Especial Univesidades

Errores comunes que debes evitar a la hora de elegir carrera

Dejarse llevar por modas, obsesionarse con la empleabilidad, ceder a la presión familiar o al tirón del grupo de amigos... son equivocaciones clásicas al escoger estudios universitarios

BELÉN RODRIGO

Nervios, presiones y querer agradar a los padres llevan a muchos jóvenes a elegir su carrera de forma apresurada y sin mucho convencimiento. Hay quien tiene muy claro desde pequeño lo que pretende estudiar de mayor pero es habitual encontrar a bastantes preuniversitarios desorientados y con muchas dudas. Sin olvidar que otras veces, al no conseguir la nota de acceso para la carrera que pretendían, se busca una alternativa de forma precipitada. Año tras año los estudiantes comenten los mismos errores en el proceso de elección que se podrían evitar si se toman su tiempo, meditan las decisiones y se dejan orientar.

«Los jóvenes entran en la universidad en una edad complicada, hay que motivarles y hacerles ver que van a comenzar una experiencia que les hará mejor profesional y persona», puntualiza Julio Contreras, vicerrector de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Es consciente de que no existe un estudio serio sobre los motivos por los cuales los jóvenes eligen una carrera, «que permita implementar algunas políticas», pero los orientadores tratan de trasladar a los estudiantes mensajes que les ayuden a tomar sus propias decisiones. Entre ellos, uno de los más importantes, «que estudien algo que les guste sin pensar solo en la empleabilidad. El grado es el punto de partida para tu futura profesión, después se pueden especializar pensando en el trabajo. Pero durante 4-5 años deben estudiar algo que les motive», subraya el vicerrector. Por eso, es fundamental elegir «con cabeza y con corazón». Julio Contreras cree también que los jóvenes están muy presionados y cometen el error de pensar «que están ante la decisión de su vida cuando no es verdad. Hay alumnos que cambian una o dos veces de carrera y son excelentes profesionales. A veces hay que estudiar una carrera para poder encontrar tu carrera», puntualiza. Y esa presión aumenta siempre «porque empiezan muy tarde a pensarlo, no trabajan mucho esa decisión».

«Muchos toman la decisión en grupo, si un amigo estudia una carrera todos van detrás y olvidan que se trata de una decisión personal»

«A los jóvenes les cuesta reflexionar qué estudiar. Tienen mucha prisa por decidir y se dejan llevar por las modas», afirma Pilar Tenorio, profesora de Historia Económica de ADE en el CES Cardenal Cisneros, adscrito a la UCM. Orienta también a alumnos de bachillerato e identifica algunos errores comunes que comenten al elegir su carrera. «Muchos toman la decisión en grupo, si un amigo estudia una carrera todos van detrás y olvidan que se trata de una decisión personal en la que hay que valorar lo que le interesa a cada uno», puntualiza la docente.

Tenorio cree igualmente que es habitual ver a los jóvenes «deslumbrarse por los dobles y triples grados e incluso por el espacio de los centros olvidándose de los contenidos de las carreras». Y en muchos casos «se dejan llevar por la moda de las titulaciones nuevas». La elección entre Ciencias y Letras que los estudiantes hacen en el Instituto «no les debe condicionar al elegir una carrera. Con 14 años tomas una decisión y con 18, más maduro, tomas otra. Puedes pasar de Ciencias a una carrera de Letras y al contrario, si fuese necesario, preparándote mejor aunque tengas que esperar un año más».

Para evitar los errores que enumeramos a continuación es muy importante indagar en los planes de estudio, informarse bien de los centros en los que se quiere estudiar y tomarse el tiempo que cada uno necesite.

1. Dejar la decisión para el final: Hay quien deje para demasiado tarde la difícil tarea de elegir carrera. Va dejando pasar el tiempo y la elección no se hace con calma, después de reflexionar y conocer bien lo que hay en el mercado. Es una decisión importante que no se debe tomar con prisas.

2. Pensar que es la decisión de tu vida: Es una elección importante, pero no es la decisión de tu vida. Puedes comenzar una carrera y si no te gusta cambiar al año siguiente. No debes pensar que vas a perder el tiempo porque hay quien necesite empezar a estudiar una carrera para encontrar su verdadera vocación.

3. Ceder a las presiones de los padres: Elegir carrera es una decisión personal. Muchos jóvenes, queriendo agradar a sus padres, acaban por dejar de lado su vocación. Los padres quieren lo mejor para sus hijos pero sin darse cuenta pueden conducirles hasta una carrera con la que los jóvenes realmente no se identifican.

4. No escuchar tu corazón: No estar motivado por la carrera que eliges puede amargarte los años de estudios. Los orientadores aconsejan escuchar tu corazón y estudiar algo que te guste. Ya habrá tiempo de reencaminar los estudios hacia una determinada salida laboral. Cada vez hay más transversalidad entre sectores.

5. Seguir a los amigos: Cuando no se tienen las ideas claras puede pesar mucho en la decisión lo que hagan tus amigos, sobre todo a estudiantes a los que les asusta llegar a un centro nuevo en el que no conocen a nadie. Es habitual que un grupo de amigos elija la misma carrera sin que todos realmente quieran hacerla.

6. Elegir solo por la empleabilidad: Con los constantes cambios que vive la sociedad, la carrera que hoy tiene salida laboral puede no tenerla dentro de 4 o 5 años. O tener exceso de licenciados. La empleabilidad no debe ser una prioridad porque siempre se puede realizar un postgrado que te acerque a una salida profesional.

7. Dejarse llevar por las modas: Cada año hay titulaciones que se ponen de moda entre los alumnos, muchas veces por causa de las series de televisión. Esa moda puede llevar a estudiantes a elegir carreras que realmente no se corresponden con lo que buscan y les aparta de sus prioridades.

8. Enclaustrarse en ciencias o letras: La elección que hacen los jóvenes a los 14 años, entre asignaturas de Ciencias y de Letras, no debe condicionarles en la carrera. Se puede cambiar de una rama a otra, aunque para estudiar Matemáticas si eres de Letras Puras, por ejemplo, implique parar un año para prepararte las asignaturas.

9. No informarse lo suficiente: Todas las Universidades tienen jornadas de puertas abiertas para que los preuniversitarios puedan conocer el centro y aclarar dudas. Una información que puede ser muy valiosa a la hora de optar por una u otra carrera. A veces están saturados de tanta información que no la aprovechan.

10. Deslumbrarse con los centros: El plan de estudio es el que debe guiar la elección de la carrera. Hay jóvenes que se dejan deslumbrar por el espacio en el que van a estudiar, las instalaciones y servicios y se olvida de ver a fondo el plan de estudio y lo que te ofrece el centro desde el punto de vista acedémico.

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