El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi - Frank Rumpenhorst

El BCE ultima los resultados de su primer examen a la banca europea

Las conclusiones serán el detonante de la nueva oleada de fusiones entre entidades españolas

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El sector financieroespañol ha conseguido dejar atrás lo peor de la crisis, pero aún le queda camino por recorrer para salir del túnel. La falta de rentabilidad y los bajos tipos de interés han reducido peligrosamente las posibilidades de hacer negocio, a lo que se suman unas exigencias regulatorias cada vez más duras y abundantes, y nuevos competidores, aún sin un marco de actuación definido.

Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) se estrenó el pasado mes de noviembre en sus funciones como Mecanismo Único de Supervisión (MUS) con este escenario como tablero de juego y la misión de terminar la reestructuración bancariade una forma ordenada. Aunque su control afecta a la mayor parte de las entidades, su labor en nuestro país se espera sea decisivo para el futuro de las entidades medianas.

Y es que la banca española ha sido de las más activas del Viejo Continente en ajustar su tamaño y sus costes a la nueva realidad, pero los analistas coinciden en que una nueva oleada de fusiones es «inevitable».

Las entidades llamadas a protagonizarla, sin embargo, se resisten a renunciar a un futuro en solitario. Fuentes financieras aseguran a ABC que el detonante que desatascará la situación será el resultado del proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (Supervisory Review and Evaluation Process o SREP), que se espera para este otoño. Agosto y septiembre, no obstante, prometen ofrecer un adelanto.Meses en los que el supervisor comunicará a las entidades los resultados preliminares de este análisis y ofrecerá su derecho a réplica a los banqueros que no estén de acuerdo con las mismas.

Dos escenarios

Según las fuentes, aunque las conclusiones del análisis no serán definitivas, sí que se interpretarán como un mensaje del BCE acerca de qué camino quiere que sigan cada entidad. Básicamente se plantearán dos escenarios: uno, en el que las grandes se hacen con las medianas, y otro en el que son los propios bancos más pequeños los que se unen entre sí. En el sector aseguran que el supervisor se ha mostrado más partidario de la primera opción, por ser «más rápida, eficiente y con menores riesgos», en palabras de un experto financiero. La mala experiencia de las fusiones virtuales (los llamados SIPs) con las cajas de ahorros, inclina la balanza del supervisor hacia fusiones con un líder claro. «Lo importante es que se sepa quién manda», explica el socio de una consultora especializado en finanzas.

Y es que, tal y como adelantó ABC, los técnicos del MÚS han estado de visita -en diversas ocasiones en los últimos meses- en las sedes de las entidades españolas para, entre otras cosas, examinar sus modelos de negocio y determinar si son o no rentables a medio plazo. De hecho, y siguiendo las directrices de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el supervisor está calificando a los bancos con una escala del 1 al 4, de más débiles a más fuertes, en función del modelo de negocio y otro criterios. Por ahora, y respecto a la rentabilidad, una de las conclusiones del supervisor, según las fuentes financieras, es que el margen para hacer negocio de manera rentable en el futuro es reducido para algunos grupos. Como ya informó ABC, los resultados de algunos de los bancos procedentes de antiguas cajas de ahorros (como Liberbank, Abanca, Bankia o BMN) o de tamaño medio (como Unicaja o Ibercaja) están nutridos no sólo con ingresos típicos bancarios sino, sobre todo, con las plusvalías, dividendos e intereses generados con bonos, derivados, acciones y otros valores y títulos que tienen en sus carteras.

Esa actividad no es recurrente y por tanto no asegura ingresos y beneficios futuros que sirvan para seguir haciendo provisiones con vistas a futuros problemas. Además, los reguladores preparan nuevos requisitos de capital, como un colchón para absorber pérdidas que aunque en principio sólo es exigible para los bancos sistémicos los mercados acabarán pidiendo al resto del sector.

Las autoridades quieren zanjar esas incertidumbres venideras con nuevas fusiones. El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, dio el pistoletazo de salida a ese proceso en junio tras asegurar que hay margen para nuevas operaciones y recomendar a los bancos, sin citar a ninguno pero apuntando a los medianos, que las estudien, tanto a nivel nacional como transfronterizo.

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