El Banco de España pide un gobierno estable que haga más reformas y ajustes

España no es ajena a la desaceleración que afecta a la economía mundial en general y a la de la Eurozona en particular. Y prueba de ello es que la mayoría de organismos, tanto nacionales como internacionales, vienen rebajando el crecimiento económico esperado para el país. En este contexto, el Banco de España ha reclamado que tras las elecciones generales del próximo 10 de noviembre se forme un gobierno que aclare la política económica, aborde las reformas estructurales pendientes y haga nuevos ajustes fiscales con el fin de elevar el potencial de crecimiento y resistencia de la economía nacional.

«Sería deseable que, tras las elecciones, se conformara un gobierno estable que redujera la incertidumbre sobre el curso futuro de las políticas económicas, diera un nuevo impulso a las reformas estructurales y retomara el proceso de consolidación fiscal, con el objetivo de mejorar el crecimiento potencial y reducir las principales fuentes de vulnerabilidad de la economía española, en particular de los elevados niveles de endeudamiento, tanto público como exterior», ha dicho el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante un foro del sector financiero organizado por KPMG y «Expansión» en el cual ha señalado que esa «incertidumbre sobre la marcha futura de las políticas económicas» es el principal riesgo actual para la economía española.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisará esta semana sus proyecciones macroeconómicas globales y lo hará a la baja, anticipando ya para este año la tasa de crecimiento del PIB a nivel global más reducido desde el inicio de esta década . En este sentido, y durante el mismo evento, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, alertó de un periodo prolongado de bajo crecimiento económico a nivel europeo. «No creo que la Eurozona esté abocada a una recesión en absoluto, es una posibilidad muy reducida, pero sí tendrá un bajo crecimiento económico durante un periodo de tiempo muy dilatado», ha dicho el exministro de Economía español, quien, en línea con De Cos, reclamó a los gobiernos nacionales reformas económicas y medidas fiscales que complementen la política monetaria.

«La política monetaria no puede ser el único instrumento de política económica», ha reiterado De Guindos en este sentido, recordando que el papel de la política monetaria no es impulsar el crecimiento económico. El banquero central ha denunciado en este sentido el relajamiento de los gobiernos nacionales a la hora de abordar reformas estructurales, asegurando que los países solo han implementado el 5% de las recomendaciones que cada año les hace la Comisión Europea. «Así», ha dicho, «es muy difícil que se consiga elevar la productividad de las economías».

El Eurosistema ha comenzado a advertir además al sector financiero de que ese nuevo contexto macroeconómico puede acabar lastrando sus cuentas de resultados y presionar aún más sus niveles de rentabilidad. «La reducción observada y proyectada en el ritmo de crecimiento nominal de la economía de la zona del euro y, como consecuencia, el hecho de que los tipos de interés vayan a situarse en niveles bajos o incluso negativos más tiempo, puede terminar afectando a la rentabilidad de las entidades financieras», ha dicho De Cos, quien ha recordado que los mercados ya han «reducido sus expectativas de crecimiento de los beneficios de las entidades bancarias europeas». Al respecto, De Guindos ha señalado que el 90% de las instituciones financieras europeas tienen unos niveles de rentabilidad inferiores al coste del capital , lo que complica aún más su capacidad para generar capital y por tanto reforzar su solvencia, así como abordar por ejemplo fusiones.