de vanguardia», añade.

A su vez, Marcos Urarte establece que Rusia puede ser desequilibrante en el equilibrio entre China y Estados Unidos. En este momento, entre otros, existen importantes conflictos abiertos en: Mar oriental de China, con un foco muy especial en Taiwán, Ucrania, Bielorrusia/Polonia, Georgia, …. Y se pregunta si la segunda mitad del siglo XXI será la era de África : «Hay 9 países con una edad media inferior a los 17 años, liderando ese ranking, Níger, con una edad media inferior a 15 años. Dispone de más del 25% de las tierras cultivables, más de 1/3 de los minerales estratégicos y 8 de las 10 economías que más crecerán en la próxima década».

Al tiempo, Andrés Hortega , investigador del Real Instituto Elcano , deja claro que la hegemonía ya no se dirime solo entre países: el metaverso será un tercer actor que se sume a China y EE.UU. En ello coincide Rafael Martínez-Cortiña: «La geoestrategia será definida en el territorio psíquico, será fácil controlar al usuario sin la necesidad de que haya un componente territorial» .

Bio-internet de las cosas y el binomio que reinventará la ciencia

Imagen del Covid-19 al microscopio

Isabel Fernández Peñuelas considera que tendremos un futuro dominado por los avances de la biología. Esteve Almirall señala que en biología computacional destaca lo que hace Barcelona Supercomputing Center, que usa modelos informáticos para anticipar los resultados de experimentos en el laboratorio. «Cambiará radicalmente el panorama investigador, como se ha visto con el Covid en el desarrollo de una nueva vacuna», explica.

Ibon Zugasti destaca sus posibilidades en la generación de recursos no naturales, como la producción de alimentos sintéticos. Al mismo tiempo, Miguel Jiménez apunta que «Microsoft ha estado trabajando muchos años en almacenar información en moléculas de ADN» . Y Raphael Kim y Stefan Poslad de la Universidad de Londres están usando bacterias para un bio-internet de las cosas.

Una inteligencia artificial cada vez más humana

La IA es el comodín de la llamada al hablar de tecnología y para Ibon Zugasti se dará una transición de IA estrecha a una general, con la que los robots han alcanzado un nivel euivalente al ser humano. En este contexto, Rafael Martínez-Cortiña cita a Xiao Ice , un chatbot capaz de mantener relaciones afectivas con las personas. Sus usuarios ya suman el 10% de la población mundial.

El paso siguiente es GPT3 , IA de aprendizaje profundo capaz de asimilar cantidades ingentes de información. Otro factor para Cortiña será la mayor presencia de humanos digitales (avatares hiperrealistas) como la cara visible corporativa. No parece haber límites, y algunos expertos señalan que la IA superará a la inteligencia humana en torno a 2045 o 2050, pero Isabel Fernández lo tiene claro: la singularidad tecnológica de la IA «nunca se producirá».

Coches de altos vuelos y trenes supersónicos

La automoción es un tema candente, e Ibon Zugasti comenta que la gran transformación será la movilidad autónoma con una hibridación que permita volar a los coches . Esteve Almirall anticipa más cambios inmediatos: «Los automóviles privados tienen los días contados, el ‘sharing’ será la idea de futuro . El coste por milla del coche tradicional era de 70 dólares, el coche eléctrico baja a 0,20, y si además son compartidos, los precios serán ridículos. Por ello, los fabricantes de automóviles se están convenciendo de la necesidad de dejar de fabricar coches para ser proveedores de movilidad ». Jordi Serra señala que hay grandes cantidades de coches en las ciudades que se pasan más horas aparcados que circulando, y por eso seguirán ganando peso los patinetes.

El Hyperloop , el tren que viajará por cápsula a más de 1.000m km/h (en la imagen un prototipo) parece más cerca. Pero aún hay más sorpresas: «Se están recuperando los dirigibles , cubriendo la ruta BarcelonaMallorca», señala Jordi Serra. Almirall también apostilla que a corto plazo cobrarán protagonismo los robots de reparto.

