«En Defensa hemos llegado a un punto crítico en que hace falta inversión», advierte Alberto Gutiérrez
El presidente de Airbus España subraya que las industrias militares «son imprescindibles para la recuperación»
El 70% del negocio de Airbus en España se cimienta en la construcción de aviones militares. Los de transporte A400M Atlas y C-295, el tanquero A330 MRTT y su participación en el consorcio del caza Eurofighter son sus principales bazas con líneas de ensamblaje en Sevilla y Getafe. En total, 8.000 empleados.
Precisamente, la crisis del coronavirus ha demostrado la valía de contar con unas Fuerzas Armadas que disponen de aviones como el A400M Atlas y el C295 para trasladar material sanitario de urgencia durante la Operación Balmis.
«Esta crisis ha demostrado que la inversión en Defensa tiene un retorno para la protección de los ciudadanos. Y eso es solo posible cuando se cuenta con unas Fuerzas Armadas bien equipadas y financiadas», recalca.
— Invertir en tecnología de Defensa tras una pandemia como el coronavirus puede tener muchos críticos.
—Por cada euro que se invierte en industria de Defensa tenemos un retorno de 2,8 euros. Eso es ya de por sí un argumento de peso para generar empleo. Somos un sector multiplicador de riqueza, con impacto en otros sectores como automoción, biomedicina, etc... Hay que decir que la Defensa también importa. Por su alto nivel tecnológico, las industrias de Defensa son imprescindibles para el proceso de recuperación económica de España.
— ¿Teme precisamente que la crisis económica pos-Covid se cebe con los presupuestos de Defensa?
—Si quieres tener una industria sostenible, tienes que tener una industria diversificada. Lo vemos en EE.UU. con compañías como Boeing, que tienen una actividad tan relevante en el ámbito civil y militar. Y en este punto, la Defensa es fundamental también para tener capacidades duales (civil y militar) y en términos de soberanía con una industria nacional que sea capaz de mantener las tecnologías y el conocimiento. Puede darse la tentación de someter a presión a los presupuestos de Defensa pero hay que tener en cuenta de dónde venimos: desde 2008 las inversiones de Defensa han sido mínimas y ahora estábamos apunto de lanzar un nuevo ciclo inversor. O lo mantenemos o, si nos salimos, será muy difícil retornar. Hemos llegado a un punto crítico en que hace falta un mínimo de inversión para poder seguir realizando las operaciones básicas.
— ¿Qué espera de los fondos europeos en política de Defensa para la recuperación?
—Nuestras mayores expectativas se centran en Europa, fundamentalmente en los países socios de Airbus. Alemania y Francia ya han manifestado su intención de llevar a cabo nuevas adquisiciones y la Comisión Europea ha propuesto destinar 8.000 millones al Fondo Europeo de Defensa de los 750.000 millones del presupuesto de recuperación europeo. Como referencia, el Gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha un gran programa de rescate y ayuda a empresas en ese país para paliar el brutal impacto económico del coronavirus.
— ¿Qué le pediría al Gobierno español respecto a la inversión en este sector?
—En una industria dual, donde desde España se lidera los programas de aviones militares de Airbus, con excepción de los aviones de combate; es fundamental proteger esta capacidad, mitigando el impacto del Covid-19 en la aviación comercial mediante programas nuevos que, de otra forma, pondrían en juego las capacidades que tanto esfuerzo ha costado desarrollar y pueden desaparecer con la crisis, multiplicando el impacto a la industria. Este no es un desafío de la industria de la aeronáutica y Defensa. Es un problema de industria. Además, hay que tener la capacidad de poner a nuestra plantilla en hibernación, con ERTE de larga duración, porque será más barato para nosotros y para el Gobierno tener esa plantilla disponible para cuando se produzca la aceleración, que será muy fuerte. Debemos mantener los perfiles tecnológicamente avanzados. Por ello es una ocasión única para sacar proyectos de investigación y desarrollo respecto al FCAS u otros programas como el avión entrenador en el que estamos ya trabajando. La innovación es parte de nuestro ADN y requiere de fuertes inversiones a largo plazo, en un sector donde se busca continuamente ofrecer más altura, velocidad, capacidad de detección y alcance que el contrario.
— Uno de los grandes contratos que Airbus espera en España en el ámbito de defensa es el relevo de 85 aviones de combate F-18 del Ejército del Aire. ¿Qué novedades tiene?
—La idea del Ejército del Aire y el Ministerio de Defensa es poder sustituir esos aviones F-18 por más Eurofighters. Es una de las opciones más claras que tenemos. Es cuestión de encontrar la capacidad económica para poder hacerlo. En Alemania entregaremos una oferta de 38 aviones Eurofighter más; a esta oferta España está tratando de unirse para aprovechar sinergias.
— El proyecto del futuro caza europeo FCAS, junto a Alemania y Francia, es vital para la industria de Defensa española .
—El FCAS es sumamente importante. Está llamado a ser el proyecto europeo de I+D+i más complejo y sofisticado. El más relevante que veremos en Europa en las próximas décadas en este sector. Es además un proyecto europeo que, impulsado por Merkel y Macron, quiere ser un eje integrador de la política y la Defensa europea.
— Para Airbus España fue un revés que la empresa que coordinadora del FCAS en España fuera Indra. ¿Es un tema zanjado o aún negocian con el Ministerio de Defensa?
—Nos sorprendió la decisión al ser Airbus España la industria de referencia y tractora del sector de la aeronáutica militar. Sobre todo, tras trabajar intensamente para favorecer la entrada de España en el proyecto. A día de hoy, hemos avanzado enormemente. Hemos puesto a disposición del programa nuestro mejor conocimiento, capacidades y perfiles tecnológicos. Entiendo que con el paso del tiempo cada uno irá contribuyendo con aquello que mejor sabe hacer.