La ‘economía del dónut’

Lola Elejalde , directora de internacional en Innobasque , afirma que apuntalar la economía circular será, más que una opción, una necesidad urgente. En ese camino, Elisabet Roselló , fundadora de Postfuturear , menciona la ‘economía del dónut’, que se aplica en ciudades como Ámsterdam. El anillo interno de la ciudad (el agujero del donut) representa los requisitos básicos para el bienestar humano, y el donut la zona en la que la economía puede crecer sin dañar el medioambiente. Más allá, es territorio prohibido.

Elejalde incide «es imprescindibles investigar, desarrollar tecnologías y aplicarlas de forma innovadora, explorando nuevos modelos de negocio. Y no solo tecnologías relacionadas con el reciclado, la reutilización o la remanufactura. Las tecnologías digitales mejorarán las conexiones y el intercambio de información, permitirán monitorizar en tiempo real el consumo de materiales y las emisiones a lo largo de las cadenas de valor, permitirán la clasificación y seguimiento de productos, componentes y materiales» .

En busca de la energía constante y diversificada

En plena transición traumática hacia la descarbonización, la búsqueda de una energía constante y diversificada se erige como eI oasis más anhelado en medio del desierto. Jordi Serra insiste en la necesidad de exploran nuevas fuentes y encontrar alternativas a las famosas baterías de litio, como las de sodio . Elisabet Roselló matiza que la reducida disponibilidad de minerales seguirá generando tensiones entre los productores de procesadores y microchips, la minería de criptomonedas y las empresas que producen paneles solares y turbinas eólicas.

La minería espacial podría cambiar la situación. La NASA estimó que el potencial económico del cinturón de asteroides que hay entre Júpiter y Marte supera a toda la economía global. Y la energía nuclear sigue en el centro del debate. Miguel Jiménez destaca iniciativas como ITER , el megaproyecto que une a la UE y a otros actores globales en el desarrollo de centrales de fusión de átomos de hidrógeno, capaces de generar electricidad con eficacia y a bajo coste.

El salto evolutivo de las redes sociales

Meta

El tema estrella de los últimos meses es el metaverso . Ibon Zugasti explica que esta hibridación entre realidad aumentada y realidad virtual generará a largo plazo un lugar no solo para el ocio, sino también para el negocio. Las empresas comprarán ‘parcelas virtuales’ para posicionarse, y la marca país en base a esta tecnología será un valor diferencial. De hecho, Seúl ya prepara su réplica virtual, operativa en 2026.

Elisabet Roselló cree que el debate estará entre metaversos abiertos o cerrados . «Las redes sociales son compañías diferentes con códigos distintos, pero puedes subir las mismas fotos o información en ellas. En cambio, un metaverso cerrado tendrá herramientas exclusivas», apunta Roselló. El pistolezo de salida será el acceso generalizado a gafas virtuales , como Oculus. Una vez sean asequibles, habrá un cambio de paradigma... y comenzará el negocio.

Entre la fatiga digital y la conexión total

Ante el fenómeno de la hiperconectividad , Rafael Martínez- Cortiña señala que «la pandemia hace que la gente esté siendo afectada a nivel emocional. En el 2022 nos seguiremos sintiendo bastante solos y la tecnología nos acompañará». Pero otra visión es lo que Elisabet Roselló llama hartazgo o fatiga d e las redes sociales . Los informes de Postfuturear señalan que «las cifras de diferentes medios sociales, sobre todo Facebook, muestran un panorama distinto al de hace una década, y cae el uso por día y franjas de edad, sobre todo entre menores de 30 años».

Pero al tiempo Francisco Jariego , presidente del consejo asesor de Fom , habla de la ‘invisibilidad tecnológica’ , «el momento en el que la tecnología supera la barrera de usabilidad» y está tan presente en el día a día de las personas «que la sociedad la termina normalizando, como hacemos hoy con el móvil. Y como decía el economista W. Brian Arthur: una tecnología no ha acabado de llegar hasta que se ha vuelto invisible».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación